lunes, 30 de diciembre de 2013

Capitulo 41.

Sábado, 30 de Agosto de 1958.

-¡Déjenlo!
-Ay miren... Su novia vino a defenderlo - Comenzaron a reír y uno de ellos me tomó por la cintura -Cuando se muera... Tienes consuelo en mis hombros, preciosura.
-Prefiero morirme - Logré pegarle en la entrepierna.
-¡Hey, hey! ¡Cálmate francesa! ¿O quieres quedar como él? - Otro tipo me tomó del brazo y me azotó contra el suelo con fuerza.
-¡Imbécil! - John se lanzó contra él y comenzó otra pelea.

Paul junto con Alan y George se acercaron a nosotros corriendo y la pelea creció.

-Sally... ¿estás bien?- Musitó Stuart.
-Lo estoy, no te preocupes.

El estado de Stuart me era preocupante, estaba lleno de sangre y apenas podía abrir los ojos o hablar. Mis rodillas me dolían a más no poder al igual que mi nariz, que al tocarla, supe que estaba sangrando.

-¿Estás bien? - Paul preguntó.
-Sí, sí...
-Estas sangrando.
-Eso no importa ahora. Stuart no está bien, tenemos que llevarlo al hospital de inmediato.

02:58am.
Nos encontrábamos en la sala principal del hospital; John, Paul, George, Alan y Molly. Cada uno tenía una bolsa de hielo en alguna parte de la cara, a excepción de Molly, que estaba al lado de Rory mientras acariciaba su cabello.

-No puedo creer que ahora andes con él - John señaló a Alan.
-Ay, cállate Lennon - Molly y Alan respondieron al mismo tiempo.

George y Paul rieron levemente.

Narra Paul:
Después de ver que Sally estaba en un estado preocupante, me acerqué a ella.

-¿Segura que estás bien?
Asentí -Gracias por llamar a los demás.
-No hay de qué, para eso estamos los... amigos.
Suspiré y cerré los ojos.
-Tienes sueño, es mejor que nos vayamos.
-Sólo quiero saber cómo se encuentra Stuart.

Convencí a Molly de irse al igual que Alan, que al parecer, fue el más afectado después de Stuart.

A los pocos minutos, el doctor se acercó a nosotros -los únicos que estábamos ahí- y me llamó, al ver que no podía levantarme, decidió acercarse y anunciar a todos.

-¿Y bien?
-El señor Sutcliffe está estable... En la tarde de hoy concluirémos cuando saldrá, pero tendrá que venir seguido... Hay algo que no pudimos captar del todo y hay que arreglarlo.
-Claro, claro.
-Como sabe, se quedará aquí. Pueden irse.
-No, yo me quedo.
-No Sally, él estará bien aquí... Tú necesitas cuidados - Dijo Paul.
-No puedo irme a casa ni siquiera, las llaves se perdieron.
-¿Y tu tía?
-¿Qué? ¿Piensas que me va a abrir después de que desaparecí? Terminará de romperme las piernas.
-Vamos a mi casa si quieres.
-Por favor George, en tu casa apenas cabes tú. Quédate en mi casa. Mimi te cuidará - John ofreció.
-No no, gracias George, gracias John pero no, sólo seré un estorbo.
-En mi casa no - Musitó Paul.
-Olvídalo Paul. No quiero molestar a Mike ni a Jim.
-¿Bromeas? Ellos te aprecian. Sólo por esta noche, si quieres.

Miré a John y George que parecían tener una cara de afirmación a lo que propuso Paul.

-Bien, será una noche. Una simple noche, no quiero dar molestias.
-Como digas.

03:25am.
Paul abrió la puerta con dificultad ya que me tenía en brazos. Al pasar, me tendió sobre el sofá.

-Iré a traer hielo.
Asentí.

...

Gemí del dolor levemente.
-Lo siento, lo siento - Paul colocaba la bolsa con hielo en mi frente.
-... Eres muy lindo.
-¿Sólo lindo? - Miraba mi frente.

Miré fijamente sus ojos, ¿a quién engañaba? Tal vez sí me había enamorado de él, no podía dejar de pensarlo. Era hermoso.

