Sábado, 30 de Agosto de 1958.
-¡Déjenlo!
-Ay miren... Su novia vino a defenderlo - Comenzaron a reír y uno de ellos me tomó por la cintura -Cuando se muera... Tienes consuelo en mis hombros, preciosura.
-Prefiero morirme - Logré pegarle en la entrepierna.
-¡Hey, hey! ¡Cálmate francesa! ¿O quieres quedar como él? - Otro tipo me tomó del brazo y me azotó contra el suelo con fuerza.
-¡Imbécil! - John se lanzó contra él y comenzó otra pelea.
Paul junto con Alan y George se acercaron a nosotros corriendo y la pelea creció.
-Sally... ¿estás bien?- Musitó Stuart.
-Lo estoy, no te preocupes.
El estado de Stuart me era preocupante, estaba lleno de sangre y apenas podía abrir los ojos o hablar. Mis rodillas me dolían a más no poder al igual que mi nariz, que al tocarla, supe que estaba sangrando.
-¿Estás bien? - Paul preguntó.
-Sí, sí...
-Estas sangrando.
-Eso no importa ahora. Stuart no está bien, tenemos que llevarlo al hospital de inmediato.
02:58am.
Nos encontrábamos en la sala principal del hospital; John, Paul, George, Alan y Molly. Cada uno tenía una bolsa de hielo en alguna parte de la cara, a excepción de Molly, que estaba al lado de Rory mientras acariciaba su cabello.
-No puedo creer que ahora andes con él - John señaló a Alan.
-Ay, cállate Lennon - Molly y Alan respondieron al mismo tiempo.
George y Paul rieron levemente.
Narra Paul:
Después de ver que Sally estaba en un estado preocupante, me acerqué a ella.
-¿Segura que estás bien?
Asentí -Gracias por llamar a los demás.
-No hay de qué, para eso estamos los... amigos.
Suspiré y cerré los ojos.
-Tienes sueño, es mejor que nos vayamos.
-Sólo quiero saber cómo se encuentra Stuart.
Convencí a Molly de irse al igual que Alan, que al parecer, fue el más afectado después de Stuart.
A los pocos minutos, el doctor se acercó a nosotros -los únicos que estábamos ahí- y me llamó, al ver que no podía levantarme, decidió acercarse y anunciar a todos.
-¿Y bien?
-El señor Sutcliffe está estable... En la tarde de hoy concluirémos cuando saldrá, pero tendrá que venir seguido... Hay algo que no pudimos captar del todo y hay que arreglarlo.
-Claro, claro.
-Como sabe, se quedará aquí. Pueden irse.
-No, yo me quedo.
-No Sally, él estará bien aquí... Tú necesitas cuidados - Dijo Paul.
-No puedo irme a casa ni siquiera, las llaves se perdieron.
-¿Y tu tía?
-¿Qué? ¿Piensas que me va a abrir después de que desaparecí? Terminará de romperme las piernas.
-Vamos a mi casa si quieres.
-Por favor George, en tu casa apenas cabes tú. Quédate en mi casa. Mimi te cuidará - John ofreció.
-No no, gracias George, gracias John pero no, sólo seré un estorbo.
-En mi casa no - Musitó Paul.
-Olvídalo Paul. No quiero molestar a Mike ni a Jim.
-¿Bromeas? Ellos te aprecian. Sólo por esta noche, si quieres.
Miré a John y George que parecían tener una cara de afirmación a lo que propuso Paul.
-Bien, será una noche. Una simple noche, no quiero dar molestias.
-Como digas.
03:25am.
Paul abrió la puerta con dificultad ya que me tenía en brazos. Al pasar, me tendió sobre el sofá.
-Iré a traer hielo.
Asentí.
...
Gemí del dolor levemente.
-Lo siento, lo siento - Paul colocaba la bolsa con hielo en mi frente.
-... Eres muy lindo.
-¿Sólo lindo? - Miraba mi frente.
Miré fijamente sus ojos, ¿a quién engañaba? Tal vez sí me había enamorado de él, no podía dejar de pensarlo. Era hermoso.
-No - Volví a gemir de dolor.
-Perdón. ¿Estás bien?
-Sí - Sonreí.
-No pude decirte que te ves muy hermosa.
-Oh... Gracias.
-Lamento lo que pasó... Yo - Tomó aire -Estaba enojado y frustrado, y te extrañaba.
-Bueno sí querías hacerlo, lo hubieras dicho. No iba a ser a la fuerza entonces ¿sabes? - Reímos.
-Pues ya que lo mencionas...
-Era sarcasmo.
-Oh. ¿De verdad quieres a Stuart?
Asentí.
Pasó saliva y bajó la mirada -Supongo que ya tenemos que dormir.
Me tomó por las piernas y cintura llevándome así a su habitación.
-Tú duerme aquí - Me dejó sobre la cama -Yo dormiré abajo... En el sofá.
-¿Qué dices? Prefiero dormir en el sofá.
-¿Y volverte a cargar? No, quédate aquí. El sofá es cómodo.
Suspiré -Bien, duerme aquí entonces, conmigo...
-No, de verdad...
-Sí te resistes por mí, no lo hagas. No tengo ningún problema, sólo dormiremos.
-... Bien.
04:00am.
-Paul...
-¿Hmm?
-Gracias - Besé su mejilla y me voltee dándole la espalda.
Me respondió colocando su brazo alrededor de mi cadera.
//
Capitulo nuevo. Esperaba hasta hoy, porque aunque mañana es fin de año, ya no quería hacerlas esperar(???) ajá, claro. Como sea... ¡Hasta Enero por aquí! Ya terminará la primera parte de la novela.
¡No Xime! No te me adelantes, jajajajaja. Aún no.
¡Saludos Elena!
Y gracias a ustedes, a las que leen y comentan... De verdad que me hacen muy feliz y creo que si nadie leyera, ¿qué caso tendría escribir? BUEH YA, gracias por estar parte de este 2013 conmigo. Agradezco todo, y que ustedes también pasen sus fics ya que igual me hacen sufrir(???)
En fin, cuídense mucho.
¡Feliz 2014!
Las quiero.
Hasta el próximo año.
<3
lunes, 30 de diciembre de 2013
viernes, 27 de diciembre de 2013
Capitulo 40.
Sábado, 30 de Agosto de 1958.
Un silencio incómodo se apropió del lugar... Después Molly y Alan salieron de ahí dejándonos solos sin decir nada.
-Desapareciste.
-¿Ah sí?
-Pensé que podíamos ser amigos.
-¿Amigos? - Rió sarcásticamente -¿Amigos después de el teatrito que hiciste la última noche que nos vimos? Sólo mostraste los malditos celos que te carcomían por dentro, fue eso.
-Claro que no. Es tu vida... Vamos, ¡puedes acostarte hasta con el que vende periódicos!
-No es una mala idea después de todo.
El fuego de su encendedor iluminó su rostro al tratar de prender un cigarro.
-Con que tú eras...
-¿La que repasaban tus ojos? Sí, era yo. Irónico, ¿no crees?
-¿Qué... qué... fue lo que te hiciste?
-¿Estás ciego? - Dio una calada al cigarro.
-¿Qué te sucedió? Además, tú no fumabas...
-Qué atrasado y retrasado estás McCartney.
-Eres Stuart en mujer.
-Deja de joder y ve con la tipa asquerosa aquella a un motel barato o algo así.
-No finjas que no te dolió...
-¿Dolerme? - Rió -¿Sabes que sí me dolió? Esa noche que pasé con Stuart, eso sí que dolió.
-No puedo creer lo que me acabas de afirmar.
-¿Qué afirmé? Oh... ya recuerdo. ¿Qué soy una puta para ti ahora? ¿Eso afirmé?
-Sally...
Traté de acercarme a ella.
-Tengo una idea, haré algo para que hables con razón... ¿Con quién voy? Hmmm, ¿George?.. Nah, es un niño aún. ¿John?
-Ni se te ocurra.
-¿Por qué me amenazas a mí? Él es tu amigo, nunca lo haría conmigo... Bueno, yo creo.
-¡Cierra la boca, Sally!
-Tú querías empezar, ahí lo tienes...
-¿Con que así quieres jugar, no? Bien, mi turno.
Agarré sus piernas y las coloqué a los dos lados de mi cuerpo. Comencé a besarla a la fuerza. Sentía sus manos que me alejaban de ella.
-¡Déjame! - Apenas pudo salir esa palabra de su boca.
Narra Sally:
Las manos de Paul recorrían todo mi cuerpo, tocándome así cada parte con una fuerza incontrolable. No iba a mentir, me comenzaba a gustar... Pero me lastimaba. Se le ocurrió meter su mano por debajo de mi falda.
-¡No te atre..! - Me besó para callarme.
No quería que eso pasara... No ahí, no de esa forma...
Bajó rápidamente el cierre de su pantalón y me acercó a él tomándome por la cintura.
-¡Paul! - Grité -¡No Paul, me lastimas!
La desesperación se apoderó de mí... No podía creerlo, iba a suceder, iba a hacerlo. Supe todo ese momento que era capaz.
En ese mismo instante, las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos.
-¿Ahora qué?
Me alejé de él temerosamente -¡¿Qué te sucede?!
Caí rendida al suelo y más lágrimas llegaron por sí solas.
-Sally... Sally, lo siento tanto, es sólo que...
-¡¿Qué maldita sea tenías en la mente todo este tiempo?! ¿Sólo tener sexo conmigo? Date cuenta, no quiero perder a Stuart, no quiero que cuando me digan que soy una cualquiera, sepa que tienen razón... No quiero.
-Perdón, discúlpame. Es que no... Yo...
-Quiero que te alejes de mí. Sólo, déjame tranquila.
-Pero... Sally...
Gritos y burlas de chicos interrumpieron sus palabras. El tronido de los golpes era tan fuerte que podía escucharlo.
-¡Déjenlo ya! - Gritaron.
-... Es la voz de John - Dijo Paul.
Me levanté alarmada y salí a la calle de donde provenían los ruidos y gritos. Había un grupo de adolescentes rodeando a una persona mientras la pateaban bruscamente.
Al momento en el que se hicieron a un lado, pude observar a la persona que sufría el tipo de golpes. Me acerqué corriendo y lo vi... Quería que mis ojos me mintieran, pero no era así.
-¡Stuart! - Grité con lágrimas en los ojos aún.
Un silencio incómodo se apropió del lugar... Después Molly y Alan salieron de ahí dejándonos solos sin decir nada.
-Desapareciste.
-¿Ah sí?
-Pensé que podíamos ser amigos.
-¿Amigos? - Rió sarcásticamente -¿Amigos después de el teatrito que hiciste la última noche que nos vimos? Sólo mostraste los malditos celos que te carcomían por dentro, fue eso.
-Claro que no. Es tu vida... Vamos, ¡puedes acostarte hasta con el que vende periódicos!
-No es una mala idea después de todo.
El fuego de su encendedor iluminó su rostro al tratar de prender un cigarro.
-Con que tú eras...
-¿La que repasaban tus ojos? Sí, era yo. Irónico, ¿no crees?
-¿Qué... qué... fue lo que te hiciste?
-¿Estás ciego? - Dio una calada al cigarro.
-¿Qué te sucedió? Además, tú no fumabas...
-Qué atrasado y retrasado estás McCartney.
-Eres Stuart en mujer.
-Deja de joder y ve con la tipa asquerosa aquella a un motel barato o algo así.
-No finjas que no te dolió...
-¿Dolerme? - Rió -¿Sabes que sí me dolió? Esa noche que pasé con Stuart, eso sí que dolió.
-No puedo creer lo que me acabas de afirmar.
-¿Qué afirmé? Oh... ya recuerdo. ¿Qué soy una puta para ti ahora? ¿Eso afirmé?
-Sally...
Traté de acercarme a ella.
-Tengo una idea, haré algo para que hables con razón... ¿Con quién voy? Hmmm, ¿George?.. Nah, es un niño aún. ¿John?
-Ni se te ocurra.
-¿Por qué me amenazas a mí? Él es tu amigo, nunca lo haría conmigo... Bueno, yo creo.
-¡Cierra la boca, Sally!
-Tú querías empezar, ahí lo tienes...
-¿Con que así quieres jugar, no? Bien, mi turno.
Agarré sus piernas y las coloqué a los dos lados de mi cuerpo. Comencé a besarla a la fuerza. Sentía sus manos que me alejaban de ella.
-¡Déjame! - Apenas pudo salir esa palabra de su boca.
Narra Sally:
Las manos de Paul recorrían todo mi cuerpo, tocándome así cada parte con una fuerza incontrolable. No iba a mentir, me comenzaba a gustar... Pero me lastimaba. Se le ocurrió meter su mano por debajo de mi falda.
-¡No te atre..! - Me besó para callarme.
No quería que eso pasara... No ahí, no de esa forma...
Bajó rápidamente el cierre de su pantalón y me acercó a él tomándome por la cintura.
-¡Paul! - Grité -¡No Paul, me lastimas!
La desesperación se apoderó de mí... No podía creerlo, iba a suceder, iba a hacerlo. Supe todo ese momento que era capaz.
En ese mismo instante, las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos.
-¿Ahora qué?
Me alejé de él temerosamente -¡¿Qué te sucede?!
Caí rendida al suelo y más lágrimas llegaron por sí solas.
-Sally... Sally, lo siento tanto, es sólo que...
-¡¿Qué maldita sea tenías en la mente todo este tiempo?! ¿Sólo tener sexo conmigo? Date cuenta, no quiero perder a Stuart, no quiero que cuando me digan que soy una cualquiera, sepa que tienen razón... No quiero.
-Perdón, discúlpame. Es que no... Yo...
-Quiero que te alejes de mí. Sólo, déjame tranquila.
-Pero... Sally...
Gritos y burlas de chicos interrumpieron sus palabras. El tronido de los golpes era tan fuerte que podía escucharlo.
-¡Déjenlo ya! - Gritaron.
-... Es la voz de John - Dijo Paul.
Me levanté alarmada y salí a la calle de donde provenían los ruidos y gritos. Había un grupo de adolescentes rodeando a una persona mientras la pateaban bruscamente.
Al momento en el que se hicieron a un lado, pude observar a la persona que sufría el tipo de golpes. Me acerqué corriendo y lo vi... Quería que mis ojos me mintieran, pero no era así.
-¡Stuart! - Grité con lágrimas en los ojos aún.
//
Lamento el corto capitulo.
¡Faltan 5 capítulos para que esto acabe, por fin! Bueno, no esto-esto. Ya explicaré.
¡Faltan 5 capítulos para que esto acabe, por fin! Bueno, no esto-esto. Ya explicaré.
Gracias Ximena, <3 Besos y abrazos para ti <3
Cuídense mucho.
Las quiero.
Bonita tarde.
<3
martes, 24 de diciembre de 2013
Capitulo 39.
Viernes, 29 de Agosto de 1958.
El tinte negro recorría mis piernas junto con la agua cálida. Al terminar, me envolví en una toalla y salí.
Me miré en el empañado espejo y me quedé ahí por un buen rato. Podía ver diminutos cambios en mi rostro y vencida por mi mirada, agarré las tijeras que se encontraban abriendo el espejo. Medí mi cabello con mis dedos; cinco dedos exactamente y corté....
...
-Sa-Sally, ¿qué fue lo que te hiciste?
-Unos pequeños cambios.
-Tu cabello... es negro completamente... - Se acercó a mí para tocarlo.
-¿No notas algo más?
-Y es más corto.
Reí -Supuse que te gustaría, no sé.
-Pero si me gusta, me gustas. Te ves... muy hermosa.
-Gracias - Me sonrojé -¿Estás listo?
-Sí, ¿y tú?
Asentí.
21:30pm.
Suspiré tratando de calmarme un poco, estaba a punto de tener un ataque de ansiedad nerviosa.
-The-The Quarrymen está aquí esta noche - Dije.
-Sí, pero vienes conmigo...
-Oh - Tome su mano para tratar de calmarme.
Entramos. Mi corazón palpitaba demasiado rápido, no quería ver a Paul en compañía de esa Dot -si es que seguía con ella- o de otra mujer... Bueno, para empezar, no quería ni verlo.
Narra Paul:
Terminamos de tocar con una sonrisa en el rostro y más emocionados de lo normal. Bajamos del escenario y cada quien siguió con su vida...
-Estuviste perfecto.
-Gracias - Tomé de su cintura -¿Vamos a tomar algo?
Asintió con una sonrisa.
Fuimos directamente a la barra. Después de pedir, me llevó a una esquina para platicar más a gusto. El pub estaba a reventar de gente, la luz roja que se apoderaba de ahí no dejaba ver bien a las personas, sólo su silueta.
Una silueta curvilineal que me daba la espalda. Piernas finas, asentaderas con el volumen correcto, cintura pequeña y hombros que formaban una curva algo caída.
-¿Paul? ¡Paul!
-¿Qué, qué pasó?
-¿Qué ves? - Volteo.
-Estaba pensando, lo siento. ¿Qué decías?
-Que... esta noche... No sé, podríamos...
-Suena bien - Guiñé un ojo y tomé un sorbo de mi bebida.
Mis ojos se iban por detrás de Dorothy. No podía dejar de ver a esa mujer. Su cuerpo se parecia al de... No, es una broma. Sally no era la única con un cuerpo de mi agrado.
John se acercó al chico que la acompañaba, al parecer era Stuart... La curiosa chica, ocultó su rostro en la multitud después de que John se agregara a la conversación.
Estúpido Stuart con su estúpida suerte deseable.
-Paulito. Dorita, hola.
-Hola John.
-Eh, ¿han visto a...?
-A nadie.
-Oh bueno, disculpa.
-Ahora vengo.
-Dot...
-No tardo - Miró a John antes de irse.
-Vaya, qué tipa tan rara y fea. Lo que tienes que hacer para tener una buena noche, ¿no campeón?
Reí -Cállate... Oye, ¿quién era la mujer que acompañaba a Stuart?
-No sé, pero está como quiere. Se alejó antes de que pudiera conquistarla.
-¿No será...?
-La verdad, no lo sé. Pero no creo, tienes que saber que Stuart también es un Don Juan.
-Sólo es suerte... Y si está engañando a Sally... Es un completo imbécil.
-¿No recuerdas que ella desapareció?
-No es verdad, te dije que le preguntaras si se estaba quedando en su casa.
-¡Lo hice! Pero, ¿crees que va a decirnos con detalle que se andan...?
-¡Cállate! - Interrumpí.
-Por favor Paul, tú y yo lo sabemos muy bien.
-Es una puta, eso es lo que es.
-¿Cómo Dorothy o más?
-Más, quizá.
23:43pm.
Después de que la chica desapareciera no volví a verla cerca de ahí... Stuart estaba junto con otras personas; era algo sofisticado y aburrido. Sólo fumaban mientras platicaban sutilmente.
A lo lejos vi a Molly que salía por una de las puertas traseras en compañía de Rory Caldwell. Ella sabría que había pasado con Sally Jaucemelt, y tenía que saberlo.
-Eh... Dot.
-¿Dime?
-Tengo que ir a... ver a... los instrumentos en la parte trasera, ¿me esperarías?
Suspiró -Ya qué.
Me escabullí entre la multitud hasta la salida. Todo estaba oscuro, sólo se podía ver a lo lejos el poco fuego de un cigarro cuando se absorbía. Lentamente, me fui acercando...
-Tu madre no está nada contenta, me ha llamado ayer preguntando cada detalle.
-¿Y dijiste dónde me encontraba?
Esa voz... ese acento...
-Claro, le dije: señora, su hija vive con un hombre en su departamento.
Rieron -¿Sabes qué? Al carajo mi madre.
Esa risa... esas expresiones...
-Iré pronto a Australia cueste lo que cueste y me olvidaré de ella.
-¿Extrañarás Liverpool?
-Claro. Stuart, John, Marcella, Ximena, George y...
¿Y...?
-Molly si es que no va a visitarme seguido.
Molly rió.
-¿Qué me dices de Paul? - Preguntó el chico.
Sábado, 30 de Agosto de 1958.
Sally soltó una irónica carcajada -... No sé que decirte.
-Lo que piensas, por ejemplo - Por fin, hablé.
///
Es la primera vez que subo de madrugada, wow. Re-pro.
Bueno no, es que me había dado cuenta que tocaba navidad, y bueno... Yo también quería obsequiar un capitulo a ustedes(?) En mi opinión: uno bueno.
¡Feliz Navidad! Espero que reciban muchos regalos y un Beatle.
Las quiero mucho y gracias por todo su apoyo.
Cuídense.
Pásenla bonito.
<3
El tinte negro recorría mis piernas junto con la agua cálida. Al terminar, me envolví en una toalla y salí.
Me miré en el empañado espejo y me quedé ahí por un buen rato. Podía ver diminutos cambios en mi rostro y vencida por mi mirada, agarré las tijeras que se encontraban abriendo el espejo. Medí mi cabello con mis dedos; cinco dedos exactamente y corté....
...
-Sa-Sally, ¿qué fue lo que te hiciste?
-Unos pequeños cambios.
-Tu cabello... es negro completamente... - Se acercó a mí para tocarlo.
-¿No notas algo más?
-Y es más corto.
Reí -Supuse que te gustaría, no sé.
-Pero si me gusta, me gustas. Te ves... muy hermosa.
-Gracias - Me sonrojé -¿Estás listo?
-Sí, ¿y tú?
Asentí.
21:30pm.
Suspiré tratando de calmarme un poco, estaba a punto de tener un ataque de ansiedad nerviosa.
-The-The Quarrymen está aquí esta noche - Dije.
-Sí, pero vienes conmigo...
-Oh - Tome su mano para tratar de calmarme.
Entramos. Mi corazón palpitaba demasiado rápido, no quería ver a Paul en compañía de esa Dot -si es que seguía con ella- o de otra mujer... Bueno, para empezar, no quería ni verlo.
Narra Paul:
Terminamos de tocar con una sonrisa en el rostro y más emocionados de lo normal. Bajamos del escenario y cada quien siguió con su vida...
-Estuviste perfecto.
-Gracias - Tomé de su cintura -¿Vamos a tomar algo?
Asintió con una sonrisa.
Fuimos directamente a la barra. Después de pedir, me llevó a una esquina para platicar más a gusto. El pub estaba a reventar de gente, la luz roja que se apoderaba de ahí no dejaba ver bien a las personas, sólo su silueta.
Una silueta curvilineal que me daba la espalda. Piernas finas, asentaderas con el volumen correcto, cintura pequeña y hombros que formaban una curva algo caída.
-¿Paul? ¡Paul!
-¿Qué, qué pasó?
-¿Qué ves? - Volteo.
-Estaba pensando, lo siento. ¿Qué decías?
-Que... esta noche... No sé, podríamos...
-Suena bien - Guiñé un ojo y tomé un sorbo de mi bebida.
Mis ojos se iban por detrás de Dorothy. No podía dejar de ver a esa mujer. Su cuerpo se parecia al de... No, es una broma. Sally no era la única con un cuerpo de mi agrado.
John se acercó al chico que la acompañaba, al parecer era Stuart... La curiosa chica, ocultó su rostro en la multitud después de que John se agregara a la conversación.