-No - Volví a gemir de dolor.
-Perdón. ¿Estás bien?
-Sí - Sonreí.
-No pude decirte que te ves muy hermosa.
-Oh... Gracias.
-Lamento lo que pasó... Yo - Tomó aire -Estaba enojado y frustrado, y te extrañaba.
-Bueno sí querías hacerlo, lo hubieras dicho. No iba a ser a la fuerza entonces ¿sabes? - Reímos.
-Pues ya que lo mencionas...
-Era sarcasmo.
-Oh. ¿De verdad quieres a Stuart?
Asentí.
Pasó saliva y bajó la mirada -Supongo que ya tenemos que dormir.

Me tomó por las piernas y cintura llevándome así a su habitación.

-Tú duerme aquí - Me dejó sobre la cama -Yo dormiré abajo... En el sofá.
-¿Qué dices? Prefiero dormir en el sofá.
-¿Y volverte a cargar? No, quédate aquí. El sofá es cómodo.
Suspiré -Bien, duerme aquí entonces, conmigo...
-No, de verdad...
-Sí te resistes por mí, no lo hagas. No tengo ningún problema, sólo dormiremos.
-... Bien.

04:00am.
-Paul...
-¿Hmm?
-Gracias - Besé su mejilla y me voltee dándole la espalda.

Me respondió colocando su brazo alrededor de mi cadera.









//
Capitulo nuevo. Esperaba hasta hoy, porque aunque mañana es fin de año, ya no quería hacerlas esperar(???) ajá, claro. Como sea... ¡Hasta Enero por aquí! Ya terminará la primera parte de la novela.

¡No Xime! No te me adelantes, jajajajaja. Aún no.
¡Saludos Elena!

Y gracias a ustedes, a las que leen y comentan... De verdad que me hacen muy feliz y creo que si nadie leyera, ¿qué caso tendría escribir? BUEH YA, gracias por estar parte de este 2013 conmigo. Agradezco todo, y que ustedes también pasen sus fics ya que igual me hacen sufrir(???)

En fin, cuídense mucho.
¡Feliz 2014! 
Las quiero.
Hasta el próximo año.
<3


viernes, 27 de diciembre de 2013

Capitulo 40.

Sábado, 30 de Agosto de 1958.

Un silencio incómodo se apropió del lugar... Después Molly y Alan salieron de ahí dejándonos solos sin decir nada.

-Desapareciste.
-¿Ah sí?
-Pensé que podíamos ser amigos.
-¿Amigos? - Rió sarcásticamente -¿Amigos después de el teatrito que hiciste la última noche que nos vimos? Sólo mostraste los malditos celos que te carcomían por dentro, fue eso.
-Claro que no. Es tu vida... Vamos, ¡puedes acostarte hasta con el que vende periódicos!
-No es una mala idea después de todo.

El fuego de su encendedor iluminó su rostro al tratar de prender un cigarro.

-Con que tú eras...
-¿La que repasaban tus ojos? Sí, era yo. Irónico, ¿no crees?
-¿Qué... qué... fue lo que te hiciste?
-¿Estás ciego? - Dio una calada al cigarro.
-¿Qué te sucedió? Además, tú no fumabas...
-Qué atrasado y retrasado estás McCartney.
-Eres Stuart en mujer.
-Deja de joder y ve con la tipa asquerosa aquella a un motel barato o algo así.
-No finjas que no te dolió...
-¿Dolerme? - Rió -¿Sabes que sí me dolió? Esa noche que pasé con Stuart, eso sí que dolió.
-No puedo creer lo que me acabas de afirmar.
-¿Qué afirmé? Oh... ya recuerdo. ¿Qué soy una puta para ti ahora? ¿Eso afirmé?
-Sally...

Traté de acercarme a ella.

-Tengo una idea, haré algo para que hables con razón... ¿Con quién voy? Hmmm, ¿George?.. Nah, es un niño aún. ¿John?
-Ni se te ocurra.
-¿Por qué me amenazas a mí? Él es tu amigo, nunca lo haría conmigo... Bueno, yo creo.
-¡Cierra la boca, Sally!
-Tú querías empezar, ahí lo tienes...
-¿Con que así quieres jugar, no? Bien, mi turno.

Agarré sus piernas y las coloqué a los dos lados de mi cuerpo. Comencé a besarla a la fuerza. Sentía sus manos que me alejaban de ella.

-¡Déjame! - Apenas pudo salir esa palabra de su boca.

Narra Sally:
Las manos de Paul recorrían todo mi cuerpo, tocándome así cada parte con una fuerza incontrolable. No iba a mentir, me comenzaba a gustar... Pero me lastimaba. Se le ocurrió meter su mano por debajo de mi falda.

-¡No te atre..! - Me besó para callarme.

No quería que eso pasara... No ahí, no de esa forma...

Bajó rápidamente el cierre de su pantalón y me acercó a él tomándome por la cintura.

-¡Paul! - Grité -¡No Paul, me lastimas!

La desesperación se apoderó de mí... No podía creerlo, iba a suceder, iba a hacerlo. Supe todo ese momento que era capaz.

En ese mismo instante, las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos.

-¿Ahora qué?
Me alejé de él temerosamente -¡¿Qué te sucede?!

Caí rendida al suelo y más lágrimas llegaron por sí solas.

-Sally... Sally, lo siento tanto, es sólo que...
-¡¿Qué maldita sea tenías en la mente todo este tiempo?! ¿Sólo tener sexo conmigo? Date cuenta, no quiero perder a Stuart, no quiero que cuando me digan que soy una cualquiera, sepa que tienen razón... No quiero.
-Perdón, discúlpame. Es que no... Yo...
-Quiero que te alejes de mí. Sólo, déjame tranquila.
-Pero... Sally...

Gritos y burlas de chicos interrumpieron sus palabras. El tronido de los golpes era tan fuerte que podía escucharlo.

-¡Déjenlo ya! - Gritaron.
-... Es la voz de John - Dijo Paul.

Me levanté alarmada y salí a la calle de donde provenían los ruidos y gritos. Había un grupo de adolescentes rodeando a una persona mientras la pateaban bruscamente.

Al momento en el que se hicieron a un lado, pude observar a la persona que sufría el tipo de golpes. Me acerqué corriendo y lo vi... Quería que mis ojos me mintieran, pero no era así.

-¡Stuart! - Grité con lágrimas en los ojos aún.










//
Lamento el corto capitulo.
¡Faltan 5 capítulos para que esto acabe, por fin! Bueno, no esto-esto. Ya explicaré.
Gracias Ximena, <3 Besos y abrazos para ti <3

Cuídense mucho.
Las quiero.
Bonita tarde.
<3







martes, 24 de diciembre de 2013

Capitulo 39.

Viernes, 29 de Agosto de 1958.

El tinte negro recorría mis piernas junto con la agua cálida. Al terminar, me envolví en una toalla y salí.

Me miré en el empañado espejo y me quedé ahí por un buen rato. Podía ver diminutos cambios en mi rostro y vencida por mi mirada, agarré las tijeras que se encontraban abriendo el espejo. Medí mi cabello con mis dedos; cinco dedos exactamente y corté....

...

-Sa-Sally, ¿qué fue lo que te hiciste?
-Unos pequeños cambios.
-Tu cabello... es negro completamente... - Se acercó a mí para tocarlo.
-¿No notas algo más?
-Y es más corto.
Reí -Supuse que te gustaría, no sé.
-Pero si me gusta, me gustas. Te ves... muy hermosa.
-Gracias - Me sonrojé -¿Estás listo?
-Sí, ¿y tú?
Asentí.

21:30pm.
Suspiré tratando de calmarme un poco, estaba a punto de tener un ataque de ansiedad nerviosa.

-The-The Quarrymen está aquí esta noche - Dije.
-Sí, pero vienes conmigo...
-Oh - Tome su mano para tratar de calmarme.

Entramos. Mi corazón palpitaba demasiado rápido, no quería ver a Paul en compañía de esa Dot -si es que seguía con ella- o de otra mujer... Bueno, para empezar, no quería ni verlo.