Estúpido Stuart con su estúpida suerte deseable.
-Paulito. Dorita, hola.
-Hola John.
-Eh, ¿han visto a...?
-A nadie.
-Oh bueno, disculpa.
-Ahora vengo.
-Dot...
-No tardo - Miró a John antes de irse.
-Vaya, qué tipa tan rara y fea. Lo que tienes que hacer para tener una buena noche, ¿no campeón?
Reí -Cállate... Oye, ¿quién era la mujer que acompañaba a Stuart?
-No sé, pero está como quiere. Se alejó antes de que pudiera conquistarla.
-¿No será...?
-La verdad, no lo sé. Pero no creo, tienes que saber que Stuart también es un Don Juan.
-Sólo es suerte... Y si está engañando a Sally... Es un completo imbécil.
-¿No recuerdas que ella desapareció?
-No es verdad, te dije que le preguntaras si se estaba quedando en su casa.
-¡Lo hice! Pero, ¿crees que va a decirnos con detalle que se andan...?
-¡Cállate! - Interrumpí.
-Por favor Paul, tú y yo lo sabemos muy bien.
-Es una puta, eso es lo que es.
-¿Cómo Dorothy o más?
-Más, quizá.
23:43pm.
Después de que la chica desapareciera no volví a verla cerca de ahí... Stuart estaba junto con otras personas; era algo sofisticado y aburrido. Sólo fumaban mientras platicaban sutilmente.
A lo lejos vi a Molly que salía por una de las puertas traseras en compañía de Rory Caldwell. Ella sabría que había pasado con Sally Jaucemelt, y tenía que saberlo.
-Eh... Dot.
-¿Dime?
-Tengo que ir a... ver a... los instrumentos en la parte trasera, ¿me esperarías?
Suspiró -Ya qué.
Me escabullí entre la multitud hasta la salida. Todo estaba oscuro, sólo se podía ver a lo lejos el poco fuego de un cigarro cuando se absorbía. Lentamente, me fui acercando...
-Tu madre no está nada contenta, me ha llamado ayer preguntando cada detalle.
-¿Y dijiste dónde me encontraba?
Esa voz... ese acento...
-Claro, le dije: señora, su hija vive con un hombre en su departamento.
Rieron -¿Sabes qué? Al carajo mi madre.
Esa risa... esas expresiones...
-Iré pronto a Australia cueste lo que cueste y me olvidaré de ella.
-¿Extrañarás Liverpool?
-Claro. Stuart, John, Marcella, Ximena, George y...
¿Y...?
-Molly si es que no va a visitarme seguido.
Molly rió.
-¿Qué me dices de Paul? - Preguntó el chico.
Sábado, 30 de Agosto de 1958.
Sally soltó una irónica carcajada -... No sé que decirte.
-Lo que piensas, por ejemplo - Por fin, hablé.
///
Es la primera vez que subo de madrugada, wow. Re-pro.
Bueno no, es que me había dado cuenta que tocaba navidad, y bueno... Yo también quería obsequiar un capitulo a ustedes(?) En mi opinión: uno bueno.
¡Feliz Navidad! Espero que reciban muchos regalos y un Beatle.
Las quiero mucho y gracias por todo su apoyo.
Cuídense.
Pásenla bonito.
<3
sábado, 21 de diciembre de 2013
Capitulo 38.
Miércoles, 13 de Agosto de 1958.
Cada cinco segundos que pasaban en el reloj, era un parpadeo para mí. No tenía qué pensar, estaba encerrada ... Castigada, sin nada que hacer.
-¿Si?
-... Gresendre.
-¡Mamá! - Grité al teléfono.
-Quiero hablar contigo.
-Mamá, lo que hice fue... No... no estaba en mis cinco sentidos, yo... A mí me agrada él, de verdad... Lo quiero.
-¡Basta! ¿Te das cuenta? Cambiaste... Eres otra, Liverpool te cambió. Qué vergüenza me das.
-¡Nunca cambié! ¡Nunca me conociste realmente! Eso pasa... desde que papá murió, nunca supiste cómo reaccionar ante la situación y decidiste conseguir a alguien que me alejara de ti, por eso nunca me conociste.
-¡Cállate y escucha! Olvida Liverpool, olvida Australia. Mañana llega tu padre... y regresarás aquí para ingresar directamente al internado.
-¡Antes muerta!
Colgué fuertemente, subí las escaleras y con lágrimas en los ojos, comencé a empacar desastrosamente.
Poca ropa, mis discos, mis libros, y mi höfner.
-¿A dónde crees que vas?
-Lejos de aquí.
-¡Sally!
-Te quiero tía, pero no puedo permitir esto.
-¡Sally! - Gritó de nuevo.
Cerré la puerta y comencé a correr con dificultad.
¿A dónde iba a ir? ¿Con Molly? Mi tía sabía dónde estaría.
¿John? Todos conocen a Lennon y a Mimi Smith.
¿George? Sería un estorbo para su familia.
¿Marcella? Ni siquiera sabía dónde vivía...
15:09pm.
-Juicy...
-Hola Stu.
-¿Qué es eso?
-Son mis cosas.
-Pasa... - Me ayudó tomando mi bajo y cerró la puerta.
-Soy una tonta.
-¿Qué dices? Claro que no. ¿Qué fue lo pasó?
-Mi tía supo lo que sucedió... Me castigó y se comunicó con mi madre, si no me largo de mi casa, no amanecería pasado mañana aquí en Liverpool.
-Pero... Eso está mal. Tampoco puedes escapar así...
-No quiero irme, no sin antes...
-¿Antes?
"Paul..." pensé.
-Pasar más tiempo contigo.
Agosto de 1958.
Los días siguieron pasando... Me limitaba a salir de la casa de Stuart. En ocasiones visitaba a Molly, pero prefería quedarme en el departamento de Stu junto con él y matar el tiempo.
Sabía que mi tía me buscaba por Liverpool en un nivel no alamartorio ya que... Las dos sabíamos que me encontraba bien. Después de todo, ¿por qué no librarse de mí por un buen rato?
Dejé de trabajar.
No regresé al college.
Salía por las noches, pero no a un pub donde se encontra John y compañía.
Me llegaba a aburrir todo el día. Parecía una señora de aquellas amas de casa que, encerradas, esperaban a sus esposos... ¿Quién sería mi esposo? Stuart.
-Las maestras preguntan por ti.
-¿A sí? Pensé que me odiaban.
Rió -Nadie te odia.
-Mi madre y el estúpido de mi padrastro.
-No creo. Nadie te puede odiar...
-Eso dices porque te agrado quizá.
-¿Y por qué me comenzaste a agradar? Porque eres simpática.
Suspiré -Eso dile a John - Pausé -Hablando de él, ¿qué dice?
-Igual pregunta por ti.
-¿Le dijiste algo?
Negó -Pero sospecha.
-Bien, ya sacará sus conclusiones.
Comenzamos a comer sentados en la alfombra.
-¿Sabes?
Me miró.
-Me llego a aburrir... Y siento que soy un estorbo aquí, no quiero serlo, ni siquiera te ayudo a pagar nada.
Sonrió -Por eso no te preocupes. ¿Estorbo? ¿Hablas en serio?
-Bueno, es que eso siento yo...
-No lo eres, no para mí.
Besé su mejilla.
-Podemos hacer algo, salir quizá... Experimentar, no sé.
-Salir suena bien. ¿Mañana por la noche?
-Mañana... ¿Viernes por la noche? ¿Cuando Liverpool anda suelto?
Me encogí en hombros -Tengo que afrontarlo y divertirme después de todo.
-Está bien. Mañana entonces.
////
Este capitulo estuvo aburrido, yo sé... Fue como para acomodar la historia(?) prometo que el siguiente tendrá lo emocionante e igual los que siguen.
¡En fin! Gracias por comentar, leer, y así. Prometo también ya no ser mala(???) Bueno, eso no lo prometo del todo.
Bonita tarde.
Las quiero.
Cuídense.
<3
Cada cinco segundos que pasaban en el reloj, era un parpadeo para mí. No tenía qué pensar, estaba encerrada ... Castigada, sin nada que hacer.
-¿Si?
-... Gresendre.
-¡Mamá! - Grité al teléfono.
-Quiero hablar contigo.
-Mamá, lo que hice fue... No... no estaba en mis cinco sentidos, yo... A mí me agrada él, de verdad... Lo quiero.
-¡Basta! ¿Te das cuenta? Cambiaste... Eres otra, Liverpool te cambió. Qué vergüenza me das.
-¡Nunca cambié! ¡Nunca me conociste realmente! Eso pasa... desde que papá murió, nunca supiste cómo reaccionar ante la situación y decidiste conseguir a alguien que me alejara de ti, por eso nunca me conociste.
-¡Cállate y escucha! Olvida Liverpool, olvida Australia. Mañana llega tu padre... y regresarás aquí para ingresar directamente al internado.
-¡Antes muerta!
Colgué fuertemente, subí las escaleras y con lágrimas en los ojos, comencé a empacar desastrosamente.
Poca ropa, mis discos, mis libros, y mi höfner.
-¿A dónde crees que vas?
-Lejos de aquí.
-¡Sally!
-Te quiero tía, pero no puedo permitir esto.
-¡Sally! - Gritó de nuevo.
Cerré la puerta y comencé a correr con dificultad.
¿A dónde iba a ir? ¿Con Molly? Mi tía sabía dónde estaría.
¿John? Todos conocen a Lennon y a Mimi Smith.
¿George? Sería un estorbo para su familia.
¿Marcella? Ni siquiera sabía dónde vivía...
15:09pm.
-Juicy...
-Hola Stu.
-¿Qué es eso?
-Son mis cosas.
-Pasa... - Me ayudó tomando mi bajo y cerró la puerta.
-Soy una tonta.
-¿Qué dices? Claro que no. ¿Qué fue lo pasó?
-Mi tía supo lo que sucedió... Me castigó y se comunicó con mi madre, si no me largo de mi casa, no amanecería pasado mañana aquí en Liverpool.
-Pero... Eso está mal. Tampoco puedes escapar así...
-No quiero irme, no sin antes...
-¿Antes?
"Paul..." pensé.
-Pasar más tiempo contigo.
Agosto de 1958.
Los días siguieron pasando... Me limitaba a salir de la casa de Stuart. En ocasiones visitaba a Molly, pero prefería quedarme en el departamento de Stu junto con él y matar el tiempo.
Sabía que mi tía me buscaba por Liverpool en un nivel no alamartorio ya que... Las dos sabíamos que me encontraba bien. Después de todo, ¿por qué no librarse de mí por un buen rato?
Dejé de trabajar.
No regresé al college.
Salía por las noches, pero no a un pub donde se encontra John y compañía.
Me llegaba a aburrir todo el día. Parecía una señora de aquellas amas de casa que, encerradas, esperaban a sus esposos... ¿Quién sería mi esposo? Stuart.
-Las maestras preguntan por ti.
-¿A sí? Pensé que me odiaban.
Rió -Nadie te odia.
-Mi madre y el estúpido de mi padrastro.
-No creo. Nadie te puede odiar...
-Eso dices porque te agrado quizá.
-¿Y por qué me comenzaste a agradar? Porque eres simpática.
Suspiré -Eso dile a John - Pausé -Hablando de él, ¿qué dice?
-Igual pregunta por ti.
-¿Le dijiste algo?
Negó -Pero sospecha.
-Bien, ya sacará sus conclusiones.
Comenzamos a comer sentados en la alfombra.
-¿Sabes?
Me miró.
-Me llego a aburrir... Y siento que soy un estorbo aquí, no quiero serlo, ni siquiera te ayudo a pagar nada.
Sonrió -Por eso no te preocupes. ¿Estorbo? ¿Hablas en serio?
-Bueno, es que eso siento yo...
-No lo eres, no para mí.
Besé su mejilla.
-Podemos hacer algo, salir quizá... Experimentar, no sé.
-Salir suena bien. ¿Mañana por la noche?
-Mañana... ¿Viernes por la noche? ¿Cuando Liverpool anda suelto?
Me encogí en hombros -Tengo que afrontarlo y divertirme después de todo.
-Está bien. Mañana entonces.
////
Este capitulo estuvo aburrido, yo sé... Fue como para acomodar la historia(?) prometo que el siguiente tendrá lo emocionante e igual los que siguen.
¡En fin! Gracias por comentar, leer, y así. Prometo también ya no ser mala(???) Bueno, eso no lo prometo del todo.
Bonita tarde.
Las quiero.
Cuídense.
<3
miércoles, 18 de diciembre de 2013
Capitulo 37.
Domingo, 10 de Agosto de 1958.
Narra Sally:
Después de estirarme por completo y tallar mis ojos con mis manos, decidí abrirlos. Al ver dónde me encontraba, me senté exaltada mientras me cubría con la sábana ya que sentía un frío increíble...
Un gran mueble con frascos de pinturas por donde quiera, lienzos sin terminar, paredes manchadas por acrílico y... Yo, que no contaba con alguna prenda que me cubriera en esos momentos ahí, en la cama, en estado de "shock" comencé a deslizarme por ésta hasta levantarme; pude ver mi vestido tirado al igual que los tacones y mi demás ropa.
Escuché un leve crujido en la madera, voltee y terminé de ponerme mi ropa interior abrochando mi sujetador rápidamente.
-Stuart - Dije sorprendida al verlo.
Se recargó en el marco de la puerta y comenzó a mirarme.
-Hola...
-Hola - Crucé y froté mis brazos -Hace frío.
-Sí.
-¿Cerrarías mi...? - Señalé el cierre de mi vestido.
-Claro, claro.
Se acercó a mí y después de cerrar el cierre por completo, rozó mi piel con sus dedos.
-Esto es algo incómodo.
Rió levemente.
Voltee -Yo... Tú... Eh...
-¿No recuerdas nada?
Tomé aire para comenzar a hablar, pero la verdad es que ahora no podía recordar, y preguntarlo se me hacía algo más que obvio.
-Ya dijiste demasiado.
Bajé la mirada -Supongo que me tengo que ir, Gabrielle llegará en la tarde y... tengo que estar allá.
-¿Quieres que te acompañe?
Negué -No te preocupes. Nos vemos después.
-Bien - Besó mi mejilla.
Salí del pequeño departamento de Stuart y comencé a caminar hacia mi casa con el par de tacones en la mano. Seguía sin tragarme lo que sucedió en la madrugada.
Recordaba poco, el efecto del alcohol provoca que no recuerde cuando más quiero acordarme de la situación.
***
-¿Te encuentras bien?
-Estoy... bien.
-Sally, eres hermosa... Perfecta.
-Eso dices porque estás completamente ciego.
-O enamorado.
-O tomaste de más.
-No creo, cuando te conocí y pensé eso... No lo estaba.
***
Llegué a mi casa, subí las escaleras y lo primero que hice, fue entrar al baño. Abrí la regadera, me quité mi ropa... Y al meterme y rozar mi cuerpo con el agua caliente... Recordé más; las manos de Stuart repasando mis piernas, y cada sinuosidad con las que contaba mi cuerpo.
Al terminar de bañarme, cerré la llave y me envolví en la toalla. Salí, pasé mi mano por el empañado espejo y me observé... Ahora todo había cambiado. Recordaba los consejos de mi madre: "No te des por cualquiera, si no te ama... Si no lo amas. Todo a su tiempo"
Era estúpido, quería a Stuart... Mas no lo amaba, y fue la primera persona con la que pasé de unos simples besos y roces.
03:00am.
Narra Stuart:
Seguíamos caminando, seguía tomando mi mano y seguía tambaleándose en un plan contínuo por las calles húmedas de la pequeña ciudad.
-¿A dónde iremos? - Dije para romper el silencio.
-¿Qué importa? - Contestó.
-Estás temblando...
-¿Tú no tienes frío?
-Un poco.
-¿Tienes un cigarro?
Sentí mis bolsillos -Creo que no. Es muy tarde ya, ¿te acompaño a tu casa?
Suspiró -Eres muy dulce.
Se paró un momento, y me abrazó y besó en el acto. El beso era algo apasionado.
-¿Te agrado? - Acariciaba mi cabello.
-¿Bromeas? Me encantas.
-Estás loco - Se acercó a mí y me susurró -No quiero ir a mi casa.
03:30am.
Trataba de abrir la puerta de mi departamento mientras Sally me abrazaba y besaba mi cuello dulcemente. Pudimos pasar, cerré la puerta y cargué de ella.
Llegando a mi habitación, la dejé suavemente en la cama y repasé su cuerpo con mis manos y mirada. En pocos minutos, nos encontrábamos dentro de la cama sin ninguna prenda que nos cubriera.
-¿Tú...? Eh...
Rió y negó.
Comenzó todo, suavemente con un toque de dulzura mientras besaba su cuello y sus hombros.
-Eres tan... tan... hermosa.
Pequeños gemidos comenzaron a salir de lo más profundo de ella al tratar de contestarme.
-¿Te encuentras bien?
-Estoy... bien - Musitó.
14:50pm.
Pensaba en ir a buscarla y aclarar todo... Podía pensar que me había aprovechado de la situación en la que se encontraba... ó tal vez que ella aprovechó la situación.
Lo cierto era que, la habíamos pasado bien de alguna forma.
Narra Sally:
-¿Viste qué hora es?
-Sí, van a dar las 3.
-¡¿Dónde carajo te metiste?!
-Yo... Estaba con... una amiga.
-Te recuerdo que yo también pasé por tu etapa. Date cuenta Sally, ¡eres una niña aún!
-No es verdad, Gabrielle. Las dos sabemos muy bien que ya no lo soy. No me quieras controlar como lo hicieron en Francia... Tú no - Rendida, tomé asiento en la cama -Compréndeme.
-No, no te comprendo. ¡Paul es un niño igual! - Jaló mi brazo.
-¿Paul qué? Paul se puede ir al carajo, no estuve con él.
-¿En... Entonces? - Me miró sorprendida, a punto de llorar mientras me soltaba.
-No te incumbe Gabrielle.
-Lo que me faltaba... Me decepcionas Sally.
-¿A ti también? - Encogí los hombros -Ya no me sorprende, ¿sabes?
Antes de salir de la habitación para dejarme sola, volteó a decir unas cuantas palabras:
-Hablaré con tus padres. No puedes estar más en Liverpool, Sally, no con esa actitud.
Narra Sally:
Después de estirarme por completo y tallar mis ojos con mis manos, decidí abrirlos. Al ver dónde me encontraba, me senté exaltada mientras me cubría con la sábana ya que sentía un frío increíble...
Un gran mueble con frascos de pinturas por donde quiera, lienzos sin terminar, paredes manchadas por acrílico y... Yo, que no contaba con alguna prenda que me cubriera en esos momentos ahí, en la cama, en estado de "shock" comencé a deslizarme por ésta hasta levantarme; pude ver mi vestido tirado al igual que los tacones y mi demás ropa.
Escuché un leve crujido en la madera, voltee y terminé de ponerme mi ropa interior abrochando mi sujetador rápidamente.
-Stuart - Dije sorprendida al verlo.
Se recargó en el marco de la puerta y comenzó a mirarme.
-Hola...
-Hola - Crucé y froté mis brazos -Hace frío.
-Sí.
-¿Cerrarías mi...? - Señalé el cierre de mi vestido.
-Claro, claro.
Se acercó a mí y después de cerrar el cierre por completo, rozó mi piel con sus dedos.
-Esto es algo incómodo.
Rió levemente.
Voltee -Yo... Tú... Eh...
-¿No recuerdas nada?
Tomé aire para comenzar a hablar, pero la verdad es que ahora no podía recordar, y preguntarlo se me hacía algo más que obvio.
-Ya dijiste demasiado.
Bajé la mirada -Supongo que me tengo que ir, Gabrielle llegará en la tarde y... tengo que estar allá.
-¿Quieres que te acompañe?
Negué -No te preocupes. Nos vemos después.
-Bien - Besó mi mejilla.
Salí del pequeño departamento de Stuart y comencé a caminar hacia mi casa con el par de tacones en la mano. Seguía sin tragarme lo que sucedió en la madrugada.
Recordaba poco, el efecto del alcohol provoca que no recuerde cuando más quiero acordarme de la situación.
***
-¿Te encuentras bien?
-Estoy... bien.
-Sally, eres hermosa... Perfecta.
-Eso dices porque estás completamente ciego.
-O enamorado.
-O tomaste de más.
-No creo, cuando te conocí y pensé eso... No lo estaba.
***
Llegué a mi casa, subí las escaleras y lo primero que hice, fue entrar al baño. Abrí la regadera, me quité mi ropa... Y al meterme y rozar mi cuerpo con el agua caliente... Recordé más; las manos de Stuart repasando mis piernas, y cada sinuosidad con las que contaba mi cuerpo.
Al terminar de bañarme, cerré la llave y me envolví en la toalla. Salí, pasé mi mano por el empañado espejo y me observé... Ahora todo había cambiado. Recordaba los consejos de mi madre: "No te des por cualquiera, si no te ama... Si no lo amas. Todo a su tiempo"
Era estúpido, quería a Stuart... Mas no lo amaba, y fue la primera persona con la que pasé de unos simples besos y roces.
03:00am.
Narra Stuart:
Seguíamos caminando, seguía tomando mi mano y seguía tambaleándose en un plan contínuo por las calles húmedas de la pequeña ciudad.
-¿A dónde iremos? - Dije para romper el silencio.
-¿Qué importa? - Contestó.
-Estás temblando...
-¿Tú no tienes frío?
-Un poco.
-¿Tienes un cigarro?
Sentí mis bolsillos -Creo que no. Es muy tarde ya, ¿te acompaño a tu casa?
Suspiró -Eres muy dulce.
Se paró un momento, y me abrazó y besó en el acto. El beso era algo apasionado.
-¿Te agrado? - Acariciaba mi cabello.
-¿Bromeas? Me encantas.
-Estás loco - Se acercó a mí y me susurró -No quiero ir a mi casa.
03:30am.
Trataba de abrir la puerta de mi departamento mientras Sally me abrazaba y besaba mi cuello dulcemente. Pudimos pasar, cerré la puerta y cargué de ella.
Llegando a mi habitación, la dejé suavemente en la cama y repasé su cuerpo con mis manos y mirada. En pocos minutos, nos encontrábamos dentro de la cama sin ninguna prenda que nos cubriera.
-¿Tú...? Eh...
Rió y negó.
Comenzó todo, suavemente con un toque de dulzura mientras besaba su cuello y sus hombros.
-Eres tan... tan... hermosa.
Pequeños gemidos comenzaron a salir de lo más profundo de ella al tratar de contestarme.
-¿Te encuentras bien?
-Estoy... bien - Musitó.
14:50pm.
Pensaba en ir a buscarla y aclarar todo... Podía pensar que me había aprovechado de la situación en la que se encontraba... ó tal vez que ella aprovechó la situación.
Lo cierto era que, la habíamos pasado bien de alguna forma.
Narra Sally:
-¿Viste qué hora es?
-Sí, van a dar las 3.
-¡¿Dónde carajo te metiste?!
-Yo... Estaba con... una amiga.
-Te recuerdo que yo también pasé por tu etapa. Date cuenta Sally, ¡eres una niña aún!
-No es verdad, Gabrielle. Las dos sabemos muy bien que ya no lo soy. No me quieras controlar como lo hicieron en Francia... Tú no - Rendida, tomé asiento en la cama -Compréndeme.
-No, no te comprendo. ¡Paul es un niño igual! - Jaló mi brazo.
-¿Paul qué? Paul se puede ir al carajo, no estuve con él.
-¿En... Entonces? - Me miró sorprendida, a punto de llorar mientras me soltaba.
-No te incumbe Gabrielle.
-Lo que me faltaba... Me decepcionas Sally.
-¿A ti también? - Encogí los hombros -Ya no me sorprende, ¿sabes?
Antes de salir de la habitación para dejarme sola, volteó a decir unas cuantas palabras:
-Hablaré con tus padres. No puedes estar más en Liverpool, Sally, no con esa actitud.
//
Subí pronto para no dejar que la intriga las ataque... Igual lamento si las dejé con intriga esta vez.
¡Gracias por leer y comentar que soy la persona más mala! Jajajajaja, sé que es verdad :(
En fin, las quiero mucho.
Igual espero el próximo capitulo... (?)
Cuídense mucho.
Bonita tarde-noche.
<3
lunes, 16 de diciembre de 2013
Capitulo 36.
Sábado, 9 de Agosto de 1958.
-Un beso, supongo que los conoces.
-¿Qué carajo? No tú... Y Paul... Y...
-Lo mismo me pregunto, ¿qué carajo? No que McCa... Paul, ¿te contaba todo? Me extraña que no haya abierto la boca esta vez.
-Pero qué gran imbécil - Me miró de re-ojo -Estás algo irreconocible, Sally.
Encarné una ceja.
-Por favor, sin ese vestido y ese maquillaje se iba a ver igual de bella.
-A cursilerías yo no le entro, amigo mío... Estás buena, fin.
Me ruboricé al instante.
Rió -Iré a...
-Que te vaya bien - Interrumpí.
-Todavía que te hago un cumplido...
-Oh, muchas gracias Sr. Lennon, es usted todo un caballero.
-No hay de qué agradecer mademoiselle, es un placer - Besó mi mano.
-Bueno, suficiente - Stuart reviró los ojos.
Domingo, 10 de Agosto de 1958.
Ya era otro día, y la fiesta seguía subiendo de "intensidad". Realmente no tenía nada que ver con las fiestas francesas, ahí... la diversión del lugar terminaba en la madrugada y comenzaba en la habitación o algo parecido. Acá... bailaban, bailaban y no se cansaban de ello.
-¿Bailas? - Dije en casi gritando gracias al gran sonido del lugar.
-¿Qué?
-Que si bailas.
-Claro, ¿tú no?
Asentí -¿Quieres bailar...?
-Bien, pero aclaro que no soy bueno en eso.
Sonaba Long Tall Sally de Little Richard en voz de algún vocalista de alguna banda.
Mientras bailábamos, él miraba al suelo tratando de controlar sus pasos, yo lo miraba con una sonrisa... En medio de el baile, pude ver a Paul... y con trabajo observé a la mujer con la que bailaba alegremente... Seguía siendo Dorothy.
-Vaya, bailas muy bien.
Sonreí -Gracias. Tú igual.
-Claro que no, soy un asco...
-Nono, para nada... Sólo mírame para la otra.
Sonrió -Está bien.
Sentados viéndonos el uno al otro, por detrás de Stuart... podía ver toda la fiesta de ese momento... Lamentablemente mis ojos se iban por detrás de él tratando de encontrar a Paul.
Ahí estaba, con una sonrisa de oreja a oreja mientras cargaba a Dorothy en su regazo y compartían una botella de cerveza. Por dos segundos, la escena se quedó en mi mente y el sonido del lugar fue disminuyendo... Supe que eran los malditos celos.
-¿Sally?
Seguía mirándolos hasta que Paul encontró mi mirada directamente por arte de mágica.
-¡Hey, Sally!
Miré a Stuart.
-¿Qué sucede? ¿Estás bien?
-Sí.
-¿Estás llorando?
-No - Reí irónicamente -¿Por qué dices eso?
-Tus ojos están... cristalizados...
-¿A sí? - Asintió -No, para nada... Tengo sed, tomemos algo - Voltee y pedí dos cervezas.
-Espera... Yo no te voy a dejar tomar así.
-Vamos, es sólo una - El que atendía en el lugar llegó con dos botellas en la mano y las colocó en la barra.
-Sally...
-Stuart... - Tomé un sorbo y guiñé un ojo.
En poco tiempo ya no había ninguna gota en mi botella y decidí pedir otra. Todo el tiempo, miraba sigilosamente por detrás de Stu para ver a Paul... Vaya, se veía muy sonriente y feliz al igual que la tipa esa, ¿quién lo diría?
Narra Stuart:
02:13am.
-Esto es la octava maravilla del mundo contemporáneo cariño.
-Sally, ya basta...
-Est pas assez.
-¿Perdón?
Encogió los hombros y sonrió -Míralos, mira a esos imbéciles... Tan felices por la vida.
-¿A qué te refieres? - Voltee en la dirección dónde mantenía su mirada.
Eran Paul y una chica rubia, de estatura baja y algo... Diferente a los gustos de Paul; se encontraban bailando en la pista.
-Que les den...
Reí.
-Tienes razón, Paul es una niña caprichosa... Es un completo adefesio, ¿por qué me tuve que fijar en él?
Encogí los hombros.
-Tú eres otro mundo, otra persona... otra mentalidad, tú me caes bien - Se acercó a mí -Bailemos - Susurró.
Tomé su mano y fuimos con la multitud.
Sonaba una balada lenta y popular provocando que las parejas se acercaran y bailaran formando una sola persona.
Agarró mis manos y las colocó al rededor de su cadera -No muerdo - Mencionó.
Reí -Lo sé.
Sonrió por último y hundió su cabeza en mi pecho.
Podía observar que no quitaba los ojos de aquella pareja que eran Paul y su acompañante.
-La besó... ¡La besó, Stuart! - Gritó en un susurro algo desganado.
Agarré la barbilla de Sally y besé sus labios al instante.
-¡Paul! - Gritó la mujer que lo acompañaba mientras sostenía de su brazo, calmándolo un poco.
-¡Maldito bastardo! - Seguía forzándose para poder golpearme en la cara o algo así.
-Tú eres un asco - Respondí.
-¡Suéltame Dot!
-¿Y si nos vamos? - Susurró Sally mientras me miraba.
-¿A dónde?
-A donde nos lleve la noche.
Miré a Paul por último -Está bien.
Tomó mi mano.
-¡Vuelve acá pedazo de imbécil!
Me despedí con la mano y una sonrisa.
El pub se iba quedando atrás. Ahora las calles de Liverpool invadían mi vista... Oscuridad, humedad y el sonido que provocaban los tacones de Sally al caminar.
¿Qué pasaría esa madrugada? .. Ninguno de los dos lo sabía en ese momento.
//
¿Qué pasaría esa madrugada? Hmmmmm...
Ahora sí, la fanfiction tomó un cambio radical. Espero que, ¿les agrade? Lamento dejarlas así(?)
Aclararé sus dudas cuando suba de nuevo, que quizá sea pronto, quizá no, quién sabe(???)
En fin, gracias por leer y comentar y así. A mí igual me gustan sus fics (a las que tienen) muchomucho, y les pido que... ¡Suban pronto, por favor!
Bueno. Las quiero mucho.
Cuídense y que tengan una bonita noche.
<3
-Un beso, supongo que los conoces.
-¿Qué carajo? No tú... Y Paul... Y...
-Lo mismo me pregunto, ¿qué carajo? No que McCa... Paul, ¿te contaba todo? Me extraña que no haya abierto la boca esta vez.
-Pero qué gran imbécil - Me miró de re-ojo -Estás algo irreconocible, Sally.
Encarné una ceja.
-Por favor, sin ese vestido y ese maquillaje se iba a ver igual de bella.
-A cursilerías yo no le entro, amigo mío... Estás buena, fin.
Me ruboricé al instante.
Rió -Iré a...
-Que te vaya bien - Interrumpí.
-Todavía que te hago un cumplido...
-Oh, muchas gracias Sr. Lennon, es usted todo un caballero.
-No hay de qué agradecer mademoiselle, es un placer - Besó mi mano.
-Bueno, suficiente - Stuart reviró los ojos.
Domingo, 10 de Agosto de 1958.
Ya era otro día, y la fiesta seguía subiendo de "intensidad". Realmente no tenía nada que ver con las fiestas francesas, ahí... la diversión del lugar terminaba en la madrugada y comenzaba en la habitación o algo parecido. Acá... bailaban, bailaban y no se cansaban de ello.
-¿Bailas? - Dije en casi gritando gracias al gran sonido del lugar.
-¿Qué?
-Que si bailas.
-Claro, ¿tú no?
Asentí -¿Quieres bailar...?
-Bien, pero aclaro que no soy bueno en eso.
Sonaba Long Tall Sally de Little Richard en voz de algún vocalista de alguna banda.
Mientras bailábamos, él miraba al suelo tratando de controlar sus pasos, yo lo miraba con una sonrisa... En medio de el baile, pude ver a Paul... y con trabajo observé a la mujer con la que bailaba alegremente... Seguía siendo Dorothy.
-Vaya, bailas muy bien.
Sonreí -Gracias. Tú igual.
-Claro que no, soy un asco...
-Nono, para nada... Sólo mírame para la otra.
Sonrió -Está bien.
Sentados viéndonos el uno al otro, por detrás de Stuart... podía ver toda la fiesta de ese momento... Lamentablemente mis ojos se iban por detrás de él tratando de encontrar a Paul.
Ahí estaba, con una sonrisa de oreja a oreja mientras cargaba a Dorothy en su regazo y compartían una botella de cerveza. Por dos segundos, la escena se quedó en mi mente y el sonido del lugar fue disminuyendo... Supe que eran los malditos celos.
-¿Sally?
Seguía mirándolos hasta que Paul encontró mi mirada directamente por arte de mágica.
-¡Hey, Sally!
Miré a Stuart.
-¿Qué sucede? ¿Estás bien?
-Sí.
-¿Estás llorando?
-No - Reí irónicamente -¿Por qué dices eso?
-Tus ojos están... cristalizados...
-¿A sí? - Asintió -No, para nada... Tengo sed, tomemos algo - Voltee y pedí dos cervezas.
-Espera... Yo no te voy a dejar tomar así.
-Vamos, es sólo una - El que atendía en el lugar llegó con dos botellas en la mano y las colocó en la barra.
-Sally...
-Stuart... - Tomé un sorbo y guiñé un ojo.
En poco tiempo ya no había ninguna gota en mi botella y decidí pedir otra. Todo el tiempo, miraba sigilosamente por detrás de Stu para ver a Paul... Vaya, se veía muy sonriente y feliz al igual que la tipa esa, ¿quién lo diría?
Narra Stuart:
02:13am.
-Esto es la octava maravilla del mundo contemporáneo cariño.
-Sally, ya basta...
-Est pas assez.
-¿Perdón?
Encogió los hombros y sonrió -Míralos, mira a esos imbéciles... Tan felices por la vida.
-¿A qué te refieres? - Voltee en la dirección dónde mantenía su mirada.
Eran Paul y una chica rubia, de estatura baja y algo... Diferente a los gustos de Paul; se encontraban bailando en la pista.
-Que les den...
Reí.
-Tienes razón, Paul es una niña caprichosa... Es un completo adefesio, ¿por qué me tuve que fijar en él?
Encogí los hombros.
-Tú eres otro mundo, otra persona... otra mentalidad, tú me caes bien - Se acercó a mí -Bailemos - Susurró.
Tomé su mano y fuimos con la multitud.
Sonaba una balada lenta y popular provocando que las parejas se acercaran y bailaran formando una sola persona.
Agarró mis manos y las colocó al rededor de su cadera -No muerdo - Mencionó.
Reí -Lo sé.
Sonrió por último y hundió su cabeza en mi pecho.
Podía observar que no quitaba los ojos de aquella pareja que eran Paul y su acompañante.
-La besó... ¡La besó, Stuart! - Gritó en un susurro algo desganado.
Agarré la barbilla de Sally y besé sus labios al instante.
-¡Paul! - Gritó la mujer que lo acompañaba mientras sostenía de su brazo, calmándolo un poco.
-¡Maldito bastardo! - Seguía forzándose para poder golpearme en la cara o algo así.
-Tú eres un asco - Respondí.
-¡Suéltame Dot!
-¿Y si nos vamos? - Susurró Sally mientras me miraba.
-¿A dónde?
-A donde nos lleve la noche.
Miré a Paul por último -Está bien.
Tomó mi mano.
-¡Vuelve acá pedazo de imbécil!
Me despedí con la mano y una sonrisa.
El pub se iba quedando atrás. Ahora las calles de Liverpool invadían mi vista... Oscuridad, humedad y el sonido que provocaban los tacones de Sally al caminar.
¿Qué pasaría esa madrugada? .. Ninguno de los dos lo sabía en ese momento.
//
¿Qué pasaría esa madrugada? Hmmmmm...
Ahora sí, la fanfiction tomó un cambio radical. Espero que, ¿les agrade? Lamento dejarlas así(?)
Aclararé sus dudas cuando suba de nuevo, que quizá sea pronto, quizá no, quién sabe(???)
En fin, gracias por leer y comentar y así. A mí igual me gustan sus fics (a las que tienen) muchomucho, y les pido que... ¡Suban pronto, por favor!
Bueno. Las quiero mucho.
Cuídense y que tengan una bonita noche.
<3
viernes, 13 de diciembre de 2013
Capitulo 35.
Sábado, 9 de Agosto de 1958.
11:00pm.
Caminábamos ya por las oscuras calles de Liverpool hacia el famoso pub donde -según Molly- iba a ser una de las mejores fiestas de verano en Londres.
-Escúchame muy bien: nada de hombres con los que no quieras estar, no te detengas, no tomes mucho, y si te llegan a tocar...
-Wow, wow, wow... ¿Cómo que tocar?
-Bienvenida a las fiestas, querida amiga.
-He ido a varias fiestas y...
-Las 'fiestas del té' no cuentan - Interrumpió -¿Entendiste?
Asentí.
El pub parecía verse muy reducido, el sonido se podía escuchar por toda la calle y no dudo que, ahora, por todo Liverpool.
En la entrada se encontraban varios adolescentes tratando de entrar. Faldas pequeñas, tacones altos. Hombres cubiertos de gel con peinados altos y con un cigarro en la boca.
Molly sujetó y mano, y comenzó a empujar gente para poder aproximarnos a la entrada. Después de decir su nombre, pudimos entrar.
Era un ambiente al que no estaba acostumbrada. El lugar contaba con poca luz y mucho desorden.
-Molly.
-Ro-Rory.
-Pensé que no vendrías.
-¿Cómo puedes pensar tan mal de mí? - Sonrió y se miraron por unos segundos -... Eh, mira... Ella es Sally - Tocó mi hombro.
-Con que tú eres la famosa Sally.
-¿Famosa? - Repetí sorprendida.
Asintió.
-No me digas que es por John Lennon...
-¿Quién es John Lennon? - Rió junto con Molly.
-Eso fue sarcasmo, ¿cierto?
-Creo que no.
-Me agradas.
-Oh, gracias... Por cierto, bonito acento.
-Gracias.
-... ¿Vienen para quedarse?
-Pero qué pregunta es esa - Respondió Molly.
-Gracias por la respuesta, cariño - Me miró -Pues, bienvenida seas francesita, disfruta Liverpool - Señaló todo el pub.
Sonreí -¿Alguna recomendación?
-Sólo... diviértete.
Unos segundos después, caminaba lentamente por el lugar mientras conocía mirando a todos lados.
-¿Él era...?
-Alan Caldwell, pero todos le decimos Rory.
-Es muy apuesto... Muy tú.
Sonrió sonrojada.
-Y le gustas.
-¿Tú crees?
-No creo, afirmo.
Suspiró -¿Quieres tomar algo?
-Vamos.
Nos acercamos a la barra.
-¡George!
-Hola Sally.
-Hola - Sonreí -George, Molly. Molly, George.
-Hola George.
-Un gusto Molly - Sonrió.
-¿Vienes solo?
-No, aquí está Ximena - Ximena volteó al escuchar su nombre.
-¿Yo qué? - Me miró -¡Sally! Vaya... Cuánto tiempo.
-Lo sé, es bueno verte de nuevo. Ella es Molly.
-Eres una Caldwell - Mencionó Mo al verla.
Asintió -Tú eres la futura novia de mi hermano... Uy, lo siento, eso no debió salir de mi boca.
Se sonrojó -No te preocupes.
En unos minutos, decidí quedarme con la pareja que eran ahora George y Ximena mientras Molly saludaba a más personas por ahí. Ellos hablaban sin parar... mi cuerpo estaba presente, pero mi mente divagaba por el lugar.
-¿Sally? - George tronó los dedos enfrente de mí.
-¿Qué pasó?
-Te hablan... - Señaló a un chico.
Resulta que el chico era Stuart. Al verlo, esbocé una gran sonrisa, me levanté y lo abracé.
-Wow, pero qué... Sally estás... hermosa.
-Y tú muy apuesto.
Suspiró -De verdad...
Reviré los ojos y me ruboricé.
Sonrió -No esperaba verte aquí.
-Yo sí.
-Necesitaba distraerme un poco, y encontrarte aquí me va a servir de mucho.
-¿Tú crees?
-Sí - Me miró de pies a cabeza -Eres hermosa.
Impulsivamente besé sus labios rápidamente.
-¿Pero... qué es lo que acabo de ver? - Dijo John Lennon que se encontraba detrás de nosotros.
//
Bueno, cómo me lo pidieron; subí pronto. Igual fue algo cortito como el anterior, lo siento.
Pero a partir de este capitulo ya cambiarán las "cosas" (????)
En fin, ¡gracias por su apoyo! A las que leen y comentan, de verdad; gracias :)
¡Elena! ¡Ya se te extrañaba por aquí!
Saludos, Xime y Marcela ♥
Las quiero mucho. Y que tengan una bonita noche...
Besos <3456.
11:00pm.
Caminábamos ya por las oscuras calles de Liverpool hacia el famoso pub donde -según Molly- iba a ser una de las mejores fiestas de verano en Londres.
-Escúchame muy bien: nada de hombres con los que no quieras estar, no te detengas, no tomes mucho, y si te llegan a tocar...
-Wow, wow, wow... ¿Cómo que tocar?
-Bienvenida a las fiestas, querida amiga.
-He ido a varias fiestas y...
-Las 'fiestas del té' no cuentan - Interrumpió -¿Entendiste?
Asentí.
El pub parecía verse muy reducido, el sonido se podía escuchar por toda la calle y no dudo que, ahora, por todo Liverpool.
En la entrada se encontraban varios adolescentes tratando de entrar. Faldas pequeñas, tacones altos. Hombres cubiertos de gel con peinados altos y con un cigarro en la boca.
Molly sujetó y mano, y comenzó a empujar gente para poder aproximarnos a la entrada. Después de decir su nombre, pudimos entrar.
Era un ambiente al que no estaba acostumbrada. El lugar contaba con poca luz y mucho desorden.
-Molly.
-Ro-Rory.
-Pensé que no vendrías.
-¿Cómo puedes pensar tan mal de mí? - Sonrió y se miraron por unos segundos -... Eh, mira... Ella es Sally - Tocó mi hombro.
-Con que tú eres la famosa Sally.
-¿Famosa? - Repetí sorprendida.
Asintió.
-No me digas que es por John Lennon...
-¿Quién es John Lennon? - Rió junto con Molly.
-Eso fue sarcasmo, ¿cierto?
-Creo que no.
-Me agradas.
-Oh, gracias... Por cierto, bonito acento.
-Gracias.
-... ¿Vienen para quedarse?
-Pero qué pregunta es esa - Respondió Molly.
-Gracias por la respuesta, cariño - Me miró -Pues, bienvenida seas francesita, disfruta Liverpool - Señaló todo el pub.
Sonreí -¿Alguna recomendación?
-Sólo... diviértete.
Unos segundos después, caminaba lentamente por el lugar mientras conocía mirando a todos lados.
-¿Él era...?
-Alan Caldwell, pero todos le decimos Rory.
-Es muy apuesto... Muy tú.
Sonrió sonrojada.
-Y le gustas.
-¿Tú crees?
-No creo, afirmo.
Suspiró -¿Quieres tomar algo?
-Vamos.
Nos acercamos a la barra.
-¡George!
-Hola Sally.
-Hola - Sonreí -George, Molly. Molly, George.
-Hola George.
-Un gusto Molly - Sonrió.
-¿Vienes solo?
-No, aquí está Ximena - Ximena volteó al escuchar su nombre.
-¿Yo qué? - Me miró -¡Sally! Vaya... Cuánto tiempo.
-Lo sé, es bueno verte de nuevo. Ella es Molly.
-Eres una Caldwell - Mencionó Mo al verla.
Asintió -Tú eres la futura novia de mi hermano... Uy, lo siento, eso no debió salir de mi boca.
Se sonrojó -No te preocupes.
En unos minutos, decidí quedarme con la pareja que eran ahora George y Ximena mientras Molly saludaba a más personas por ahí. Ellos hablaban sin parar... mi cuerpo estaba presente, pero mi mente divagaba por el lugar.
-¿Sally? - George tronó los dedos enfrente de mí.
-¿Qué pasó?
-Te hablan... - Señaló a un chico.
Resulta que el chico era Stuart. Al verlo, esbocé una gran sonrisa, me levanté y lo abracé.
-Wow, pero qué... Sally estás... hermosa.
-Y tú muy apuesto.
Suspiró -De verdad...
Reviré los ojos y me ruboricé.
Sonrió -No esperaba verte aquí.
-Yo sí.
-Necesitaba distraerme un poco, y encontrarte aquí me va a servir de mucho.
-¿Tú crees?
-Sí - Me miró de pies a cabeza -Eres hermosa.
Impulsivamente besé sus labios rápidamente.
-¿Pero... qué es lo que acabo de ver? - Dijo John Lennon que se encontraba detrás de nosotros.
//
Bueno, cómo me lo pidieron; subí pronto. Igual fue algo cortito como el anterior, lo siento.
Pero a partir de este capitulo ya cambiarán las "cosas" (????)
En fin, ¡gracias por su apoyo! A las que leen y comentan, de verdad; gracias :)
¡Elena! ¡Ya se te extrañaba por aquí!
Saludos, Xime y Marcela ♥
Las quiero mucho. Y que tengan una bonita noche...
Besos <3456.
miércoles, 11 de diciembre de 2013
Capitulo 34.
Jueves, 17 de Julio de 1958.
-No... Sally.
Tomé asiento al lado de ella.
-Yo también detesto esto, detesto ponerme celoso cada vez que te veo con alguien... Detesto verte sonreír con alguien que logró hacerte sonreír... Y detesto quererte demasiado... Porque, ¿sabes? Mis planes contigo eran diferentes desde que te vi.