Narra Paul:
Terminamos de tocar con una sonrisa en el rostro y más emocionados de lo normal. Bajamos del escenario y cada quien siguió con su vida...

-Estuviste perfecto.
-Gracias - Tomé de su cintura -¿Vamos a tomar algo?
Asintió con una sonrisa.

Fuimos directamente a la barra. Después de pedir, me llevó a una esquina para platicar más a gusto. El pub estaba a reventar de gente, la luz roja que se apoderaba de ahí no dejaba ver bien a las personas, sólo su silueta.

Una silueta curvilineal que me daba la espalda. Piernas finas, asentaderas con el volumen correcto, cintura pequeña y hombros que formaban una curva algo caída.

-¿Paul? ¡Paul!
-¿Qué, qué pasó?
-¿Qué ves? - Volteo.
-Estaba pensando, lo siento. ¿Qué decías?
-Que... esta noche... No sé, podríamos...
-Suena bien - Guiñé un ojo y tomé un sorbo de mi bebida.

Mis ojos se iban por detrás de Dorothy. No podía dejar de ver a esa mujer. Su cuerpo se parecia al de... No, es una broma. Sally no era la única con un cuerpo de mi agrado.

John se acercó al chico que la acompañaba, al parecer era Stuart... La curiosa chica, ocultó su rostro en la multitud después de que John se agregara a la conversación.

Estúpido Stuart con su estúpida suerte deseable.

-Paulito. Dorita, hola.
-Hola John.
-Eh, ¿han visto a...?
-A nadie.
-Oh bueno, disculpa.
-Ahora vengo.
-Dot...
-No tardo - Miró a John antes de irse.
-Vaya, qué tipa tan rara y fea. Lo que tienes que hacer para tener una buena noche, ¿no campeón?
Reí -Cállate... Oye, ¿quién era la mujer que acompañaba a Stuart?
-No sé, pero está como quiere. Se alejó antes de que pudiera conquistarla.
-¿No será...?
-La verdad, no lo sé. Pero no creo, tienes que saber que Stuart también es un Don Juan.
-Sólo es suerte... Y si está engañando a Sally... Es un completo imbécil.
-¿No recuerdas que ella desapareció?
-No es verdad, te dije que le preguntaras si se estaba quedando en su casa.
-¡Lo hice! Pero, ¿crees que va a decirnos con detalle que se andan...?
-¡Cállate! - Interrumpí.
-Por favor Paul, tú y yo lo sabemos muy bien.
-Es una puta, eso es lo que es.
-¿Cómo Dorothy o más?
-Más, quizá.

23:43pm.
Después de que la chica desapareciera no volví a verla cerca de ahí... Stuart estaba junto con otras personas; era algo sofisticado y aburrido. Sólo fumaban mientras platicaban sutilmente.

A lo lejos vi a Molly que salía por una de las puertas traseras en compañía de Rory Caldwell. Ella sabría que había pasado con Sally Jaucemelt, y tenía que saberlo.

-Eh... Dot.
-¿Dime?
-Tengo que ir a... ver a... los instrumentos en la parte trasera, ¿me esperarías?
Suspiró -Ya qué.

Me escabullí entre la multitud hasta la salida. Todo estaba oscuro, sólo se podía ver a lo lejos el poco fuego de un cigarro cuando se absorbía. Lentamente, me fui acercando...

-Tu madre no está nada contenta, me ha llamado ayer preguntando cada detalle.
-¿Y dijiste dónde me encontraba?

Esa voz... ese acento...

-Claro, le dije: señora, su hija vive con un hombre en su departamento.
Rieron -¿Sabes qué? Al carajo mi madre.

Esa risa... esas expresiones...

-Iré pronto a Australia cueste lo que cueste y me olvidaré de ella.
-¿Extrañarás Liverpool?
-Claro. Stuart, John, Marcella, Ximena, George y...

¿Y...?

-Molly si es que no va a visitarme seguido.
Molly rió.
-¿Qué me dices de Paul? - Preguntó el chico.

Sábado, 30 de Agosto de 1958.

Sally soltó una irónica carcajada -... No sé que decirte.
-Lo que piensas, por ejemplo - Por fin, hablé.