-Estúpido - Susurró.
Reí -Pero estos dos meses que pasaron se me han hecho muy eternos, como si te conociera de toda la vida y apenas me estoy... - Pasé saliva.
-Sí sí, lo sé. Aunque nunca afirmamos nada, sinceramente no creo que nada de esto llegue a funcionar McCartney.
-¿A qué te refieres?
-Todo esto. Date cuenta... ¡Actuamos como si fuéramos mayores de edad y estuviéramos casados a punto de un divorcio!
Reí algo desorientado.
-Tenemos dos opciones: la primera es ser unos completos desconocidos.
-¿Qué dices?
-Escucha... Y la segunda es ser amigos, así como yo con George... Yo con John, Marcella o Molly.
-¿Y cómo Stuart?
Asentí.
-Entonces... ¿Te puedo besar?
-Cállate.
-Tercera opción: quedarme contigo.
-Ya... Paul, por favor - Bajé la mirada.
-Bien - Suspiré -Aunque sea como amigos... Prefiero estar cerca de ti.
Decidí borrarle la pequeña sonrisa que formaban sus labios rosas con un beso largo y dulce que comenzó a seguirlo. Al terminarlo, nuestras miradas se encontraron...
-No lo vuelvas a hacer.
-¿Qué?
-Esto - Me besó -Y deja de verme.
-No me pidas imposibles.
Se puso de pie, sacudió su falda por todas partes y salió de la cocina.
Todo había acabado... Lo dejó muy claro.
Algún día de Julio de 1958.
Narra Sally:
Los días siguieron pasando.
John pasaba por alguna depresión que decidió separarse por un momento de la banda y enfocarse más a aprender y conocer en compañía de Marcella. Molly salía a fiestas seguido y no perdía el contacto con ella ningún día. George se hacia cada vez más mi amigo al igual que Ximena. Stuart pintaba cada día y salíamos por las tardes o noches.
Pero a todo lo anterior... ¿Y James Paul McCartney? Quizá en su casa, quizá en la calle... en un bar conociendo chicas. Quizá fuera del país... Realmente no sabía nada de él. Hubo momentos en los que nos encontrábamos por el pequeño Liverpool y sólo nos dedicábamos una sonrisa. Ahora no lo dudaba, no detestaba aceptar que... lo extrañaba.
Sábado, 9 de Agosto de 1958.
-No sé Molly.
-¡Vamos Sally! No está tu tía, puedes llegar a la hora que quieras. Medio Liverpool va a ir.
-Por eso mismo. Prefiero quedarme a cuidar la casa y a pintar o leer un poco.
-Cálmate abuelita.
Reí -¿Sabes a qué hora me dices? Es tarde - Miré el reloj -¡Son las 9:30pm!
-Pero hasta tú dices que la vida es mejor en la noche. Además... comenzó a las 9:00pm, no lleva mucho. Vamos, por favor... ¿Sí?
-No lo sé.
-Un rato no te hará daño.
-Déjame pensarlo.
-¡Eso es un sí! Rápido, ¿tienes algo para la ocasión?
Señalé el armario.
Después de que revisara por un par de minutos, salí con un vestido que eligió para mí; era negro... Algo corto, muy sencillo pero demasiado lindo.
-¿Y... Qué tal me veo?
Sonrió satisfecha -Ese imbécil de McCartney se va a arrepentir de dejarte ir.
/////
Capitulo aburrido, lo siento. Traté de subir pronto.
Juro que los próximos capítulos serán emocionantes puesto que se va a acabar la "primera parte"
¡Gracias por leer y comentar y todo eso! De verdad me hacen muy feliz, siempre leo los comentarios aunque sea sólo uno... El caso es que me emocionan y sé lo que piensan sobre la historia ¬‿¬
¡Muchas gracias Xime por recomendar! ♥
Las quiero mucho.
Bonita noche.
Besos <3
-No... Sally.
Tomé asiento al lado de ella.
-Yo también detesto esto, detesto ponerme celoso cada vez que te veo con alguien... Detesto verte sonreír con alguien que logró hacerte sonreír... Y detesto quererte demasiado... Porque, ¿sabes? Mis planes contigo eran diferentes desde que te vi.
-Estúpido - Susurró.
Reí -Pero estos dos meses que pasaron se me han hecho muy eternos, como si te conociera de toda la vida y apenas me estoy... - Pasé saliva.
-Sí sí, lo sé. Aunque nunca afirmamos nada, sinceramente no creo que nada de esto llegue a funcionar McCartney.
-¿A qué te refieres?
-Todo esto. Date cuenta... ¡Actuamos como si fuéramos mayores de edad y estuviéramos casados a punto de un divorcio!
Reí algo desorientado.
-Tenemos dos opciones: la primera es ser unos completos desconocidos.
-¿Qué dices?
-Escucha... Y la segunda es ser amigos, así como yo con George... Yo con John, Marcella o Molly.
-¿Y cómo Stuart?
Asentí.
-Entonces... ¿Te puedo besar?
-Cállate.
-Tercera opción: quedarme contigo.
-Ya... Paul, por favor - Bajé la mirada.
-Bien - Suspiré -Aunque sea como amigos... Prefiero estar cerca de ti.
Decidí borrarle la pequeña sonrisa que formaban sus labios rosas con un beso largo y dulce que comenzó a seguirlo. Al terminarlo, nuestras miradas se encontraron...
-No lo vuelvas a hacer.
-¿Qué?
-Esto - Me besó -Y deja de verme.
-No me pidas imposibles.
Se puso de pie, sacudió su falda por todas partes y salió de la cocina.
Todo había acabado... Lo dejó muy claro.
Algún día de Julio de 1958.
Narra Sally:
Los días siguieron pasando.
John pasaba por alguna depresión que decidió separarse por un momento de la banda y enfocarse más a aprender y conocer en compañía de Marcella. Molly salía a fiestas seguido y no perdía el contacto con ella ningún día. George se hacia cada vez más mi amigo al igual que Ximena. Stuart pintaba cada día y salíamos por las tardes o noches.
Pero a todo lo anterior... ¿Y James Paul McCartney? Quizá en su casa, quizá en la calle... en un bar conociendo chicas. Quizá fuera del país... Realmente no sabía nada de él. Hubo momentos en los que nos encontrábamos por el pequeño Liverpool y sólo nos dedicábamos una sonrisa. Ahora no lo dudaba, no detestaba aceptar que... lo extrañaba.
Sábado, 9 de Agosto de 1958.
-No sé Molly.
-¡Vamos Sally! No está tu tía, puedes llegar a la hora que quieras. Medio Liverpool va a ir.
-Por eso mismo. Prefiero quedarme a cuidar la casa y a pintar o leer un poco.
-Cálmate abuelita.
Reí -¿Sabes a qué hora me dices? Es tarde - Miré el reloj -¡Son las 9:30pm!
-Pero hasta tú dices que la vida es mejor en la noche. Además... comenzó a las 9:00pm, no lleva mucho. Vamos, por favor... ¿Sí?
-No lo sé.
-Un rato no te hará daño.
-Déjame pensarlo.
-¡Eso es un sí! Rápido, ¿tienes algo para la ocasión?
Señalé el armario.
Después de que revisara por un par de minutos, salí con un vestido que eligió para mí; era negro... Algo corto, muy sencillo pero demasiado lindo.
-¿Y... Qué tal me veo?
Sonrió satisfecha -Ese imbécil de McCartney se va a arrepentir de dejarte ir.
/////
Capitulo aburrido, lo siento. Traté de subir pronto.
Juro que los próximos capítulos serán emocionantes puesto que se va a acabar la "primera parte"
¡Gracias por leer y comentar y todo eso! De verdad me hacen muy feliz, siempre leo los comentarios aunque sea sólo uno... El caso es que me emocionan y sé lo que piensan sobre la historia ¬‿¬
¡Muchas gracias Xime por recomendar! ♥
Las quiero mucho.
Bonita noche.
Besos <3
domingo, 8 de diciembre de 2013
Capitulo 33.
Martes, 15 de Julio de 1958.
Sabía lo mucho que llegó a significar Julia para John aunque lo hubiera abandonado por casi toda su vida... Aunque hubiera actuado como actuó... Sabía también que John tenía un gran corazón.
Lo que no sabía era que decir, en ese instante; las palabras no me salían espontáneamente como acostumbraban. Sólo dejé que humedeciera mi ropa con sus lágrimas.
"-¿Está bien, John?-" -"¿No llores más?" Todo iba a ser inútil.
-Escucha John... - Susurré -Sé que esto no te va a ayudar, ni siquiera sé si te importe pero debo decirlo... - Tomé aire -Tú, siempre has sido muy fuerte... Pude notarlo. Y a pesar de que Julia no estuvo contigo en muchas etapas de tu vida, pudiste crecer y ser un niño muy dulce... Con lados rebeldes pero no te quita la gran persona que eres.
-... Gracias.
Comencé a acariciar su cabello.
-Ella... Ella regresó y se fue de nuevo. ¿Por qué siempre se van las personas que amo? ¿Qué no es suficiente con lo que he pasado?
-Nunca es suficiente John. ¿Sabes? Mi padre se fue cuando tenía 6 años, para siempre también... Pero fuera de eso... Está mi tía que sé que me quiere y tengo a mis amigos también. Tú eres muy fuerte y sabemos que vas a salir adelante, pudiste hacerlo por casi toda tu vida, ¿no? Eres fuerte.
Sonrió desganadamente -Vámonos de aquí.
16:42pm.
-Su madre falleció esta mañana, y necesita descansar... Pensar un poco, ya sabes.
-¿Está durmiendo, entonces?
-¿Qué más crees qué esté haciendo aquí?
-Tranquila, era una pregunta.
Suspiré -Puedes pasar si quieres, después de todo... Es tu amigo.
-Mejor lo dejo así. No creo que tenga ganas de nada.
-Cómo desees.
-Nos vemos.
Me despedí con la mano y cerré la puerta.
-¿Quién era?
-Paul... - Crucé los brazos.
Jueves, 17 de Julio de 1958.
Mañana gris, como de costumbre, cielo despejado, aire frío desacomodando el cabello de las personas que asistirían ese día al funeral y una gran tristeza dentro de la casa de Mimi.
Jugaba con mi dije y la cadena que lo sostenía mientras miraba al suelo. Me encontraba sentada al lado de Stuart. Marcella acompañaba a John, George estaba junto con los de la banda y McCartney ni sus luces.
-No creo que sea apropiado fumar aquí, Stuart.
-Bien, saldré. ¿Vienes?
Asentí.
...
Arrebaté su cajetilla de cigarros -Necesito uno.
-Pe...
-Urgente - Saqué el cigarro y Stuart me compartió de su fuego.
-¿Por qué Paul no vino mañana?
Miré a lo lejos al chico que se aproximaba a la casa y John salió en seguida. Después de ver que discutian un poco, derrepente el puño de John golpeó la cara de Paul.
-¡Paul! .. - Susurré.
Stuart tomó mi brazo antes que me acercara.
Me quedé congelada viendo el acto. Vi como John agarró la mano de Paul y lo levantó recibiéndolo con un abrazo y llorando en su hombro.
-Par de locos... - Stuart le dio una calada al cigarro.
Sonreí algo aliviada.
Decidimos entrar a la casa después de unos cuantos minutos pasados afuera. Entré antes que Stuart y percaté la mirada de Paul enfocaba en mí al mismo instante que volví a pisar la casa de Mimi. Sus ojos siguieron por detrás; miraban a Stuart.
Paul lanzó un bufido después de verlo, sacudió lentamente la cabeza y miró hacia la ventana.
-¿Y Molly? - Susurró Stuart.
-No lo sé, dijo que vendría pero no afirmó. A ella no le gusta mucho este ambiente. Ni a mí... ¿quieres algo de beber?
-No no, gracias.
-Bien... Yo sí, ahora vengo.
Me levanté del sofá.
Narra Paul:
-Ahora vuelvo George - Miré fijamente a Stuart.
-Paul... No...
-Apóyame, ¿quieres?
Seguí a Sally, cuarto tras cuarto hasta llegar a la cocina. Tomó un vaso de agua y al verme, decidió salir de ahí cuanto antes.
-Permiso.
Dijo después de que cubriera la entrada.
-Oh, gracias - Tomé el vaso de agua y le di un sorbo.
-¿Satisfecho?
-No del todo.
-Bien, para que te a completes... Sé muy bien que no me necesitas. ¿Puedes quitarte?
-Puedo pero no quiero.
-¿Qué es lo que quieres?
-Hablar, eso es todo.
-Está bien, pero no...
-Ahora, en este lugar.
-Olvídalo, ten respeto por tu amigo y su madre.
Reviré los ojos -¿Siempre has sido así? ¿O te lo pasó Stuart?
-Siempre he sido así.
-¿De verdad?
Asintió.
-Me asusta pensar que he besado a una chica igual a Sutcliffe.
-Y que te ha gustado, no olvides eso.
-Eh... - Puse un gesto de desagrado y negué.
Rió -Qué imbécil eres.
-Hmmm, así está mejor. Hasta me dan ganas de besarte de nuevo.
Me acerqué a ella y se alejó de mí.
-Eres un asco McCartney.
-¿Qué más?
-¡Eres un patán! ¡Un completo animal! - Comenzó a empujarme.
-Vaya, sí que tienes fuerza...
-¡Te aborrezco!
Sus palabras comenzaban a asustarme.
-¡Te detesto!
-¿De verdad?
Bajó la mirada -Detesto quererte en tan poco tiempo, y... Detesto que me duela lo que hiciste.
Se calmó un poco, y comenzó a desvanecerse poco a poco hasta sentarse en el suelo.
-¡Oye, oye! - La tomé del brazo -¡¿Sally, estás bien?! ¡Hey, Sally!
Tomé asiento al lado de ella y agarré sus mejillas.
-Déjame... - Quitó mis manos.
Al momento de soltarla, sentí un nudo en la garganta al ver que estaba llorando...
//
Sabía lo mucho que llegó a significar Julia para John aunque lo hubiera abandonado por casi toda su vida... Aunque hubiera actuado como actuó... Sabía también que John tenía un gran corazón.
Lo que no sabía era que decir, en ese instante; las palabras no me salían espontáneamente como acostumbraban. Sólo dejé que humedeciera mi ropa con sus lágrimas.
"-¿Está bien, John?-" -"¿No llores más?" Todo iba a ser inútil.
-Escucha John... - Susurré -Sé que esto no te va a ayudar, ni siquiera sé si te importe pero debo decirlo... - Tomé aire -Tú, siempre has sido muy fuerte... Pude notarlo. Y a pesar de que Julia no estuvo contigo en muchas etapas de tu vida, pudiste crecer y ser un niño muy dulce... Con lados rebeldes pero no te quita la gran persona que eres.
-... Gracias.
Comencé a acariciar su cabello.
-Ella... Ella regresó y se fue de nuevo. ¿Por qué siempre se van las personas que amo? ¿Qué no es suficiente con lo que he pasado?
-Nunca es suficiente John. ¿Sabes? Mi padre se fue cuando tenía 6 años, para siempre también... Pero fuera de eso... Está mi tía que sé que me quiere y tengo a mis amigos también. Tú eres muy fuerte y sabemos que vas a salir adelante, pudiste hacerlo por casi toda tu vida, ¿no? Eres fuerte.
Sonrió desganadamente -Vámonos de aquí.
16:42pm.
-Su madre falleció esta mañana, y necesita descansar... Pensar un poco, ya sabes.
-¿Está durmiendo, entonces?
-¿Qué más crees qué esté haciendo aquí?
-Tranquila, era una pregunta.
Suspiré -Puedes pasar si quieres, después de todo... Es tu amigo.
-Mejor lo dejo así. No creo que tenga ganas de nada.
-Cómo desees.
-Nos vemos.
Me despedí con la mano y cerré la puerta.
-¿Quién era?
-Paul... - Crucé los brazos.
Jueves, 17 de Julio de 1958.
Mañana gris, como de costumbre, cielo despejado, aire frío desacomodando el cabello de las personas que asistirían ese día al funeral y una gran tristeza dentro de la casa de Mimi.
Jugaba con mi dije y la cadena que lo sostenía mientras miraba al suelo. Me encontraba sentada al lado de Stuart. Marcella acompañaba a John, George estaba junto con los de la banda y McCartney ni sus luces.
-No creo que sea apropiado fumar aquí, Stuart.
-Bien, saldré. ¿Vienes?
Asentí.
...
Arrebaté su cajetilla de cigarros -Necesito uno.
-Pe...
-Urgente - Saqué el cigarro y Stuart me compartió de su fuego.
-¿Por qué Paul no vino mañana?
Miré a lo lejos al chico que se aproximaba a la casa y John salió en seguida. Después de ver que discutian un poco, derrepente el puño de John golpeó la cara de Paul.
-¡Paul! .. - Susurré.
Stuart tomó mi brazo antes que me acercara.
Me quedé congelada viendo el acto. Vi como John agarró la mano de Paul y lo levantó recibiéndolo con un abrazo y llorando en su hombro.
-Par de locos... - Stuart le dio una calada al cigarro.
Sonreí algo aliviada.
Decidimos entrar a la casa después de unos cuantos minutos pasados afuera. Entré antes que Stuart y percaté la mirada de Paul enfocaba en mí al mismo instante que volví a pisar la casa de Mimi. Sus ojos siguieron por detrás; miraban a Stuart.
Paul lanzó un bufido después de verlo, sacudió lentamente la cabeza y miró hacia la ventana.
-¿Y Molly? - Susurró Stuart.
-No lo sé, dijo que vendría pero no afirmó. A ella no le gusta mucho este ambiente. Ni a mí... ¿quieres algo de beber?
-No no, gracias.
-Bien... Yo sí, ahora vengo.
Me levanté del sofá.
Narra Paul:
-Ahora vuelvo George - Miré fijamente a Stuart.
-Paul... No...
-Apóyame, ¿quieres?
Seguí a Sally, cuarto tras cuarto hasta llegar a la cocina. Tomó un vaso de agua y al verme, decidió salir de ahí cuanto antes.
-Permiso.
Dijo después de que cubriera la entrada.
-Oh, gracias - Tomé el vaso de agua y le di un sorbo.
-¿Satisfecho?
-No del todo.
-Bien, para que te a completes... Sé muy bien que no me necesitas. ¿Puedes quitarte?
-Puedo pero no quiero.
-¿Qué es lo que quieres?
-Hablar, eso es todo.
-Está bien, pero no...
-Ahora, en este lugar.
-Olvídalo, ten respeto por tu amigo y su madre.
Reviré los ojos -¿Siempre has sido así? ¿O te lo pasó Stuart?
-Siempre he sido así.
-¿De verdad?
Asintió.
-Me asusta pensar que he besado a una chica igual a Sutcliffe.
-Y que te ha gustado, no olvides eso.
-Eh... - Puse un gesto de desagrado y negué.
Rió -Qué imbécil eres.
-Hmmm, así está mejor. Hasta me dan ganas de besarte de nuevo.
Me acerqué a ella y se alejó de mí.
-Eres un asco McCartney.
-¿Qué más?
-¡Eres un patán! ¡Un completo animal! - Comenzó a empujarme.
-Vaya, sí que tienes fuerza...
-¡Te aborrezco!
Sus palabras comenzaban a asustarme.
-¡Te detesto!
-¿De verdad?
Bajó la mirada -Detesto quererte en tan poco tiempo, y... Detesto que me duela lo que hiciste.
Se calmó un poco, y comenzó a desvanecerse poco a poco hasta sentarse en el suelo.
-¡Oye, oye! - La tomé del brazo -¡¿Sally, estás bien?! ¡Hey, Sally!
Tomé asiento al lado de ella y agarré sus mejillas.
-Déjame... - Quitó mis manos.
Al momento de soltarla, sentí un nudo en la garganta al ver que estaba llorando...
//
"If you were Here Today..."
Lo extraño muchísimo igual. Es impresionante la cantidad de amor que le tomamos a una persona que ni siquiera hemos conocido... Nos hace falta.
Quiero escribir que fue una coincidencia, tenía planeado subir el día de hoy y bueno... Este fue el capitulo que tocó, ya los tengo escritos claro... Voy como 5 capítulos adelantada.
Qué estén muy bien. Las quiero igual.
Besos<3.
miércoles, 4 de diciembre de 2013
Capitulo 32.
Lunes, 30 de Junio de 1958.
Abrí los ojos lentamente asustada por lo que pasaría de ahora en adelante.
Primero noté a Molly sorprendida y con gesto dolido. Después estaba Paul, que me miraba con el ceño fruncido y algo de tristeza.
Mi corazón podía salirse en ese mismo instante, mis piernas temblaban y deseaba desaparecer. Fueron los tres minutos más largos de mi vida -hasta ahora-.
-Eres increíble - McCartney rompió el silencio.
-Eres una... - Molly pasó saliva -¡¿Cómo pudiste?!
-¡Cállense los dos! - Grité y tomé asiento en el sofá más cercano -Si quieren ir a reclamarle algo; más tú Paul... si quieres ir a golpearlo... Te será inútil porque él tiene más fuerza - Señalé a Molly -Y tú, si ya no quieres ser mi amiga, está bien... lo entiendo, pero te recuerdo que lo mismo sucedió por parte tuya en el internado de Francia y nunca abrí la maldita boca.
Los dos me miraban estupefactos.
-¿Qué esperan? Lárguense, y cierren la puerta cuando lo hagan.
Al momento en el que cruzaron la puerta, mi ojos se humedecieron rápidamente. Adiós Paul... Adiós Molly...
-Sally...
Limpié mis lágrimas.
-Discúlpame tú a mí, siempre has sido una gran amiga... Como mi hermana menor. Stuart es un hombre más en la tierra, como tú dirías... No perderé tu amistad por eso - Me abrazó -Y si en verdad lo quieres, pues... ¿Qué importa?
Reí -Siento que Paul me importa más.
-¿Sientes eso?
Encogí los hombros.
-Con el paso del tiempo te darás cuenta a quien quieres de verdad.
Martes, 15 de Julio de 1958.
Bajé del tren con mi maleta en mano y esbozando una sonrisa de lo satisfecha que estaba. Molly me esperaba con emoción ahí mismo.
9:35am.
-Maldita sea, las llaves.
-Revisa bien...
-¡Ya! Y no están. ¿Sabes? Gabrielle tiene un juego - Toqué la puerta desesperada... de nuevo.
-No hay nadie en la casa.
-Entonces está en el hospital. Iré por ellas, ¿vienes?
-Olvídalo, tomaré una siesta en el jardín de atrás si no te importa.
-Bien, no tardo. Te encargo esto... - Le di la pesada maleta.
Caminé rápidamente hacia el hospital. Al llegar me encontré con la tía de John algo desorientada y temblando.
-Mimi.
-Sally, hola.
-Hola, ¿qué sucede? ¿Te puedo ayudar en algo?
-Oh, no cariño... Gracias. ¿A ti te sucede algo?
-No, sólo venía porque mi tía trabaja aquí... - Dije no muy convencida por lo que Mimi afirmó -De verdad... ¿No hay algo en lo que te pueda ayudar?