///
Es la primera vez que subo de madrugada, wow. Re-pro.
Bueno no, es que me había dado cuenta que tocaba navidad, y bueno... Yo también quería obsequiar un capitulo a ustedes(?) En mi opinión: uno bueno.
¡Feliz Navidad! Espero que reciban muchos regalos y un Beatle.
Las quiero mucho y gracias por todo su apoyo.
Cuídense.
Pásenla bonito.
<3


sábado, 21 de diciembre de 2013

Capitulo 38.

Miércoles, 13 de Agosto de 1958.

Cada cinco segundos que pasaban en el reloj, era un parpadeo para mí. No tenía qué pensar, estaba encerrada ... Castigada, sin nada que hacer.

-¿Si?
-... Gresendre.
-¡Mamá! - Grité al teléfono.
-Quiero hablar contigo.
-Mamá, lo que hice fue... No... no estaba en mis cinco sentidos, yo... A mí me agrada él, de verdad... Lo quiero.
-¡Basta! ¿Te das cuenta? Cambiaste... Eres otra, Liverpool te cambió. Qué vergüenza me das.
-¡Nunca cambié! ¡Nunca me conociste realmente! Eso pasa... desde que papá murió, nunca supiste cómo reaccionar ante la situación y decidiste conseguir a alguien que me alejara de ti, por eso nunca me conociste.
-¡Cállate y escucha! Olvida Liverpool, olvida Australia. Mañana llega tu padre... y regresarás aquí para ingresar directamente al internado.
-¡Antes muerta!

Colgué fuertemente, subí las escaleras y con lágrimas en los ojos, comencé a empacar desastrosamente.

Poca ropa, mis discos, mis libros, y mi höfner.

-¿A dónde crees que vas?
-Lejos de aquí.
-¡Sally!
-Te quiero tía, pero no puedo permitir esto.
-¡Sally! - Gritó de nuevo.

Cerré la puerta y comencé a correr con dificultad.

¿A dónde iba a ir? ¿Con Molly? Mi tía sabía dónde estaría.
¿John? Todos conocen a Lennon y a Mimi Smith.
¿George? Sería un estorbo para su familia.
¿Marcella? Ni siquiera sabía dónde vivía...

15:09pm.
-Juicy...
-Hola Stu.
-¿Qué es eso?
-Son mis cosas.
-Pasa... - Me ayudó tomando mi bajo y cerró la puerta.
-Soy una tonta.
-¿Qué dices? Claro que no. ¿Qué fue lo pasó?
-Mi tía supo lo que sucedió... Me castigó y se comunicó con mi madre, si no me largo de mi casa, no amanecería pasado mañana aquí en Liverpool.
-Pero... Eso está mal. Tampoco puedes escapar así...
-No quiero irme, no sin antes...
-¿Antes?

"Paul..." pensé.

-Pasar más tiempo contigo.

Agosto de 1958.

Los días siguieron pasando... Me limitaba a salir de la casa de Stuart. En ocasiones visitaba a Molly, pero prefería quedarme en el departamento de Stu junto con él y matar el tiempo.

Sabía que mi tía me buscaba por Liverpool en un nivel no alamartorio ya que... Las dos sabíamos que me encontraba bien. Después de todo, ¿por qué no librarse de mí por un buen rato?

Dejé de trabajar.
No regresé al college.
Salía por las noches, pero no a un pub donde se encontra John y compañía.

Me llegaba a aburrir todo el día. Parecía una señora de aquellas amas de casa que, encerradas, esperaban a sus esposos... ¿Quién sería mi esposo? Stuart.

-Las maestras preguntan por ti.
-¿A sí? Pensé que me odiaban.
Rió -Nadie te odia.
-Mi madre y el estúpido de mi padrastro.
-No creo. Nadie te puede odiar...
-Eso dices porque te agrado quizá.
-¿Y por qué me comenzaste a agradar? Porque eres simpática.
Suspiré -Eso dile a John - Pausé -Hablando de él, ¿qué dice?
-Igual pregunta por ti.
-¿Le dijiste algo?
Negó -Pero sospecha.
-Bien, ya sacará sus conclusiones.