Negó -Te lo agradezco demasiado, pero no te preocupes.
-Bien, iré por mi tía... Regreso en un momento.
Asintió.
...
-Sally, qué sorpresa... ¿Qué haces aquí?
-Sólo pude pagar una semana en el hotel de Australia.
-Oh...
-Sí... Ammm, ¿me prestarías las llaves de la casa? Molly está afuera esperándome.
-¡Ay Sally! - Buscó en sus bolsillos -Ten.
-Gracias. Nos vemos luego entonces... ¡Ah, espera!
-¿Dime?
-Mimi, la tía de John se encuentra en la sala principal pálida y temblorosa y nadie la ayuda...
-Eh... Sally...
-¿No piensas ayudarla? - Comencé a jalar su brazo.
-Sally...
John entró apresurado al hospital en busca de Mimi y comenzó a preguntarle algo mientras tomaba de sus hombros, su gesto era preocupante y triste. Comencé a acercarme pero Gabrielle me detuvo.
Después de que el doctor saliera a comunicarles algo, John se lanzó sobre él y maldijo en voz alta saliendo en el acto apresuradamente del hospital.
-¡Tengo que verlo!
-Mejor no Sally, tu amigo John ahora está muy mal.
-¡Suéltame!
Logré safarme y corrí persiguiéndolo.
-¡John, John! - Grité desesperada.
Frenó lentamente.
-¿John?
-Ahora no Sally - Apretó sus nudillos.
Me paré enfrente de él y... mis ojos no mentían, John Lennon estaba llorando. En esos momentos sólo se me ocurrió abrazarlo a la fuerza.
-¡Julia se fue de nuevo, Sally! ¡Julia ha muerto!
Abrí los ojos lentamente asustada por lo que pasaría de ahora en adelante.
Primero noté a Molly sorprendida y con gesto dolido. Después estaba Paul, que me miraba con el ceño fruncido y algo de tristeza.
Mi corazón podía salirse en ese mismo instante, mis piernas temblaban y deseaba desaparecer. Fueron los tres minutos más largos de mi vida -hasta ahora-.
-Eres increíble - McCartney rompió el silencio.
-Eres una... - Molly pasó saliva -¡¿Cómo pudiste?!
-¡Cállense los dos! - Grité y tomé asiento en el sofá más cercano -Si quieren ir a reclamarle algo; más tú Paul... si quieres ir a golpearlo... Te será inútil porque él tiene más fuerza - Señalé a Molly -Y tú, si ya no quieres ser mi amiga, está bien... lo entiendo, pero te recuerdo que lo mismo sucedió por parte tuya en el internado de Francia y nunca abrí la maldita boca.
Los dos me miraban estupefactos.
-¿Qué esperan? Lárguense, y cierren la puerta cuando lo hagan.
Al momento en el que cruzaron la puerta, mi ojos se humedecieron rápidamente. Adiós Paul... Adiós Molly...
-Sally...
Limpié mis lágrimas.
-Discúlpame tú a mí, siempre has sido una gran amiga... Como mi hermana menor. Stuart es un hombre más en la tierra, como tú dirías... No perderé tu amistad por eso - Me abrazó -Y si en verdad lo quieres, pues... ¿Qué importa?
Reí -Siento que Paul me importa más.
-¿Sientes eso?
Encogí los hombros.
-Con el paso del tiempo te darás cuenta a quien quieres de verdad.
Martes, 15 de Julio de 1958.
Bajé del tren con mi maleta en mano y esbozando una sonrisa de lo satisfecha que estaba. Molly me esperaba con emoción ahí mismo.
9:35am.
-Maldita sea, las llaves.
-Revisa bien...
-¡Ya! Y no están. ¿Sabes? Gabrielle tiene un juego - Toqué la puerta desesperada... de nuevo.
-No hay nadie en la casa.
-Entonces está en el hospital. Iré por ellas, ¿vienes?
-Olvídalo, tomaré una siesta en el jardín de atrás si no te importa.
-Bien, no tardo. Te encargo esto... - Le di la pesada maleta.
Caminé rápidamente hacia el hospital. Al llegar me encontré con la tía de John algo desorientada y temblando.
-Mimi.
-Sally, hola.
-Hola, ¿qué sucede? ¿Te puedo ayudar en algo?
-Oh, no cariño... Gracias. ¿A ti te sucede algo?
-No, sólo venía porque mi tía trabaja aquí... - Dije no muy convencida por lo que Mimi afirmó -De verdad... ¿No hay algo en lo que te pueda ayudar?
Negó -Te lo agradezco demasiado, pero no te preocupes.
-Bien, iré por mi tía... Regreso en un momento.
Asintió.
...
-Sally, qué sorpresa... ¿Qué haces aquí?
-Sólo pude pagar una semana en el hotel de Australia.
-Oh...
-Sí... Ammm, ¿me prestarías las llaves de la casa? Molly está afuera esperándome.
-¡Ay Sally! - Buscó en sus bolsillos -Ten.
-Gracias. Nos vemos luego entonces... ¡Ah, espera!
-¿Dime?
-Mimi, la tía de John se encuentra en la sala principal pálida y temblorosa y nadie la ayuda...
-Eh... Sally...
-¿No piensas ayudarla? - Comencé a jalar su brazo.
-Sally...
John entró apresurado al hospital en busca de Mimi y comenzó a preguntarle algo mientras tomaba de sus hombros, su gesto era preocupante y triste. Comencé a acercarme pero Gabrielle me detuvo.
Después de que el doctor saliera a comunicarles algo, John se lanzó sobre él y maldijo en voz alta saliendo en el acto apresuradamente del hospital.
-¡Tengo que verlo!
-Mejor no Sally, tu amigo John ahora está muy mal.
-¡Suéltame!
Logré safarme y corrí persiguiéndolo.
-¡John, John! - Grité desesperada.
Frenó lentamente.
-¿John?
-Ahora no Sally - Apretó sus nudillos.
Me paré enfrente de él y... mis ojos no mentían, John Lennon estaba llorando. En esos momentos sólo se me ocurrió abrazarlo a la fuerza.
-¡Julia se fue de nuevo, Sally! ¡Julia ha muerto!
~
Hola... Después de un ratote, lo siento, lo siento.
Es verdad, esto se está poniendo cada vez más emocionante y ayyasdhfkjl.
Cuídense mucho, Xime y Marcela.
Las quiero.
Bonita noche <3
viernes, 29 de noviembre de 2013
Capitulo 31.
Lunes, 30 de Junio de 1958.
A pesar de que sus labios eran completamente suaves y dulces, sentía que me besaba a la fuerza... La misma fuerza que ponía en sus manos al sujetar mi cintura.
¿A quién iba a engañar? Me estaba gustando el acto, tanto que comencé a seguirlo. Coloqué mis manos alrededor de su cuello por la parte de atrás y me incliné más hacia él.
Al momento de separarnos lentamente, lamí mis labios por último y lo miré.
-Te pediría una disculpa pero... creo que eso no va conmigo.
El calor comenzó a subir a mis mejillas.
-Te sonrojaste - Acarició mi mejilla.
-No sé que decir...
-No es obligación decir algo.
Sonreí.
18:14pm.
Aún no podía olvidar el beso de Stuart. Pensar que su beso fue algo más profundo que el de Paul, me agobiaba... Quizá porque Stu tiene más experiencia en esto. Recordaba sus labios sobre los míos y cerraba los ojos mientras sonreía como una completa tonta.
El sonido de provoca la puerta de madera de mi habitación, me sacó de todas mis ideas.
-¿Sí, Gabrielle?
-No soy Gabrielle, soy Molly.
-¿Molly? - Me levanté para abrir la puerta -¿Cómo pasaste?
-Tu tía me dejo pasar, de paso dijo que iba a un lugar... que regresaba luego - Pasó a mi habitación y tomó asiento en la cama.
-Bien... ¿Te sucede algo?
-¡Ay Sally! - Hundió su cabeza en mi almohada -Tengo muchas cosas.
-¿Qué te pasó?
-El idiota de Stuart... tenías razón, un idiota... Eso es lo que es.
-¡¿Qué te dijo?!
-Que entre nosotros no iba a pasar algo serio. Que me respetaba y me quería mucho pero... no.
-¿Cuándo te dijo...?
-Esta tarde.
"Maldita sea" pensé.
-Tranquila Mo... tranquila - Tomé asiento al lado de ella -Ni es la gran cosa.
-No pero... ¿Cuándo conseguiré a alguien igual que él?
-¿Tú? Nunca, porque mírate... Puedes encontrar a alguien mejor.
Me sentía completamente como una idiota consolando a mi amiga de la perdida de su 'amor' que me acaba de besar ese mismo día que terminó con ella.
-¿Cómo quién?
-Como alguien que valga la pena.
Tocaron la puerta.
-¿Quién será?
Encogió los hombros.
-Iré a ver.
...
-Ah eres tú...
-¿Esperabas a alguien más?
-¿Qué quieres?
Suspiró -¿Podemos hablar?
-No, sólo déjame tranquila, ¿quieres?
-No.
Traté de cerrar la puerta pero colocó su pie impidiendo que lo hiciera.
-¡Lárgate!
Entró a la sala.
-Sally, escucha... Yo te quiero, y me importas demasiado. Lo que hice ese día... Lo admito, fue estúpido como yo... Y no soporto que estemos así, sólo quiero decirte que yo no soy de esa manera... - Pasó saliva -Y me pone celoso verte con alguien más, más si es ese idiota de... Stuart.
-¡¿Qué?! - Gritó Molly.
-Molly... No, él y yo somos amigos.
-¿Estabas con él, Sally?
-En la mañana, íbamos a la escuela.
-Pero yo los vi por...
-¿Por dónde? - Pregunté.
-Por...
-¡Habla McCartney! - Gritó Molly.
-Ustedes... ¿Qué hacían juntos, Sally?
-¿Qué es lo que hay entre Stuart y tú?
-¡¿Hay algo entre tú y Stuart?! - Preguntó Paul un poco exaltado.
-Supongo que fuiste con él por culpa de este idiota - Señaló a Paul.
-Discúlpame pero no fue en sí toda mi culpa. Nunca imaginé que ella - Me señaló -Tuviera algo con Stuart antes.
-¡Yo nunca tuve nada con él!
-¿Y por qué estaban tan juntos?
-Sólo dilo Sally... como la gran amiga que eres.
-¡Maldita sea! - Grité, suspiré y cerré los ojos -¡Stuart y yo nos besamos!
--------------------------------
Ya son 12 años, George. 12 largos años a los cuáles les haces falta al igual que tu amigo John.
A pesar de que sus labios eran completamente suaves y dulces, sentía que me besaba a la fuerza... La misma fuerza que ponía en sus manos al sujetar mi cintura.
¿A quién iba a engañar? Me estaba gustando el acto, tanto que comencé a seguirlo. Coloqué mis manos alrededor de su cuello por la parte de atrás y me incliné más hacia él.
Al momento de separarnos lentamente, lamí mis labios por último y lo miré.
-Te pediría una disculpa pero... creo que eso no va conmigo.
El calor comenzó a subir a mis mejillas.
-Te sonrojaste - Acarició mi mejilla.
-No sé que decir...
-No es obligación decir algo.
Sonreí.
18:14pm.
Aún no podía olvidar el beso de Stuart. Pensar que su beso fue algo más profundo que el de Paul, me agobiaba... Quizá porque Stu tiene más experiencia en esto. Recordaba sus labios sobre los míos y cerraba los ojos mientras sonreía como una completa tonta.
El sonido de provoca la puerta de madera de mi habitación, me sacó de todas mis ideas.
-¿Sí, Gabrielle?
-No soy Gabrielle, soy Molly.
-¿Molly? - Me levanté para abrir la puerta -¿Cómo pasaste?
-Tu tía me dejo pasar, de paso dijo que iba a un lugar... que regresaba luego - Pasó a mi habitación y tomó asiento en la cama.
-Bien... ¿Te sucede algo?
-¡Ay Sally! - Hundió su cabeza en mi almohada -Tengo muchas cosas.
-¿Qué te pasó?
-El idiota de Stuart... tenías razón, un idiota... Eso es lo que es.
-¡¿Qué te dijo?!
-Que entre nosotros no iba a pasar algo serio. Que me respetaba y me quería mucho pero... no.
-¿Cuándo te dijo...?
-Esta tarde.
"Maldita sea" pensé.
-Tranquila Mo... tranquila - Tomé asiento al lado de ella -Ni es la gran cosa.
-No pero... ¿Cuándo conseguiré a alguien igual que él?
-¿Tú? Nunca, porque mírate... Puedes encontrar a alguien mejor.
Me sentía completamente como una idiota consolando a mi amiga de la perdida de su 'amor' que me acaba de besar ese mismo día que terminó con ella.
-¿Cómo quién?
-Como alguien que valga la pena.
Tocaron la puerta.
-¿Quién será?
Encogió los hombros.
-Iré a ver.
...
-Ah eres tú...
-¿Esperabas a alguien más?
-¿Qué quieres?
Suspiró -¿Podemos hablar?
-No, sólo déjame tranquila, ¿quieres?
-No.
Traté de cerrar la puerta pero colocó su pie impidiendo que lo hiciera.
-¡Lárgate!
Entró a la sala.
-Sally, escucha... Yo te quiero, y me importas demasiado. Lo que hice ese día... Lo admito, fue estúpido como yo... Y no soporto que estemos así, sólo quiero decirte que yo no soy de esa manera... - Pasó saliva -Y me pone celoso verte con alguien más, más si es ese idiota de... Stuart.
-¡¿Qué?! - Gritó Molly.
-Molly... No, él y yo somos amigos.
-¿Estabas con él, Sally?
-En la mañana, íbamos a la escuela.
-Pero yo los vi por...
-¿Por dónde? - Pregunté.
-Por...
-¡Habla McCartney! - Gritó Molly.
-Ustedes... ¿Qué hacían juntos, Sally?
-¿Qué es lo que hay entre Stuart y tú?
-¡¿Hay algo entre tú y Stuart?! - Preguntó Paul un poco exaltado.
-Supongo que fuiste con él por culpa de este idiota - Señaló a Paul.
-Discúlpame pero no fue en sí toda mi culpa. Nunca imaginé que ella - Me señaló -Tuviera algo con Stuart antes.
-¡Yo nunca tuve nada con él!
-¿Y por qué estaban tan juntos?
-Sólo dilo Sally... como la gran amiga que eres.
-¡Maldita sea! - Grité, suspiré y cerré los ojos -¡Stuart y yo nos besamos!
--------------------------------
Ya son 12 años, George. 12 largos años a los cuáles les haces falta al igual que tu amigo John.
(1943 - Por siempre)
PD: Decidí subir algo pronto, por que estaba algo melancólica y bueno... Subir es algo bueno para mí, al igual que leer sus comentarios.
Marcela; ¿es en serio? ¡Pero claro que se te extrañaba!
¡Saludos Xime!
Que tengan una bonita noche.
Las quiero, cuídense.
Besos ♥
martes, 26 de noviembre de 2013
Capitulo 30.
Domingo, 29 de Junio de 1958.
Desperté con un gran dolor de cabeza, mis ojos estaban débiles de tantas lágrimas, y mi cuerpo era cálido como la temperatura ambiente de Blackpool.
Voltee lentamente y... Paul no estaba. Me levanté desesperada, tenía esperanzas de que estuviera en algún lugar de la habitación.
-¿Paul? ¡Paul! - Gritaba a prácticamente; nada.
Después de poner una mano sobre frente, pensé en regresarme a Liverpool sin él. Era más claro que el agua... Paul había pasado la noche con alguien más. Dentro de mí, cabía la idea de que era diferente, pero... no.
Narra Paul:
-¿¡Dorothy?! - Grité sorprendido
-¿Qué sucede?
-¡Eso quiero que me expliques!
Señaló las sábanas, miré debajo de ellas y... No podía ser cierto.
-¡Maldita sea! - Me levanté rápidamente y comencé a ponerme mi ropa -¿Qué hora es?
-La 1:00pm.
-Joder, joder, joder.
-Paul, pero pensé que... la habíamos pasado muy bien.
-Dot, esto fue un error... Yo estaba ebrio. Nunca... yo... sólo discúlpame, con quien tenía estos planes, era...
Mordió sus labios -Sally. Lo sé muy bien, no dejabas de susurrar su nombre anoche.
-¿De verdad? wow, disculpa...
-¿La quieres?
-Demasiado.
-Pero no lo demostraste, no con lo que hiciste.
-Sólo... Guarda silencio Dot, sólo te pido eso.
Terminé de vestirme completamente.
-¿A dónde vas?
-Al hotel donde tenía que pasar la noche.
Apresurado, cerré la puerta y comencé a caminar a donde tenía que llegar en esos instantes.
-¿Sally? - Pregunté después de entrar a la habitación -¡Sally!
Abrí la puerta del baño y nada. Se había marchado...
Lunes, 30 de Junio de 1958.
-Eres un idiota Paul, eso es lo que eres.
-Lo sé, lo sé. Soy un asco.
-Prácticamente, sí.
George y yo caminábamos cerca de la escuela después de perder el autobús.
-¿Es... ella?
-¿Quién?
-Sally.
-¿¡Dónde?!
Señaló disimuladamente.
-¿Y ese es el imbécil de Stuart?
-Lentes, alto, delgado, suéter gris. Es él.
-¿Qué hace con ese...?
-Son amigos Paul.
-Sí pero...
-Pero después de todo... - Interrumpió -No tienes criterio para reclamarle.
Lo miré y después enfoqué mi mirada en ellos dos.
Sally se veía muy feliz a su lado... Lograba ver que hablaba demasiado, a veces caminaba de espaldas mientras lo hacía y sus manos se movían de un lugar a otro tratando de explicar algo. Y él... Sólo reía y la veía de una manera... embelecedora.
-Ya larguémonos de aquí.
-¿Qué? Pero si es nuestra escuela, ¿cómo nos vamos a ir?
-No entremos.
-¿Estás loco? Estoy a punto de reprobar literatura.
Los miré por último -Me voy solo entonces.
Después de dar media vuelta y voltear constantemente a verlos juntos -Stuart y Sally- metí mis manos a mis bolsillos y caminé sin pensar exactamente en algo.
Narra Sally:
-En fin, fuera de todo... Blackpool es bello.
-Es agradable.
-Cuéntame, ¿cómo la pasaste en Manchester?
-Ah... Bien.
-Oye, lamento...
-No te preocupes. Además, iba a estar con toda mi familia y no son muy cómodos sus comentarios. Después llegó John, Pete e Ivan y fuimos a un bar, te dejo pensando en el resto...
Reí -¿Formaste parte de sus juegos?
Encogió los hombros.
Dejé de verlo por un instante para ver el lugar donde nos encontrábamos. Era el instituto de Liverpool, mejor conocido por mí como: la escuela de Paul.
-¡Sally! - Gritó George
-Hola George - Sonreí después de acercarme junto con Stuart.
-Hola Stuart.
Saludó con la mano y sonrió.
-¿Cómo has estado? - Pregunté
-Muy bien, ¿y ustedes?
-Ah... pues no me quejo.
-Lo mismo digo - Contestó Stu.
Miré a todos lados -¿Y Pau...?
Sonó la campana de su escuela indicando que iban a comenzar las clases.
-¿Qué decías?
-Que... hay que salir pronto.
-Me parece bien, aún recuerdo que te debía comida.
Reí -Entonces, luego nos vemos.
Asintió.
-Suerte en esa cárcel - Señalé su escuela.
-Gracias, la necesitaré - Sonrió.
08:10am.
-Qué bueno que no vi a McCartney por ahí.
Reí -¿Por qué?
-Porque me iba a dar dolor de cabeza tan temprano.
Volví a reír -Nunca me haz dicho... el por qué de esa situación, digo... Algo tuvo que hacer para que no lo soportes.
-No, sólo porque desde que lo conocí, no me agrada.
-Ya dime.
-Porque es un niño lindo que quiere todo y... puede conseguirlo con sus caprichos.
-Tienes razón.
Ahora que caminábamos por la banqueta, cerca de nosotros -un poco más adelante- se encontraba un chico que cargaba con un portafolio y caminaba algo desanimado con las manos en los bolsillos.
-Qué ánimos - Susurró Stuart y señaló al chico.
-Lo sé... Sólo míralo.
-Me deprime, ¿qué crees que le haya ocurrido?
-No sé... Pero tuvo que ser algo doloroso.
El chico del que no dejábamos de hablar, volteo hacia su derecha y pude observarlo... ironía de la vida: era Paul.
-Paul... - Susurré.
-¿Qué le sucedió?
-No lo sé... - Caminé más rápido para lograr alcanzarlo.
-No Sally - Me sostuvo.
-¡¿Por qué no?!
-No te rebajes, no ahora...
-Pero... - Comencé a jalarme -¿¡Por qué siempre me impides hablarle?!
Suspiró, me acercó a él abrazándome por la cintura, y con una fuerza moderada... Me besó por primera vez.
///
¡Hola! Esto se está pasando muy rápido... Hmmm, me está gustando(?)
¡Gracias Ximena! Por que siempre veo tu comentario y asdjfhgkl, te lo agradezco.
Cuídense. Las quiero.
Bonita tarde-noche.
<3
Desperté con un gran dolor de cabeza, mis ojos estaban débiles de tantas lágrimas, y mi cuerpo era cálido como la temperatura ambiente de Blackpool.
Voltee lentamente y... Paul no estaba. Me levanté desesperada, tenía esperanzas de que estuviera en algún lugar de la habitación.
-¿Paul? ¡Paul! - Gritaba a prácticamente; nada.
Después de poner una mano sobre frente, pensé en regresarme a Liverpool sin él. Era más claro que el agua... Paul había pasado la noche con alguien más. Dentro de mí, cabía la idea de que era diferente, pero... no.
Narra Paul:
-¿¡Dorothy?! - Grité sorprendido
-¿Qué sucede?
-¡Eso quiero que me expliques!
Señaló las sábanas, miré debajo de ellas y... No podía ser cierto.
-¡Maldita sea! - Me levanté rápidamente y comencé a ponerme mi ropa -¿Qué hora es?
-La 1:00pm.
-Joder, joder, joder.
-Paul, pero pensé que... la habíamos pasado muy bien.
-Dot, esto fue un error... Yo estaba ebrio. Nunca... yo... sólo discúlpame, con quien tenía estos planes, era...
Mordió sus labios -Sally. Lo sé muy bien, no dejabas de susurrar su nombre anoche.
-¿De verdad? wow, disculpa...
-¿La quieres?
-Demasiado.
-Pero no lo demostraste, no con lo que hiciste.
-Sólo... Guarda silencio Dot, sólo te pido eso.
Terminé de vestirme completamente.
-¿A dónde vas?
-Al hotel donde tenía que pasar la noche.
Apresurado, cerré la puerta y comencé a caminar a donde tenía que llegar en esos instantes.
-¿Sally? - Pregunté después de entrar a la habitación -¡Sally!
Abrí la puerta del baño y nada. Se había marchado...
Lunes, 30 de Junio de 1958.
-Eres un idiota Paul, eso es lo que eres.
-Lo sé, lo sé. Soy un asco.
-Prácticamente, sí.
George y yo caminábamos cerca de la escuela después de perder el autobús.
-¿Es... ella?
-¿Quién?
-Sally.
-¿¡Dónde?!
Señaló disimuladamente.
-¿Y ese es el imbécil de Stuart?
-Lentes, alto, delgado, suéter gris. Es él.
-¿Qué hace con ese...?
-Son amigos Paul.
-Sí pero...
-Pero después de todo... - Interrumpió -No tienes criterio para reclamarle.
Lo miré y después enfoqué mi mirada en ellos dos.
Sally se veía muy feliz a su lado... Lograba ver que hablaba demasiado, a veces caminaba de espaldas mientras lo hacía y sus manos se movían de un lugar a otro tratando de explicar algo. Y él... Sólo reía y la veía de una manera... embelecedora.
-Ya larguémonos de aquí.
-¿Qué? Pero si es nuestra escuela, ¿cómo nos vamos a ir?
-No entremos.
-¿Estás loco? Estoy a punto de reprobar literatura.
Los miré por último -Me voy solo entonces.
Después de dar media vuelta y voltear constantemente a verlos juntos -Stuart y Sally- metí mis manos a mis bolsillos y caminé sin pensar exactamente en algo.
Narra Sally:
-En fin, fuera de todo... Blackpool es bello.
-Es agradable.
-Cuéntame, ¿cómo la pasaste en Manchester?
-Ah... Bien.
-Oye, lamento...
-No te preocupes. Además, iba a estar con toda mi familia y no son muy cómodos sus comentarios. Después llegó John, Pete e Ivan y fuimos a un bar, te dejo pensando en el resto...
Reí -¿Formaste parte de sus juegos?
Encogió los hombros.
Dejé de verlo por un instante para ver el lugar donde nos encontrábamos. Era el instituto de Liverpool, mejor conocido por mí como: la escuela de Paul.
-¡Sally! - Gritó George
-Hola George - Sonreí después de acercarme junto con Stuart.
-Hola Stuart.
Saludó con la mano y sonrió.
-¿Cómo has estado? - Pregunté
-Muy bien, ¿y ustedes?
-Ah... pues no me quejo.
-Lo mismo digo - Contestó Stu.
Miré a todos lados -¿Y Pau...?
Sonó la campana de su escuela indicando que iban a comenzar las clases.
-¿Qué decías?
-Que... hay que salir pronto.
-Me parece bien, aún recuerdo que te debía comida.
Reí -Entonces, luego nos vemos.
Asintió.
-Suerte en esa cárcel - Señalé su escuela.
-Gracias, la necesitaré - Sonrió.
08:10am.
-Qué bueno que no vi a McCartney por ahí.
Reí -¿Por qué?
-Porque me iba a dar dolor de cabeza tan temprano.
Volví a reír -Nunca me haz dicho... el por qué de esa situación, digo... Algo tuvo que hacer para que no lo soportes.
-No, sólo porque desde que lo conocí, no me agrada.
-Ya dime.
-Porque es un niño lindo que quiere todo y... puede conseguirlo con sus caprichos.
-Tienes razón.
Ahora que caminábamos por la banqueta, cerca de nosotros -un poco más adelante- se encontraba un chico que cargaba con un portafolio y caminaba algo desanimado con las manos en los bolsillos.
-Qué ánimos - Susurró Stuart y señaló al chico.
-Lo sé... Sólo míralo.
-Me deprime, ¿qué crees que le haya ocurrido?
-No sé... Pero tuvo que ser algo doloroso.
El chico del que no dejábamos de hablar, volteo hacia su derecha y pude observarlo... ironía de la vida: era Paul.
-Paul... - Susurré.
-¿Qué le sucedió?
-No lo sé... - Caminé más rápido para lograr alcanzarlo.
-No Sally - Me sostuvo.
-¡¿Por qué no?!
-No te rebajes, no ahora...
-Pero... - Comencé a jalarme -¿¡Por qué siempre me impides hablarle?!
Suspiró, me acercó a él abrazándome por la cintura, y con una fuerza moderada... Me besó por primera vez.
///
¡Hola! Esto se está pasando muy rápido... Hmmm, me está gustando(?)
¡Gracias Ximena! Por que siempre veo tu comentario y asdjfhgkl, te lo agradezco.
Cuídense. Las quiero.
Bonita tarde-noche.
<3
jueves, 21 de noviembre de 2013
Capitulo 29.
Sábado, 28 de Junio de 1958.
-Dorothy... Rhone, mucho gusto. Bueno, tú ya sabes muy bien quién soy.
Sonrió mientras miraba a todos lados -¿Estás solo?
-No, mi ... amiga ahora vuelve.
Miré hacia la multitud y vi que -hablando de mi "amiga"- se dirigía hacia nosotros.
-¿Me he perdido de algo?
-Sally... Ella es Dorothy. Dorothy, ella es Sally.
Sonrió -¿Jaucemelt?
Asintió -Disculpa, ¿cómo sabes?
-Todos te conocen por Lennon. La pelea...
-Ah sí sí sí - Interrumpió -Ustedes... ¿De dónde se conocen?
-Es Paul McCartney, de The Quarrymen... es todo.
-Bien - Me miró -¿Nos vamos?
-Claro, claro - Me levanté de la alta banca -Bueno, nos vemos después.
Asintió dándome un beso en la mejilla -Que se diviertan.
Sally no dejaba de mirarla y no se molestó en despedirse.
-¡Qué estúpida! - Gritó mientras salíamos del lugar.
-Tranquila... Es sólo una compañera que me reconoció.
-¿Pero viste cómo se atrevió...? ¡¿Viste eso James Paul McCartney?!
-Sí - Tomé su mano
-¡Suéltame!
Reí tiernamente mientras la veía cruzar sus brazos.
-No estarás celosa, ¿o sí? - Coloqué mis brazos al rededor de su cintura.
-¡Que me sueltes! - Trató de safarse, pero le fue imposible.
Llegando a la habitación del hotel, directamente nos dejamos caer en la cama.
-Me gusta que seas celosa.
-¿Por qué?
-Así me doy cuenta de que en verdad te importo.
Reviró los ojos -Deja lo cursi.
Reí y mi mano derecha fue recorriendo sus cálidas y suaves piernas provocando que soltara un gran suspiro y cerrara sus ojos.
Mis manos siguieron el recorrido de su cuerpo al terminar sus piernas; la curva que se formaba en su cadera, sus brazos, cuello y mejillas. Al terminar mi última parada, me acerqué a ella y besé sus fríos labios.
-No comprendo...
-¿Qué no comprendes? - Pregunté entre besos.
-Esto...
Comencé a desabotonar su blusa llevando así el cierre de su falda. Ella, lentamente, imitó el acto en mí.
En pocos minutos, el frío de Blackpool fue evaporado por el 'calor' que se llegaba a formar.
-Paul... - Colocó una mano sobre mi pecho.
-¿Qué sucede?
-Yo... no... creo que... esto pase, no ahora.
-¿Qué? ¿Por qué?
Encogió los hombros -Realmente no comprendo, y no quiero...
-¿De verdad, Sally? Tú crees que sólo me quiero acostar contigo, ¿y ya? Pensé que confiabas en mí.
-Oye, cálmate un poco. No me refería a eso.
-¿Entonces?
Bajó la mirada.
-Eso imaginé... ¿Estás indecisa entre Stu y yo, cierto?
-¿Indecisa?
-De quién quieres que inicie contigo...
Bufó -No te atrevas...
-Quizá John sí tenía razón.
De pronto sentí un fuerte golpe en mi mejilla. La miré después de reaccionar, pensé en reclamarle pero... No pude.
-... ¿Estás llorando?
-Vete...
-Sally, perdón - Me acerqué a ella
-¡Lárgate!
Obedecí sus palabras, y molesto... Después de vestirme las pocas prendas tiradas, salí del cuarto, con una gran culpa cargando. El lugar donde podía estar ahora, era el bar de hace unos momentos.
Tome asiento en la barra y no sabía realmente que pensar.
-¿Tú de nuevo? ..
Voltee -Dorothy...
Sonrió -¿Necesitas compañía?
-Toma asiento, ¿quieres algo de beber?
Domingo, 29 de Junio de 1958.
01:32am.
Mi vista comenzaba a nublarse, mi cuerpo a tambalearse y mi sentido del conocimiento se desvanecía después de unas... cuantas bebidas.
-Paul, necesito irme. Pero está muy solo y... es Blackpool.
-¿A dónde vas?
-Al hotel.
Di el último sorbo a la cerveza -Vamos, te acompaño.
~
Subí algo pronto. He escrito mucho por las madrugadas, deberían de ver mis ojeras... Pero vale la pena, me gusta el resultado y espero que pronto a ustedes también.
Sí Ximena, jajajajaja. Dot es una... Lamento el capitulo(??) Sé que te agrada McCartney y Sally, pero nada es color de rosa :( lamentablemente.
Cuídense.
Besos.
PD: Lamento cambiar el diseño muchas veces, pero soy algo indecisa. Espero que les guste... (?)
-Dorothy... Rhone, mucho gusto. Bueno, tú ya sabes muy bien quién soy.
Sonrió mientras miraba a todos lados -¿Estás solo?
-No, mi ... amiga ahora vuelve.
Miré hacia la multitud y vi que -hablando de mi "amiga"- se dirigía hacia nosotros.
-¿Me he perdido de algo?
-Sally... Ella es Dorothy. Dorothy, ella es Sally.
Sonrió -¿Jaucemelt?
Asintió -Disculpa, ¿cómo sabes?
-Todos te conocen por Lennon. La pelea...
-Ah sí sí sí - Interrumpió -Ustedes... ¿De dónde se conocen?
-Es Paul McCartney, de The Quarrymen... es todo.
-Bien - Me miró -¿Nos vamos?
-Claro, claro - Me levanté de la alta banca -Bueno, nos vemos después.
Asintió dándome un beso en la mejilla -Que se diviertan.
Sally no dejaba de mirarla y no se molestó en despedirse.
-¡Qué estúpida! - Gritó mientras salíamos del lugar.
-Tranquila... Es sólo una compañera que me reconoció.
-¿Pero viste cómo se atrevió...? ¡¿Viste eso James Paul McCartney?!
-Sí - Tomé su mano
-¡Suéltame!
Reí tiernamente mientras la veía cruzar sus brazos.
-No estarás celosa, ¿o sí? - Coloqué mis brazos al rededor de su cintura.
-¡Que me sueltes! - Trató de safarse, pero le fue imposible.
Llegando a la habitación del hotel, directamente nos dejamos caer en la cama.
-Me gusta que seas celosa.
-¿Por qué?
-Así me doy cuenta de que en verdad te importo.
Reviró los ojos -Deja lo cursi.
Reí y mi mano derecha fue recorriendo sus cálidas y suaves piernas provocando que soltara un gran suspiro y cerrara sus ojos.
Mis manos siguieron el recorrido de su cuerpo al terminar sus piernas; la curva que se formaba en su cadera, sus brazos, cuello y mejillas. Al terminar mi última parada, me acerqué a ella y besé sus fríos labios.
-No comprendo...
-¿Qué no comprendes? - Pregunté entre besos.
-Esto...
Comencé a desabotonar su blusa llevando así el cierre de su falda. Ella, lentamente, imitó el acto en mí.
En pocos minutos, el frío de Blackpool fue evaporado por el 'calor' que se llegaba a formar.
-Paul... - Colocó una mano sobre mi pecho.
-¿Qué sucede?
-Yo... no... creo que... esto pase, no ahora.
-¿Qué? ¿Por qué?
Encogió los hombros -Realmente no comprendo, y no quiero...
-¿De verdad, Sally? Tú crees que sólo me quiero acostar contigo, ¿y ya? Pensé que confiabas en mí.
-Oye, cálmate un poco. No me refería a eso.
-¿Entonces?
Bajó la mirada.
-Eso imaginé... ¿Estás indecisa entre Stu y yo, cierto?
-¿Indecisa?
-De quién quieres que inicie contigo...
Bufó -No te atrevas...
-Quizá John sí tenía razón.
De pronto sentí un fuerte golpe en mi mejilla. La miré después de reaccionar, pensé en reclamarle pero... No pude.
-... ¿Estás llorando?
-Vete...
-Sally, perdón - Me acerqué a ella
-¡Lárgate!
Obedecí sus palabras, y molesto... Después de vestirme las pocas prendas tiradas, salí del cuarto, con una gran culpa cargando. El lugar donde podía estar ahora, era el bar de hace unos momentos.
Tome asiento en la barra y no sabía realmente que pensar.
-¿Tú de nuevo? ..
Voltee -Dorothy...
Sonrió -¿Necesitas compañía?
-Toma asiento, ¿quieres algo de beber?
Domingo, 29 de Junio de 1958.
01:32am.
Mi vista comenzaba a nublarse, mi cuerpo a tambalearse y mi sentido del conocimiento se desvanecía después de unas... cuantas bebidas.
-Paul, necesito irme. Pero está muy solo y... es Blackpool.
-¿A dónde vas?
-Al hotel.
Di el último sorbo a la cerveza -Vamos, te acompaño.
~
Subí algo pronto. He escrito mucho por las madrugadas, deberían de ver mis ojeras... Pero vale la pena, me gusta el resultado y espero que pronto a ustedes también.
Sí Ximena, jajajajaja. Dot es una... Lamento el capitulo(??) Sé que te agrada McCartney y Sally, pero nada es color de rosa :( lamentablemente.
Cuídense.
Besos.
PD: Lamento cambiar el diseño muchas veces, pero soy algo indecisa. Espero que les guste... (?)
lunes, 18 de noviembre de 2013
Capitulo 28.
Sábado, 28 de Junio de 1958.
Narra Paul:
-Vas a ir con Sally, ¿no es así? - Dijo Mike mientras observaba lo que hacía
-He perdido la cuenta de cuantas veces te he dicho... ¡Qué ella no va en mi instituto!
-No me refería al instituto, inteligente.
Dejé de hacer lo que hacía y lo miré.
-¿Entonces?
-Vas a divertirte.
-Con el instituto, nadie se va a divertir.
Encarnó una ceja.
-... Mike, deja de meterte. Que tú quieras ser el niño bueno, no es mi problema - Miré el reloj -Ahora quítate de mi camino... Se hace tarde.
-¡Vas con Sally!
-¿Qué dices? Claro que no, pero si fuera con ella... ¿Qué? ¿Algún problema? - Enfoqué mi mirada en él -Mas te vale que no estés de celoso. Sería muy feo que a mi hermano menor le gustara mi próxima novia, ¿no crees?
11:59am.
Llegué puntual a la estación de autobuses que se encontraba algo retirada del lugar.
Veía constantemente al reloj de mano que tenía; no era tarde aún... Pero estaba emocionado de alguna forma.
De pronto sentí como dos manos tapaban mis ojos, pude percibir el aroma y la pequeña risa que soltaba...
-¿Quién soy?
-¿John?
-¿Cómo supiste?
-Por tu dulce voz de mujer - Reímos
Quitó sus manos y voltee para abrazarla.
-Siento llegar minutos tarde... Me fue difícil desprenderme de mi casa y que me creyera Gabrielle.
-Igual a mí, pero bueno, lo importante es que estamos aquí.
Asintió -¿Sabes? Podemos meternos en problemas... Creo que fue una mala idea.
-¿Qué? No no, para nada.
Sonreímos.
-Bien, fue mi idea pero... No tengo ninguna idea respecto a eso - Señaló un autobús
Reí -No te preocupes, yo te guío.
El autobús tardo en llegar al rededor de 10 largos minutos. El paisaje que se encontraba afuera de éste, acompañaba el momento.
-Entonces, ¿él te gustaba?
Asintió -Nunca lo supo.
-¿Por qué?
-Porque no fui capaz de acercarme a él y verlo directamente a los ojos cuando me observaba.
-¿Y por qué conmigo sí?
-Porque en primera; quien se acercó, fuiste tú. Sino, ahora fuéramos unos completos desconocidos. Y en segunda... - Me miró directamente a los ojos -Tus ojos son muy hermosos.
13:40pm.
Llegamos a nuestro destino algo agotados. Decidimos buscar un hotel donde descansar un pequeño momento y salir por la tarde a conocer Blackpool, bueno... Sólo en el caso de ella.
-Sólo hay una cama.
Me miró -Pido el sofá.
-Antes muerto que dejarte dormir en un sofá con el frío que hace.
-Por favor, no hace frío.
-Lo sentirás en la noche. Olvídalo entonces, yo duermo en el sofá.
-¡Bien! Dormimos los dos ahí - Señaló la cama
-No, de verdad... Duermo aquí - Señalé el sofá
-No te voy a dejar dormir en un sofá - Se dejó caer en la extensa cama -Pido el lado derecho - Acarició la almohada
Así de rápido como llegamos, así de rápido se quedó profundamente dormida. Esbocé una sonrisa después de un suspiro al verla en la cama.
17:52pm.
Narra Sally:
Abrí mis ojos delicadamente y vi a través de las cortinas el cielo azul marino. Supe que ya se hacía de noche y me ponía en un plan nervioso nocturno.
Después de tallar mis ojos, dejé caer mi brazo.
-¡Auch!
Voltee -¡Paul! Lo siento.
Sobó su cabeza -Está bien - Comenzó a reincorporarse -¿Ya descansamos lo suficiente?
Encogí los hombros -Eso creo.
Tardamos poco en salir del hotel. No pude ignorar la mirada que nos lanzaba la joven señorita de recepción junto con la gente que atendía.
-¿Haz visto eso?
-¿Qué exactamente?
-Eso... Cómo nos miraba la gente.
-Tendrás que acostumbrarte. Ese asco de gente se encuentra aquí... Y en todas partes. Además, creo que él que se tendría que molestar, soy yo... Quizá estaban celosos porque no tenían a una chica linda al lado.
Reí desganadamente.
-Tranquila, no te safarás tan fácil de esto.
-¿Por qué lo dices?
-Porque soy Paul McCartney - Rió
-Paul soberbio McCartney - Sonreí
Caminando por las lindas calles de Blackpool, sentí la mano de Paul agarrar la mía. El calor subió a mis mejillas inmediatamente y se apropió de ellas.
Lo miré.
-Es por seguridad - Dijo -No sabes cuantos hombres aquí, jalan mujeres como tú.
-En Liverpool también, ¿no?
Rió -Oh sí, también en Liverpool. ¿Recuerdas?
-Como olvidarlo - Sonreí
Después de pasear y ver las calles del lugar, observé un resplandor de luces a lo lejos, era la feria.
-¡Una feria! - Señalé
Pasó saliva -Sí... ¿Te gusta?
-¡Me encanta! ¡Tenemos que ir!
Bufó -¿Bromeas? Hay muchas cosas lindas aquí... Como por ejemplo...
-¡Sólo unos minutos! - Comencé a jalar de su brazo
Al final, Paul estaba conmigo en la rueda de la fortuna, claro... Después de casi arrastrarlo hasta ahí.
-Qué hermosa vista, ¿no crees?
Asintió.
Lo miré -¿Paul? ¿Paul, te estás tapando los ojos?
-Es que... Me entró una basurita.
Reí -Ajá, una basurita. Ábrelos.
Después de quitar sus manos y ver hacia abajo, saltó poniéndose en su lugar de nuevo -¡Nos vamos a morir! Sally, bajémonos.
Reí -¿Le tienes miedo a las alturas?
-Sólo un... poco.
-Lo hubieras dicho antes, ahora te queda sólo un minuto.
-¿Qué dices? - Comenzó a exaltarse
Lo abracé -Nada nada, tranquilo.
-Tengo ganas de...
Me separé de él rápidamente -¡Ni se te ocurra, McCartney!
-Como puedes soportar esto. Estás loca Sally ¡LOCA!
Reí.
23:00pm.
Supuse que a Paul se le bajaría su ataque de "acrofobia" que tenía, tomando algo. Así que fuimos al bar más cercano donde sonaba rock 'n' roll y estaba lleno de adolescentes.
-Mi padre decía que esta bebida era muy fuerte - Observaba la etiqueta de la botella
-Leve - Arrebató la botella de mis manos -No es para tí.
-¿Por qué no?
-Eres una niña aún. Y hay muchos hombres que sólo ven a las mujeres que se embriagan rápido.
-¿Y después?
-Tú sabes que pasa después.
-No sé... - Me acerqué a él -Soy una niña.
Suspiró -Mejor regresemos al hotel.
-Aún no... ¡Escucha eso!
El jukebox tocaba 'Whole Lotta Shakin' Goin' On' de Jerry Lee Lewis.
-Sally...
-Well, I said come along my baby... We got chicken in the corn! - Me puse de pie -¡Bailemos! - Tomé su mano
-Bien, pero después...
-Sí sí, como digas papá.
Durante el baile, una mujer rubia con cabello corto mantuvo la mirada sobre nosotros, en especial sobre Paul.
Narra Paul:
Al terminar la canción, Sally fue al baño un momento. Me quedé esperando en la barra y observé a una chica rubia que se acercaba a mí.
-¿Paul McCartney?
Asentí -Ese soy yo.
Sonrió -Un gusto verte por aquí.
-Claro... Eh... ¿Cómo me conoces?, ¿ya nos habíamos visto? Perdón, es que no tengo una buena memoria.
Rió -No creo exactamente, vivo en Forthlin Road... - Sonrió -Soy Dorothy Rhone.
~
¡Hola! Después de casi un milenio... Es mi culpa.
Regresé el viernes del concierto de Ringo que fue el jueves pasado. ¡Simplemente hermoso! De verdad, me emocioné muchísimo... Comprendo a Emma ahora.
En otras noticias(?) hay rumores de que Paul hará una gira mundial el año que viene... ¡Tengo que comenzar a ahorrar! Ustedes igual, eh.
¡En fin! Gracias por comentar y así... Me emociona saber que les emociona como a mí(???)
¡Las quiero mucho! Que tengan un lindo comienzo de semana.
Besos ♥
Narra Paul:
-Vas a ir con Sally, ¿no es así? - Dijo Mike mientras observaba lo que hacía
-He perdido la cuenta de cuantas veces te he dicho... ¡Qué ella no va en mi instituto!
-No me refería al instituto, inteligente.
Dejé de hacer lo que hacía y lo miré.
-¿Entonces?
-Vas a divertirte.
-Con el instituto, nadie se va a divertir.
Encarnó una ceja.
-... Mike, deja de meterte. Que tú quieras ser el niño bueno, no es mi problema - Miré el reloj -Ahora quítate de mi camino... Se hace tarde.
-¡Vas con Sally!
-¿Qué dices? Claro que no, pero si fuera con ella... ¿Qué? ¿Algún problema? - Enfoqué mi mirada en él -Mas te vale que no estés de celoso. Sería muy feo que a mi hermano menor le gustara mi próxima novia, ¿no crees?
11:59am.
Llegué puntual a la estación de autobuses que se encontraba algo retirada del lugar.