Comenzamos a comer sentados en la alfombra.

-¿Sabes?
Me miró.
-Me llego a aburrir... Y siento que soy un estorbo aquí, no quiero serlo, ni siquiera te ayudo a pagar nada.
Sonrió -Por eso no te preocupes. ¿Estorbo? ¿Hablas en serio?
-Bueno, es que eso siento yo...
-No lo eres, no para mí.
Besé su mejilla.
-Podemos hacer algo, salir quizá... Experimentar, no sé.
-Salir suena bien. ¿Mañana por la noche?
-Mañana... ¿Viernes por la noche? ¿Cuando Liverpool anda suelto?
Me encogí en hombros -Tengo que afrontarlo y divertirme después de todo.
-Está bien. Mañana entonces.










////
Este capitulo estuvo aburrido, yo sé... Fue como para acomodar la historia(?) prometo que el siguiente tendrá lo emocionante e igual los que siguen.
¡En fin! Gracias por comentar, leer, y así. Prometo también ya no ser mala(???) Bueno, eso no lo prometo del todo.
Bonita tarde.
Las quiero.
Cuídense.

<3

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Capitulo 37.

Domingo, 10 de Agosto de 1958.

Narra Sally:
Después de estirarme por completo y tallar mis ojos con mis manos, decidí abrirlos. Al ver dónde me encontraba, me senté exaltada mientras me cubría con la sábana ya que sentía un frío increíble...

Un gran mueble con frascos de pinturas por donde quiera, lienzos sin terminar, paredes manchadas por acrílico y... Yo, que no contaba con alguna prenda que me cubriera en esos momentos ahí, en la cama, en estado de "shock" comencé a deslizarme por ésta hasta levantarme; pude ver mi vestido tirado al igual que los tacones y mi demás ropa.

Escuché un leve crujido en la madera, voltee y terminé de ponerme mi ropa interior abrochando mi sujetador rápidamente.

-Stuart - Dije sorprendida al verlo.

Se recargó en el marco de la puerta y comenzó a mirarme.

-Hola...
-Hola - Crucé y froté mis brazos -Hace frío.
-Sí.
-¿Cerrarías mi...? - Señalé el cierre de mi vestido.
-Claro, claro.

Se acercó a mí y después de cerrar el cierre por completo, rozó mi piel con sus dedos.

-Esto es algo incómodo.
Rió levemente.
Voltee -Yo... Tú... Eh...
-¿No recuerdas nada?

Tomé aire para comenzar a hablar, pero la verdad es que ahora no podía recordar, y preguntarlo se me hacía algo más que obvio.

-Ya dijiste demasiado.
Bajé la mirada -Supongo que me tengo que ir, Gabrielle llegará en la tarde y... tengo que estar allá.
-¿Quieres que te acompañe?
Negué -No te preocupes. Nos vemos después.
-Bien - Besó mi mejilla.

Salí del pequeño departamento de Stuart y comencé a caminar hacia mi casa con el par de tacones en la mano.  Seguía sin tragarme lo que sucedió en la madrugada.

Recordaba poco, el efecto del alcohol provoca que no recuerde cuando más quiero acordarme de la situación.

***
-¿Te encuentras bien?
-Estoy... bien.
-Sally, eres hermosa... Perfecta.
-Eso dices porque estás completamente ciego.
-O enamorado.
-O tomaste de más.
-No creo, cuando te conocí y pensé eso... No lo estaba.
***

Llegué a mi casa, subí las escaleras y lo primero que hice, fue entrar al baño. Abrí la regadera, me quité mi ropa... Y al meterme y rozar mi cuerpo con el agua caliente... Recordé más; las manos de Stuart repasando mis piernas, y cada sinuosidad con las que contaba mi cuerpo.

Al terminar de bañarme, cerré la llave y me envolví en la toalla. Salí, pasé mi mano por el empañado espejo y me observé... Ahora todo había cambiado. Recordaba los consejos de mi madre: "No te des por cualquiera, si no te ama... Si no lo amas. Todo a su tiempo"

Era estúpido, quería a Stuart... Mas no lo amaba, y fue la primera persona con la que pasé de unos simples besos y roces.