Veía constantemente al reloj de mano que tenía; no era tarde aún... Pero estaba emocionado de alguna forma.
De pronto sentí como dos manos tapaban mis ojos, pude percibir el aroma y la pequeña risa que soltaba...
-¿Quién soy?
-¿John?
-¿Cómo supiste?
-Por tu dulce voz de mujer - Reímos
Quitó sus manos y voltee para abrazarla.
-Siento llegar minutos tarde... Me fue difícil desprenderme de mi casa y que me creyera Gabrielle.
-Igual a mí, pero bueno, lo importante es que estamos aquí.
Asintió -¿Sabes? Podemos meternos en problemas... Creo que fue una mala idea.
-¿Qué? No no, para nada.
Sonreímos.
-Bien, fue mi idea pero... No tengo ninguna idea respecto a eso - Señaló un autobús
Reí -No te preocupes, yo te guío.
El autobús tardo en llegar al rededor de 10 largos minutos. El paisaje que se encontraba afuera de éste, acompañaba el momento.
-Entonces, ¿él te gustaba?
Asintió -Nunca lo supo.
-¿Por qué?
-Porque no fui capaz de acercarme a él y verlo directamente a los ojos cuando me observaba.
-¿Y por qué conmigo sí?
-Porque en primera; quien se acercó, fuiste tú. Sino, ahora fuéramos unos completos desconocidos. Y en segunda... - Me miró directamente a los ojos -Tus ojos son muy hermosos.
13:40pm.
Llegamos a nuestro destino algo agotados. Decidimos buscar un hotel donde descansar un pequeño momento y salir por la tarde a conocer Blackpool, bueno... Sólo en el caso de ella.
-Sólo hay una cama.
Me miró -Pido el sofá.
-Antes muerto que dejarte dormir en un sofá con el frío que hace.
-Por favor, no hace frío.
-Lo sentirás en la noche. Olvídalo entonces, yo duermo en el sofá.
-¡Bien! Dormimos los dos ahí - Señaló la cama
-No, de verdad... Duermo aquí - Señalé el sofá
-No te voy a dejar dormir en un sofá - Se dejó caer en la extensa cama -Pido el lado derecho - Acarició la almohada
Así de rápido como llegamos, así de rápido se quedó profundamente dormida. Esbocé una sonrisa después de un suspiro al verla en la cama.
17:52pm.
Narra Sally:
Abrí mis ojos delicadamente y vi a través de las cortinas el cielo azul marino. Supe que ya se hacía de noche y me ponía en un plan nervioso nocturno.
Después de tallar mis ojos, dejé caer mi brazo.
-¡Auch!
Voltee -¡Paul! Lo siento.
Sobó su cabeza -Está bien - Comenzó a reincorporarse -¿Ya descansamos lo suficiente?
Encogí los hombros -Eso creo.
Tardamos poco en salir del hotel. No pude ignorar la mirada que nos lanzaba la joven señorita de recepción junto con la gente que atendía.
-¿Haz visto eso?
-¿Qué exactamente?
-Eso... Cómo nos miraba la gente.
-Tendrás que acostumbrarte. Ese asco de gente se encuentra aquí... Y en todas partes. Además, creo que él que se tendría que molestar, soy yo... Quizá estaban celosos porque no tenían a una chica linda al lado.
Reí desganadamente.
-Tranquila, no te safarás tan fácil de esto.
-¿Por qué lo dices?
-Porque soy Paul McCartney - Rió
-Paul soberbio McCartney - Sonreí
Caminando por las lindas calles de Blackpool, sentí la mano de Paul agarrar la mía. El calor subió a mis mejillas inmediatamente y se apropió de ellas.
Lo miré.
-Es por seguridad - Dijo -No sabes cuantos hombres aquí, jalan mujeres como tú.
-En Liverpool también, ¿no?
Rió -Oh sí, también en Liverpool. ¿Recuerdas?
-Como olvidarlo - Sonreí
Después de pasear y ver las calles del lugar, observé un resplandor de luces a lo lejos, era la feria.
-¡Una feria! - Señalé
Pasó saliva -Sí... ¿Te gusta?
-¡Me encanta! ¡Tenemos que ir!
Bufó -¿Bromeas? Hay muchas cosas lindas aquí... Como por ejemplo...
-¡Sólo unos minutos! - Comencé a jalar de su brazo
Al final, Paul estaba conmigo en la rueda de la fortuna, claro... Después de casi arrastrarlo hasta ahí.
-Qué hermosa vista, ¿no crees?
Asintió.
Lo miré -¿Paul? ¿Paul, te estás tapando los ojos?
-Es que... Me entró una basurita.
Reí -Ajá, una basurita. Ábrelos.
Después de quitar sus manos y ver hacia abajo, saltó poniéndose en su lugar de nuevo -¡Nos vamos a morir! Sally, bajémonos.
Reí -¿Le tienes miedo a las alturas?
-Sólo un... poco.
-Lo hubieras dicho antes, ahora te queda sólo un minuto.
-¿Qué dices? - Comenzó a exaltarse
Lo abracé -Nada nada, tranquilo.
-Tengo ganas de...
Me separé de él rápidamente -¡Ni se te ocurra, McCartney!
-Como puedes soportar esto. Estás loca Sally ¡LOCA!
Reí.
23:00pm.
Supuse que a Paul se le bajaría su ataque de "acrofobia" que tenía, tomando algo. Así que fuimos al bar más cercano donde sonaba rock 'n' roll y estaba lleno de adolescentes.
-Mi padre decía que esta bebida era muy fuerte - Observaba la etiqueta de la botella
-Leve - Arrebató la botella de mis manos -No es para tí.
-¿Por qué no?
-Eres una niña aún. Y hay muchos hombres que sólo ven a las mujeres que se embriagan rápido.
-¿Y después?
-Tú sabes que pasa después.
-No sé... - Me acerqué a él -Soy una niña.
Suspiró -Mejor regresemos al hotel.
-Aún no... ¡Escucha eso!
El jukebox tocaba 'Whole Lotta Shakin' Goin' On' de Jerry Lee Lewis.
-Sally...
-Well, I said come along my baby... We got chicken in the corn! - Me puse de pie -¡Bailemos! - Tomé su mano
-Bien, pero después...
-Sí sí, como digas papá.
Durante el baile, una mujer rubia con cabello corto mantuvo la mirada sobre nosotros, en especial sobre Paul.
Narra Paul:
Al terminar la canción, Sally fue al baño un momento. Me quedé esperando en la barra y observé a una chica rubia que se acercaba a mí.
-¿Paul McCartney?
Asentí -Ese soy yo.
Sonrió -Un gusto verte por aquí.
-Claro... Eh... ¿Cómo me conoces?, ¿ya nos habíamos visto? Perdón, es que no tengo una buena memoria.
Rió -No creo exactamente, vivo en Forthlin Road... - Sonrió -Soy Dorothy Rhone.
~
¡Hola! Después de casi un milenio... Es mi culpa.
Regresé el viernes del concierto de Ringo que fue el jueves pasado. ¡Simplemente hermoso! De verdad, me emocioné muchísimo... Comprendo a Emma ahora.
En otras noticias(?) hay rumores de que Paul hará una gira mundial el año que viene... ¡Tengo que comenzar a ahorrar! Ustedes igual, eh.
¡En fin! Gracias por comentar y así... Me emociona saber que les emociona como a mí(???)
¡Las quiero mucho! Que tengan un lindo comienzo de semana.
Besos ♥
martes, 12 de noviembre de 2013
Capitulo 27.
Viernes 27 de Junio de 1958.
22:30pm.
Me separé de él rápidamente y cubrí mis labios con mis manos. Voltee desesperadamente al escenario, a la barra y a la multitud... Todo parecía normal.
-¡Albert! - Grité en un susurro
Salí del lugar sin mirar atrás.
"¿Y si vio alguien más?" Pensaba lo peor en ese momento, quizá Paul vio el acto y... ¡No! No podía ni imaginarlo. Comenzaba a aclarar mis sentimientos; uno por uno, persona por persona y luego llega Albert recordándome que él también debe estar de alguna forma en ellos.
-Sally...
Se acercó a mí.
-Discúlpame... Es sólo que me dejé llevar, hace tiempo que no te veía y te extrañaba demasiado. Muchos recuerdos inundaron mi mente y...
-No tenías por qué - Lo miré -¿Sabes? De verdad quiero a ese chico que se encontraba cantando ahí... ¿Y si vio? ¿Qué haré?
-Espera... ¿Eres su novia?
Negué.
-Sé que tú no eres así. Sé que si te gusta una persona, quieres quedar bien con ella, lo sé muy bien. Y es... - Suspiró -Agradable que sigas tu vida.
Me quedé en silencio mientras veía la calle de Liverpool.
-Él es muy afortunado - Besó mi mejilla -Cuídate ¿si? Te quiero demasiado Sally.
Metió las manos a sus bolsillos y desapareció en minutos.
Las lágrimas no tardaron en venir. No quería despedirme de él de esa forma, pero no tuve opción. Al recordar aquellos momentos en Francia cuando me protegía como a nadie, me trataba de una manera única y era el único que me comprendía, más lágrimas me invadieron.
Comencé a caminar con la vista baja, odiaba llorar enfrente de las personas, pensaba que sólo provocas más lástima de la que llevas adentro.
-¡Juicy!
-¿Stuart? - Lo miré
Sonrió -Hola - Al mirarme, borró su sonrisa -Espera... ¿Qué te sucede?
Joder, se me había olvidado por un momento que estaba llorando.
-Nada... - Bajé la mirada
-A mí no me engañas tan fácil - Tomó mi barbilla -¿Qué pasó?
-Sólo bostecé, nada de otro mundo.
-¿Paul, cierto? ¿Fue ese idiota?
-Claro que no. No fue nadie... No fue nada.
-Si no quieres decir... No digas nada, pero déjame estar contigo.
23:49am.
Después de permanecer varios minutos sentados en un callejón oscuro cerca de ahí, Stuart decidió romper el silencio.
-Me alegra que no fuera nada.
-Fue nostalgia. Esta tarde me encontré con Albert, sentado... Tocando el piano.
-¿Albert?
-Es un amigo muy querido de Francia.
-Amigo...
-Nuestra amistad era algo diferente.
-¿Cómo con Paul?
-Paul es otro cuento, pero... parecido - Suspiré -Entonces, me recordó tantas cosas vividas en Lille, Francia. Hizo que pensara dos veces sobre mi estancia aquí. Porque, ¿sabes? No vine por que mis padres quisieron, me escapé. Ahora ellos están pendientes de mí... De cada error que cometa para que me regrese al internado en Francia.
-Entonces... ¿Te irás?
-Lo dudo Stu. Deseo verte como todo un artista profesional al que todo mundo aprecia, y a The Quarrymen convertidos en la banda del año y del siglo.
-Quisiera pensar del todo como tú. The Quarrymen, vamos... Tengo que aceptar que Paul es muy bueno al igual que George... y John, bueno... John es John Lennon - Reí -Por otra parte, yo pienso que nunca saldré de aquí y que seguiré pintando por gusto, sin alguien que pueda valorar lo que hago.
-Oh Stu, ¿de verdad crees que exista alguien que no pueda valorar tus pinturas?
Sonrió -Amo tu optimismo - Tomó mi mano
Sentí como de repente, los nervios tomaron gran parte de mí en ese momento y como mis mejillas -a pesar del frío- comenzaban a calentarse.
El reloj de Liverpool sonó indicando que ya era Sábado, 28 de Junio de 1958.
-Ya es otro día... Tengo que irme - Dije levantándome y soltando su mano -Gabrielle me va a matar.
-Bien - Se levantó igual
-Adiós - Sonreí y di media vuelta
-¿Piensas que te dejaré sola a estas horas? Vamos, te acompaño.
"No Stuart. Tengo muchas cosas por pensar y arreglar... Sólo quiero evitarme de problemas" pensé.
-Cla... Claro.
En el camino, casi no hubo plática. Stuart era así, callado... reservado y muy curioso, pero a pesar de eso; disfrutaba de su compañía.
-Y... - Dije para romper el silencio -¿Cómo vas con Molly?
-Todo bien, tranquilo.
-¿La quieres?
-¿Hmm?
-Que si la quieres - Repetí dudosa
-Le tengo cariño. Es muy bella en todos los aspectos, y tiene... un buen gusto musical.
-¿Pero...?
-Pero sinceramente, no creo que esto tenga futuro.
-¿Sabes? Ella desea cambiar. Desde que la conozco, sueña con un hombre tipo... Tú.
-¿Tipo yo?
-Si, ya sabes... Caballeroso, apuesto, culto, talentoso, interesante...
Me miró con una sonrisa y desee que me tragara la fría banqueta en la que caminábamos.
De nuevo -en el camino para llegar a mi casa- nadie dijo nada después de mis últimas palabras.
-Stuart.
-¿Dime?
-Dícelo.
Asintió.
Coloqué mi mano en su hombro -Por favor.
Asintió de nuevo y abrí la puerta de mi casa.
-Gracias por acompañarme. Nos vemos después - Besé su mejilla
-Cuídate.
Sonreí y dí un paso para entrar.
-... ¡Sally!
Voltee.
-Eh...
-¿Qué sucede?
-... Gracias a tí.
-¿Qué? ¿Por qué?
Encogió los hombros y reí.
Después de cerrar la puerta, subí sigilosamente. Por suerte, Gabrielle se encontraba dormida.
Abrí la puerta de mi cuarto, y la poca luz que entraba hizo que me percatara de una carta que estaba a mitad de mi cama.
"De: Molly.
Para: Juicy"
Extrañada, abrí el sobre:
"Lo siento, fue una pequeña mentira para engañar a Gabrielle.
En fin, la respuesta es sí. Te veo a las 12:00pm en el lugar acordado.
22:30pm.
Me separé de él rápidamente y cubrí mis labios con mis manos. Voltee desesperadamente al escenario, a la barra y a la multitud... Todo parecía normal.
-¡Albert! - Grité en un susurro
Salí del lugar sin mirar atrás.
"¿Y si vio alguien más?" Pensaba lo peor en ese momento, quizá Paul vio el acto y... ¡No! No podía ni imaginarlo. Comenzaba a aclarar mis sentimientos; uno por uno, persona por persona y luego llega Albert recordándome que él también debe estar de alguna forma en ellos.
-Sally...
Se acercó a mí.
-Discúlpame... Es sólo que me dejé llevar, hace tiempo que no te veía y te extrañaba demasiado. Muchos recuerdos inundaron mi mente y...
-No tenías por qué - Lo miré -¿Sabes? De verdad quiero a ese chico que se encontraba cantando ahí... ¿Y si vio? ¿Qué haré?
-Espera... ¿Eres su novia?
Negué.
-Sé que tú no eres así. Sé que si te gusta una persona, quieres quedar bien con ella, lo sé muy bien. Y es... - Suspiró -Agradable que sigas tu vida.
Me quedé en silencio mientras veía la calle de Liverpool.
-Él es muy afortunado - Besó mi mejilla -Cuídate ¿si? Te quiero demasiado Sally.
Metió las manos a sus bolsillos y desapareció en minutos.
Las lágrimas no tardaron en venir. No quería despedirme de él de esa forma, pero no tuve opción. Al recordar aquellos momentos en Francia cuando me protegía como a nadie, me trataba de una manera única y era el único que me comprendía, más lágrimas me invadieron.
Comencé a caminar con la vista baja, odiaba llorar enfrente de las personas, pensaba que sólo provocas más lástima de la que llevas adentro.
-¡Juicy!
-¿Stuart? - Lo miré
Sonrió -Hola - Al mirarme, borró su sonrisa -Espera... ¿Qué te sucede?
Joder, se me había olvidado por un momento que estaba llorando.
-Nada... - Bajé la mirada
-A mí no me engañas tan fácil - Tomó mi barbilla -¿Qué pasó?
-Sólo bostecé, nada de otro mundo.
-¿Paul, cierto? ¿Fue ese idiota?
-Claro que no. No fue nadie... No fue nada.
-Si no quieres decir... No digas nada, pero déjame estar contigo.
23:49am.
Después de permanecer varios minutos sentados en un callejón oscuro cerca de ahí, Stuart decidió romper el silencio.
-Me alegra que no fuera nada.
-Fue nostalgia. Esta tarde me encontré con Albert, sentado... Tocando el piano.
-¿Albert?
-Es un amigo muy querido de Francia.
-Amigo...
-Nuestra amistad era algo diferente.
-¿Cómo con Paul?
-Paul es otro cuento, pero... parecido - Suspiré -Entonces, me recordó tantas cosas vividas en Lille, Francia. Hizo que pensara dos veces sobre mi estancia aquí. Porque, ¿sabes? No vine por que mis padres quisieron, me escapé. Ahora ellos están pendientes de mí... De cada error que cometa para que me regrese al internado en Francia.
-Entonces... ¿Te irás?
-Lo dudo Stu. Deseo verte como todo un artista profesional al que todo mundo aprecia, y a The Quarrymen convertidos en la banda del año y del siglo.
-Quisiera pensar del todo como tú. The Quarrymen, vamos... Tengo que aceptar que Paul es muy bueno al igual que George... y John, bueno... John es John Lennon - Reí -Por otra parte, yo pienso que nunca saldré de aquí y que seguiré pintando por gusto, sin alguien que pueda valorar lo que hago.
-Oh Stu, ¿de verdad crees que exista alguien que no pueda valorar tus pinturas?
Sonrió -Amo tu optimismo - Tomó mi mano
Sentí como de repente, los nervios tomaron gran parte de mí en ese momento y como mis mejillas -a pesar del frío- comenzaban a calentarse.
El reloj de Liverpool sonó indicando que ya era Sábado, 28 de Junio de 1958.
-Ya es otro día... Tengo que irme - Dije levantándome y soltando su mano -Gabrielle me va a matar.
-Bien - Se levantó igual
-Adiós - Sonreí y di media vuelta
-¿Piensas que te dejaré sola a estas horas? Vamos, te acompaño.
"No Stuart. Tengo muchas cosas por pensar y arreglar... Sólo quiero evitarme de problemas" pensé.
-Cla... Claro.
En el camino, casi no hubo plática. Stuart era así, callado... reservado y muy curioso, pero a pesar de eso; disfrutaba de su compañía.
-Y... - Dije para romper el silencio -¿Cómo vas con Molly?
-Todo bien, tranquilo.
-¿La quieres?
-¿Hmm?
-Que si la quieres - Repetí dudosa
-Le tengo cariño. Es muy bella en todos los aspectos, y tiene... un buen gusto musical.
-¿Pero...?
-Pero sinceramente, no creo que esto tenga futuro.
-¿Sabes? Ella desea cambiar. Desde que la conozco, sueña con un hombre tipo... Tú.
-¿Tipo yo?
-Si, ya sabes... Caballeroso, apuesto, culto, talentoso, interesante...
Me miró con una sonrisa y desee que me tragara la fría banqueta en la que caminábamos.
De nuevo -en el camino para llegar a mi casa- nadie dijo nada después de mis últimas palabras.
-Stuart.
-¿Dime?
-Dícelo.
Asintió.
Coloqué mi mano en su hombro -Por favor.
Asintió de nuevo y abrí la puerta de mi casa.
-Gracias por acompañarme. Nos vemos después - Besé su mejilla
-Cuídate.
Sonreí y dí un paso para entrar.
-... ¡Sally!
Voltee.
-Eh...
-¿Qué sucede?
-... Gracias a tí.
-¿Qué? ¿Por qué?
Encogió los hombros y reí.
Después de cerrar la puerta, subí sigilosamente. Por suerte, Gabrielle se encontraba dormida.
Abrí la puerta de mi cuarto, y la poca luz que entraba hizo que me percatara de una carta que estaba a mitad de mi cama.
"De: Molly.
Para: Juicy"
Extrañada, abrí el sobre:
"Lo siento, fue una pequeña mentira para engañar a Gabrielle.
En fin, la respuesta es sí. Te veo a las 12:00pm en el lugar acordado.
Te quiere: McCartney."
~
¡Hola! Siento subir después de mucho tiempo... Es que estaba escribiendo más y más por la madrugada en compañía de música de The Beatles.
Tengo muchas ideas para esta fic, asdfghkjlñ.
¡Las quiero mucho! Cuídense.
Besos ♥
miércoles, 6 de noviembre de 2013
Capitulo 26.
Viernes 27 de Junio de 1958.
Dos días más y se cumplía una semana desde que por poco tenía algo más que una simple amistad con amor secreto con Paul.
Aún podía sentir de alguna manera las yemas de sus dedos pasando suavemente por mis piernas, sus labios besando mi cuello desesperadamente, y el calor que comenzábamos a formar. Pero por suerte, no pasó de más.
Exhausta por el largo día de seis horas en la escuela, abrí desganadamente la puerta de mi cafetería preferida.
-¿Y ya pensaste bien en cómo te las vas a ingeniar?
-No muy bien... ¿Sabes?, mentir tiene su lado bueno.
Molly había llegado minutos después. Ahora nos encontrábamos platicando:
-Sí que lo tiene. ¿Haz hablado con Paul acerca de tu... idea?
-No realmente, supongo que le agradará al igual que a mí. Él es muy divertido, y somos algo diferentes... la pasamos bien juntos - Moví la cucharita del té con una sonrisa en el rostro
-¿A qué te refieres?
-Oh Molly - Reí y la miré -No... no lo que piensas.
-Más te vale. Sabes que eres como mi hermana menor.
-Lo sé, claro que lo sé - Sonreí -¿Qué tal Stuart?
-Stu... ehh...
-¿Sucede algo?
-Al contrario, no sucede nada. Lo quiero mucho, es todo un caballero y muy culto, algo que no soy yo.
Reviré los ojos -Se como eres Molly, no cambies por nadie porque esa persona se estará enamorando de un 'tú' equivocado - Sonrió y apreté su mejilla -Stuart es un idiota.
18:47pm.
Sentada afuera del museo que estaba a punto de cerrar, me encontraba viendo hacia el cielo... Un lindo cielo añil se apoderaba de Liverpool indicando que pronto anochecería.
Ni un libro por leer, ni nada más por observar. Sólo me quedaba contemplar mis frías manos. Comencé a acariciar el aire al compás de una canción de piano que se escuchaba a lo lejos recordandome los días de ballet.
Era una melodía muy hermosa, tanto que me provocó ir a buscarla.
Estaba cerca, podía escuchar. Se encontraba en un salón de un edificio algo alto. La puerta estaba entrecerrada; asomé mi vista por la pequeña línea que quedaba.
Sus codos moviéndose delicadamente, y sus manos rozando las teclas del piano...
-Stravinsky.
Volteo al tiempo que salieron las palabras de mi boca. Era Albert, Albert Mussen.
-¡Albert!
-¿Sally?
Asentí y tapé mi boca con mis dos manos, después lanzó una pequeña risa.
-¡Sally! - Se acercó y me abrazó
-No puedo creerlo, ¿qué haces en Liverpool?
-Tengo una presentación en Londres y mi maestro de París vive aquí. Sabía que te vería.
-¿Cómo?
-Todos en las orillas de Lille saben que escapaste a Liverpool.
Sonreí y bajé la mirada -No me escapé, sólo necesitaba mi espacio.
-Es verdad e hiciste lo mejor. Me agrada verte después de un largo tiempo - Se separó de mí -¿Qué es de tu vida? ¿Novio?, ¿hijos? ... ¿Casada?
Reí y negué con la cabeza.
-¿Por qué no? Después de todo, ya tienes 15.
-Deja de recordármelo.
Rió -¿Qué tiene?
-No sé... Es que ha pasado mucho tiempo.
-Dímelo a mí, tengo 19 - Miró el piano -Me he cansado de practicar, ¿tienes algún plan para esta tarde-noche?
-Pues, no...
-¿Serías mi guía por la ciudad? Me da curiosidad conocerle un poco.
Sonreí -Claro.
19:40pm.
-A mi me darías un Whisky, por favor.
Nos encontrábamos sentados en la barra de un bar. La persona que nos atendía lo miró con una ceja encarnada.
-Tráigale una cerveza, y deje la botella. Por favor.
-En seguida.
Se retiró y Albert me miró extrañado.
-Si quieres tener clase en Liverpool, te van a apedrear.
-No es clase... Sólo que estoy acostumbrado ha...
-Lo es - Lo miré -¿Y cuánto tiempo estarás más por aquí?
-Me temo que esta tarde nada más, mañana voy a Londres a presentarme y regreso a París en la madrugada.
-¿Tan pronto?
Asintió -Tengo que estudiar - Dijo con desagrado -¿Tú sigues haciendo eso?
Pasé saliva -Artes.
-¿Estás en...?
-No no, ballet ya no.
-¿Por qué? Eres muy buena.
-No sé, quise probar cosas nuevas.
-¿Cómo?
-Eh... Tocar en una banda, por ejemplo.
-¿Qué dices? - Tomó una cerveza que dejaron en la barra -Sally Gresendre Jaucemelt tocando en una banda... Es algo raro.
-Me he dado cuenta que me atrae lo raro.
-Entonces intentaré serlo.
20:56pm.
-Vuelve a Francia, todos te extrañamos.
Ahora caminábamos por el boulevard de Liverpool; uno de mis lugares preferidos del la ciudad.
-¿Quiénes son todos?
-Tus padres, familiares... amigos.
-¿Esa gente adinerada y creída?
-¿También piensas así de mí?
-No, tú me agradas porque eres... diferente.
Sonrió -Ojalá hayas tomado una decisión que te haga muy feliz.
Asentí -Ahora tengo una nueva vida.
-Sólo espero que te sigas acordando de tu país.
-¿Estás loco? Pero claro que sí, Francia es mi todo.
-¿Qué te digo? Francia y yo te extrañaremos mucho.
-Volveré pronto, quizá haga mi vida allá.
-¿Crees? Yo digo que te enamorarás de un inglés y me dejarás en el olvido como parte de tu pasado.
Encogí los hombros -Nadie sabe cuantas vueltas da la vida.
22:13pm.
-¿Quieres entrar?
Señalé un bar nocturno donde sonaba Rock 'n' Roll muy fuerte. Supuse en cuestión de segundos, que eran The Quarrymen.
-Entremos - Contestó
¿Cómo iba a equivocarme? La voz de Paul me era única, 'Twenty Flight Rock' era la canción que cantaba ahora en compañía de los chicos. Lamentablemente no podía verlo pero sabía como acercarme.
-Son buenos ¿no crees?
-Demasiado.
-Ven, te presentaré a los que tocan, son mis amigos - Lo jalé y agarró mi mano deteniéndome en el acto -¿Qué sucede?
-Sally, me tengo que ir.
-Ahora nos vamos, sólo ven... Uno de ellos es el chico que me...
Me calló en cuestión de segundos al jalarme hacia él y juntar sus labios con los míos.
~
¡Hola! Lamento subir hasta ahora, ya algunas saben -porque apenas leí las fic- que me fui de viaje y me fue imposible. Además, pasó algo en mi vida y... no tuve muchas ganas, pero life goes on bra con The Beatles, así que aquí tienen este capitulo(???)
¡Les mando muchos saludos! Las quiero mucho y espero que suban pronto ustedes también (no sigan mi ejemplo). Y les deseo lo mejor para este Noviembre, y shalalala.
Sueñen con su Beatle favorito o con los 4 o a quien amen.
<3.
Dos días más y se cumplía una semana desde que por poco tenía algo más que una simple amistad con amor secreto con Paul.
Aún podía sentir de alguna manera las yemas de sus dedos pasando suavemente por mis piernas, sus labios besando mi cuello desesperadamente, y el calor que comenzábamos a formar. Pero por suerte, no pasó de más.
Exhausta por el largo día de seis horas en la escuela, abrí desganadamente la puerta de mi cafetería preferida.
-¿Y ya pensaste bien en cómo te las vas a ingeniar?
-No muy bien... ¿Sabes?, mentir tiene su lado bueno.
Molly había llegado minutos después. Ahora nos encontrábamos platicando:
-Sí que lo tiene. ¿Haz hablado con Paul acerca de tu... idea?
-No realmente, supongo que le agradará al igual que a mí. Él es muy divertido, y somos algo diferentes... la pasamos bien juntos - Moví la cucharita del té con una sonrisa en el rostro
-¿A qué te refieres?
-Oh Molly - Reí y la miré -No... no lo que piensas.
-Más te vale. Sabes que eres como mi hermana menor.
-Lo sé, claro que lo sé - Sonreí -¿Qué tal Stuart?
-Stu... ehh...
-¿Sucede algo?
-Al contrario, no sucede nada. Lo quiero mucho, es todo un caballero y muy culto, algo que no soy yo.
Reviré los ojos -Se como eres Molly, no cambies por nadie porque esa persona se estará enamorando de un 'tú' equivocado - Sonrió y apreté su mejilla -Stuart es un idiota.
18:47pm.
Sentada afuera del museo que estaba a punto de cerrar, me encontraba viendo hacia el cielo... Un lindo cielo añil se apoderaba de Liverpool indicando que pronto anochecería.
Ni un libro por leer, ni nada más por observar. Sólo me quedaba contemplar mis frías manos. Comencé a acariciar el aire al compás de una canción de piano que se escuchaba a lo lejos recordandome los días de ballet.
Era una melodía muy hermosa, tanto que me provocó ir a buscarla.
Estaba cerca, podía escuchar. Se encontraba en un salón de un edificio algo alto. La puerta estaba entrecerrada; asomé mi vista por la pequeña línea que quedaba.
Sus codos moviéndose delicadamente, y sus manos rozando las teclas del piano...
-Stravinsky.
Volteo al tiempo que salieron las palabras de mi boca. Era Albert, Albert Mussen.
-¡Albert!
-¿Sally?
Asentí y tapé mi boca con mis dos manos, después lanzó una pequeña risa.
-¡Sally! - Se acercó y me abrazó
-No puedo creerlo, ¿qué haces en Liverpool?
-Tengo una presentación en Londres y mi maestro de París vive aquí. Sabía que te vería.
-¿Cómo?
-Todos en las orillas de Lille saben que escapaste a Liverpool.
Sonreí y bajé la mirada -No me escapé, sólo necesitaba mi espacio.
-Es verdad e hiciste lo mejor. Me agrada verte después de un largo tiempo - Se separó de mí -¿Qué es de tu vida? ¿Novio?, ¿hijos? ... ¿Casada?
Reí y negué con la cabeza.
-¿Por qué no? Después de todo, ya tienes 15.
-Deja de recordármelo.
Rió -¿Qué tiene?
-No sé... Es que ha pasado mucho tiempo.
-Dímelo a mí, tengo 19 - Miró el piano -Me he cansado de practicar, ¿tienes algún plan para esta tarde-noche?
-Pues, no...
-¿Serías mi guía por la ciudad? Me da curiosidad conocerle un poco.
Sonreí -Claro.
19:40pm.
-A mi me darías un Whisky, por favor.
Nos encontrábamos sentados en la barra de un bar. La persona que nos atendía lo miró con una ceja encarnada.
-Tráigale una cerveza, y deje la botella. Por favor.
-En seguida.
Se retiró y Albert me miró extrañado.
-Si quieres tener clase en Liverpool, te van a apedrear.
-No es clase... Sólo que estoy acostumbrado ha...
-Lo es - Lo miré -¿Y cuánto tiempo estarás más por aquí?
-Me temo que esta tarde nada más, mañana voy a Londres a presentarme y regreso a París en la madrugada.
-¿Tan pronto?
Asintió -Tengo que estudiar - Dijo con desagrado -¿Tú sigues haciendo eso?
Pasé saliva -Artes.
-¿Estás en...?
-No no, ballet ya no.
-¿Por qué? Eres muy buena.
-No sé, quise probar cosas nuevas.
-¿Cómo?
-Eh... Tocar en una banda, por ejemplo.
-¿Qué dices? - Tomó una cerveza que dejaron en la barra -Sally Gresendre Jaucemelt tocando en una banda... Es algo raro.
-Me he dado cuenta que me atrae lo raro.
-Entonces intentaré serlo.
20:56pm.
-Vuelve a Francia, todos te extrañamos.
Ahora caminábamos por el boulevard de Liverpool; uno de mis lugares preferidos del la ciudad.
-¿Quiénes son todos?
-Tus padres, familiares... amigos.
-¿Esa gente adinerada y creída?
-¿También piensas así de mí?
-No, tú me agradas porque eres... diferente.
Sonrió -Ojalá hayas tomado una decisión que te haga muy feliz.
Asentí -Ahora tengo una nueva vida.
-Sólo espero que te sigas acordando de tu país.
-¿Estás loco? Pero claro que sí, Francia es mi todo.
-¿Qué te digo? Francia y yo te extrañaremos mucho.
-Volveré pronto, quizá haga mi vida allá.
-¿Crees? Yo digo que te enamorarás de un inglés y me dejarás en el olvido como parte de tu pasado.
Encogí los hombros -Nadie sabe cuantas vueltas da la vida.
22:13pm.
-¿Quieres entrar?
Señalé un bar nocturno donde sonaba Rock 'n' Roll muy fuerte. Supuse en cuestión de segundos, que eran The Quarrymen.
-Entremos - Contestó
¿Cómo iba a equivocarme? La voz de Paul me era única, 'Twenty Flight Rock' era la canción que cantaba ahora en compañía de los chicos. Lamentablemente no podía verlo pero sabía como acercarme.
-Son buenos ¿no crees?
-Demasiado.
-Ven, te presentaré a los que tocan, son mis amigos - Lo jalé y agarró mi mano deteniéndome en el acto -¿Qué sucede?
-Sally, me tengo que ir.
-Ahora nos vamos, sólo ven... Uno de ellos es el chico que me...
Me calló en cuestión de segundos al jalarme hacia él y juntar sus labios con los míos.
~
¡Hola! Lamento subir hasta ahora, ya algunas saben -porque apenas leí las fic- que me fui de viaje y me fue imposible. Además, pasó algo en mi vida y... no tuve muchas ganas, pero life goes on bra con The Beatles, así que aquí tienen este capitulo(???)
¡Les mando muchos saludos! Las quiero mucho y espero que suban pronto ustedes también (no sigan mi ejemplo). Y les deseo lo mejor para este Noviembre, y shalalala.
Sueñen con su Beatle favorito o con los 4 o a quien amen.
<3.
jueves, 31 de octubre de 2013
Capitulo 25.
Domingo 22 de Junio de 1958.
-Paul... - Susurré
-¿Hmm? - No dejaba de besar mi cuello
-Espera... - Coloqué una mano sobre su pecho
-¿Qué sucede? - Se separó
Puse mi dedo a mitad de mi boca indicándole que guardara silencio. Vi su cabello alborotado y reí un poco.
-Tocaron la puerta...
-Ignora eso - Se acercó de nuevo a mí
-No - Me separé -Sólo... no te muevas, ¿si?
-Está bien - Sonrió desganadamente
Me levanté algo acalorada mientras acomodaba mi cabello rápidamente. Bajé las escaleras y asomé la mirada através de la cortina que cubría la ventana de la entrada.
John... Lennon... ¿Qué hacía en mi casa? Me separé de la cortina provocando que se moviera.
-Juicy!- Gritó atrás de la puerta -Necesito hablar contigo.
-¿Cómo sabes dónde vivo?
-¿Se te olvida que soy amigo de Paul y pueblerino de Liverpool?
-¿Qué quieres hablar? ¿No puede ser otro día?
-Aparte de eso, vengo a entregarte el maldito trabajo... Falta más de tu parte.
Toqué la manija de la puerta pensando dos veces -Espera un segundo - Suspiré
Subí a mi cuarto y vi a Paul sentado en la cama.
-Es John.
-¿Qué? ¿Qué hace él aquí? - Se levantó rápidamente
-¡No! - Lo jalé del brazo -No tiene que verte aquí.
Encarnó una ceja -¿Ocultas algo?
-Nada de eso, sino que... Ya sabes como es John y de lo que es capaz de decir.
Apretó los labios -Está bien, esperaré aquí.
Sonreí -Gracias. Te lo pagaré muy pronto.
Rió y tomó asiento en la cama de nuevo.
Narra John:
-¡Vaya!
-El trabajo - Extendió la mano
-Ten... - Le di las hojas para después dar media vuelta e irme
-Hey, ¿a dónde vas? - Comenzó a ver hoja por hoja -Te falta.
-Claro que no, a ti te falta.
-¡Yo hice 25 hojas, John! Tú hiciste... - Terminó de inspeccionarlas -¿5? ¡¿5 malditas hojas?!
-Ya qué...
-¿Ya qué? Pero si serás estúpido Winston, esto se llama trabajo en equipo - Señaló el trabajo -No quiero salirme del college sólo porque a John Lennon se le ocurrió hacer 5 malditas hojas de 30.
-Tú eres también estúpida, te faltan 5 hojas.
-¡¿Estúpida?! Si lo fuera, me hubiera quedado ayer...
-Al contrario. Hubieras sido una de las mujeres más afortunadas en todo Liverpool y Francia.
-¡Idiota! - Gritó -¿Cómo no te da vergüenza?
-¿Vergüenza qué? - Reí -¿Tú hablando de vergüenza? Pfff, luego dices que no eres estúpida.
-¡Tu madre! - Aventó el trabajo y cerró azotando la puerta
Después de verla y reaccionar, comencé a golpear la puerta.
-¡Con Julia no te metas! ¡Y abre la jodida puerta! - Me calmé por unos segundos -... Juicy, abre... Tenemos que terminar esto, yo tampoco quiero salirme del college, Mimi me mataría.
Abrió la puerta.
-Lo siento ¿si?
Asintió -Ahora no puedo acabar el trabajo.
-¡Mañana se entrega!
-¡Ya lo sé! Sólo espera aquí, bajaré los pocos apuntes que tengo.
Subió las escaleras.
Me era tentador entrar al hogar de Juicy, visitar su cuarto... Y hablar bien con ella. Entrecerré la puerta y subí sigilosamente.
Se escuchaban susurros através de la cerrada puerta, supuse que alguien estaba con ella ya que logré escuchar igual, una voz algo grave. Deslicé mis dedos por la manija de la puerta tratando de no provocar ruido alguno, desgraciadamente... mi plan salió mal.
-¿John? ... ¡Te dije que ya iba!
-Abre.
-¿Qué quieres?
-Oh, no es lo que yo estoy pensando... ¿O sí?
Abrió un poco la puerta.
-Ten - Me dió una libreta -Trágatela, y mañana nos vemos. Cierra cuando salgas.
-¿Paul? Sal amigo, ya sé que eres tú.
-¿De qué hablas?
-Oh vamos Juicy, no quieras esconderlo - Abrí la puerta por completo y para mi sorpresa, no se encontraba nadie
-¿Qué te sucede?
-¿Dónde está, Juicy? - Entré al cuarto -¿Aquí, cierto? - Señalé el armario
-En ningún lugar de esta casa.
Abrí el armario.
-John... Déjate de idioteces.
-¡En el baño! - Fui al que supuse yo, era el baño. Abrí la puerta y... nada
-¡Fuera de mi casa!
-Pero...
-¡Adiós!
18:00pm.
Narra Sally:
-¿Estás bien?
-Sí, sí.
-Lamento eso.
-Yo lamento que John sea un idiota.
-No es tu culpa... - Reímos
-Estando ahí, me encontré con... una caja.
-¿Una caja? - Me asomé por debajo de la cama y la vi -¿Esta? - La saqué y se la mostré
-Sí.
-¿Qué día es hoy? ¿El día de llenar a Sally con recuerdos? - Abrí la pequeña caja que contenía fotografías
Junto con Paul, revisé y recordé cada fotografía hasta que llegara la noche.
-¿Quién es él? - Acercó una fotografía a mi vista
-Oh - La tomé -Era un amigo - Sonreí
Me miró encarnando una ceja.
-Mi amor frustrado.
-¡¿Amor frustrado?!
Reí -Bueno... Ahora ya no.
-¿Entonces quién es? - Me miró con ojos tristes
Me acerqué a él para juntar nuestros labios de inmediato.
-Paul... - Susurré
-¿Hmm? - No dejaba de besar mi cuello
-Espera... - Coloqué una mano sobre su pecho
-¿Qué sucede? - Se separó
Puse mi dedo a mitad de mi boca indicándole que guardara silencio. Vi su cabello alborotado y reí un poco.
-Tocaron la puerta...
-Ignora eso - Se acercó de nuevo a mí
-No - Me separé -Sólo... no te muevas, ¿si?
-Está bien - Sonrió desganadamente
Me levanté algo acalorada mientras acomodaba mi cabello rápidamente. Bajé las escaleras y asomé la mirada através de la cortina que cubría la ventana de la entrada.
John... Lennon... ¿Qué hacía en mi casa? Me separé de la cortina provocando que se moviera.
-Juicy!- Gritó atrás de la puerta -Necesito hablar contigo.
-¿Cómo sabes dónde vivo?
-¿Se te olvida que soy amigo de Paul y pueblerino de Liverpool?
-¿Qué quieres hablar? ¿No puede ser otro día?
-Aparte de eso, vengo a entregarte el maldito trabajo... Falta más de tu parte.
Toqué la manija de la puerta pensando dos veces -Espera un segundo - Suspiré
Subí a mi cuarto y vi a Paul sentado en la cama.
-Es John.
-¿Qué? ¿Qué hace él aquí? - Se levantó rápidamente
-¡No! - Lo jalé del brazo -No tiene que verte aquí.
Encarnó una ceja -¿Ocultas algo?
-Nada de eso, sino que... Ya sabes como es John y de lo que es capaz de decir.
Apretó los labios -Está bien, esperaré aquí.
Sonreí -Gracias. Te lo pagaré muy pronto.
Rió y tomó asiento en la cama de nuevo.
Narra John:
-¡Vaya!
-El trabajo - Extendió la mano
-Ten... - Le di las hojas para después dar media vuelta e irme
-Hey, ¿a dónde vas? - Comenzó a ver hoja por hoja -Te falta.
-Claro que no, a ti te falta.
-¡Yo hice 25 hojas, John! Tú hiciste... - Terminó de inspeccionarlas -¿5? ¡¿5 malditas hojas?!
-Ya qué...
-¿Ya qué? Pero si serás estúpido Winston, esto se llama trabajo en equipo - Señaló el trabajo -No quiero salirme del college sólo porque a John Lennon se le ocurrió hacer 5 malditas hojas de 30.
-Tú eres también estúpida, te faltan 5 hojas.
-¡¿Estúpida?! Si lo fuera, me hubiera quedado ayer...
-Al contrario. Hubieras sido una de las mujeres más afortunadas en todo Liverpool y Francia.
-¡Idiota! - Gritó -¿Cómo no te da vergüenza?
-¿Vergüenza qué? - Reí -¿Tú hablando de vergüenza? Pfff, luego dices que no eres estúpida.
-¡Tu madre! - Aventó el trabajo y cerró azotando la puerta
Después de verla y reaccionar, comencé a golpear la puerta.
-¡Con Julia no te metas! ¡Y abre la jodida puerta! - Me calmé por unos segundos -... Juicy, abre... Tenemos que terminar esto, yo tampoco quiero salirme del college, Mimi me mataría.
Abrió la puerta.
-Lo siento ¿si?
Asintió -Ahora no puedo acabar el trabajo.
-¡Mañana se entrega!
-¡Ya lo sé! Sólo espera aquí, bajaré los pocos apuntes que tengo.
Subió las escaleras.
Me era tentador entrar al hogar de Juicy, visitar su cuarto... Y hablar bien con ella. Entrecerré la puerta y subí sigilosamente.
Se escuchaban susurros através de la cerrada puerta, supuse que alguien estaba con ella ya que logré escuchar igual, una voz algo grave. Deslicé mis dedos por la manija de la puerta tratando de no provocar ruido alguno, desgraciadamente... mi plan salió mal.
-¿John? ... ¡Te dije que ya iba!
-Abre.
-¿Qué quieres?
-Oh, no es lo que yo estoy pensando... ¿O sí?
Abrió un poco la puerta.
-Ten - Me dió una libreta -Trágatela, y mañana nos vemos. Cierra cuando salgas.
-¿Paul? Sal amigo, ya sé que eres tú.
-¿De qué hablas?
-Oh vamos Juicy, no quieras esconderlo - Abrí la puerta por completo y para mi sorpresa, no se encontraba nadie
-¿Qué te sucede?
-¿Dónde está, Juicy? - Entré al cuarto -¿Aquí, cierto? - Señalé el armario
-En ningún lugar de esta casa.
Abrí el armario.
-John... Déjate de idioteces.
-¡En el baño! - Fui al que supuse yo, era el baño. Abrí la puerta y... nada
-¡Fuera de mi casa!
-Pero...
-¡Adiós!
18:00pm.
Narra Sally:
-¿Estás bien?
-Sí, sí.
-Lamento eso.
-Yo lamento que John sea un idiota.
-No es tu culpa... - Reímos
-Estando ahí, me encontré con... una caja.
-¿Una caja? - Me asomé por debajo de la cama y la vi -¿Esta? - La saqué y se la mostré
-Sí.
-¿Qué día es hoy? ¿El día de llenar a Sally con recuerdos? - Abrí la pequeña caja que contenía fotografías
Junto con Paul, revisé y recordé cada fotografía hasta que llegara la noche.
-¿Quién es él? - Acercó una fotografía a mi vista
-Oh - La tomé -Era un amigo - Sonreí
Me miró encarnando una ceja.
-Mi amor frustrado.
-¡¿Amor frustrado?!
Reí -Bueno... Ahora ya no.
-¿Entonces quién es? - Me miró con ojos tristes
Me acerqué a él para juntar nuestros labios de inmediato.
~
¡Así es! ¿Qué pensaron ustedes? ¿Qué los cochambrosos de Paul y Sally se iban a acostar? Pero que mentalidad tienen mujeres. Agradézcanle a Johnny.
HAPPY HALLOWEEN!
Las quiero mucho, cuídense y que sueñen con The Beatles y fantasmas.
Disfruten.
Besos <3
Suscribirse a:
Entradas (Atom)