03:00am.
Narra Stuart:

Seguíamos caminando, seguía tomando mi mano y seguía tambaleándose en un plan contínuo por las calles húmedas de la pequeña ciudad.

-¿A dónde iremos? - Dije para romper el silencio.
-¿Qué importa? - Contestó.
-Estás temblando...
-¿Tú no tienes frío?
-Un poco.
-¿Tienes un cigarro?
Sentí mis bolsillos -Creo que no. Es muy tarde ya, ¿te acompaño a tu casa?
Suspiró -Eres muy dulce.

Se paró un momento, y me abrazó y besó en el acto. El beso era algo apasionado.

-¿Te agrado? - Acariciaba mi cabello.
-¿Bromeas? Me encantas.
-Estás loco - Se acercó a mí y me susurró -No quiero ir a mi casa.

03:30am.
Trataba de abrir la puerta de mi departamento mientras Sally me abrazaba y besaba mi cuello dulcemente. Pudimos pasar, cerré la puerta y cargué de ella.

Llegando a mi habitación, la dejé suavemente en la cama y repasé su cuerpo con mis manos y mirada. En pocos minutos, nos encontrábamos dentro de la cama sin ninguna prenda que nos cubriera.

-¿Tú...? Eh...
Rió y negó.

Comenzó todo, suavemente con un toque de dulzura mientras besaba su cuello y sus hombros.

-Eres tan... tan... hermosa.

Pequeños gemidos comenzaron a salir de lo más profundo de ella al tratar de contestarme.

-¿Te encuentras bien?
-Estoy... bien - Musitó.

14:50pm.
Pensaba en ir a buscarla y aclarar todo... Podía pensar que me había aprovechado de la situación en la que se encontraba... ó tal vez que ella aprovechó la situación.

Lo cierto era que, la habíamos pasado bien de alguna forma.

Narra Sally:
-¿Viste qué hora es?
-Sí, van a dar las 3.
-¡¿Dónde carajo te metiste?!
-Yo... Estaba con... una amiga.
-Te recuerdo que yo también pasé por tu etapa. Date cuenta Sally, ¡eres una niña aún!
-No es verdad, Gabrielle. Las dos sabemos muy bien que ya no lo soy. No me quieras controlar como lo hicieron en Francia... Tú no - Rendida, tomé asiento en la cama -Compréndeme.
-No, no te comprendo. ¡Paul es un niño igual! - Jaló mi brazo.
-¿Paul qué? Paul se puede ir al carajo, no estuve con él.
-¿En... Entonces? - Me miró sorprendida, a punto de llorar mientras me soltaba.
-No te incumbe Gabrielle.
-Lo que me faltaba... Me decepcionas Sally.
-¿A ti también? - Encogí los hombros -Ya no me sorprende, ¿sabes?

Antes de salir de la habitación para dejarme sola, volteó a decir unas cuantas palabras:

-Hablaré con tus padres. No puedes estar más en Liverpool, Sally, no con esa actitud.












//
Subí pronto para no dejar que la intriga las ataque... Igual lamento si las dejé con intriga esta vez.
¡Gracias por leer y comentar que soy la persona más mala! Jajajajaja, sé que es verdad :( 
En fin, las quiero mucho.
Igual espero el próximo capitulo... (?)
Cuídense mucho.
Bonita tarde-noche.
<3




lunes, 16 de diciembre de 2013

Capitulo 36.

Sábado, 9 de Agosto de 1958.

-Un beso, supongo que los conoces.
-¿Qué carajo? No tú... Y Paul... Y...
-Lo mismo me pregunto, ¿qué carajo? No que McCa... Paul, ¿te contaba todo? Me extraña que no haya abierto la boca esta vez.
-Pero qué gran imbécil - Me miró de re-ojo -Estás algo irreconocible, Sally.
Encarné una ceja.
-Por favor, sin ese vestido y ese maquillaje se iba a ver igual de bella.
-A cursilerías yo no le entro, amigo mío... Estás buena, fin.
Me ruboricé al instante.
Rió -Iré a...
-Que te vaya bien - Interrumpí.
-Todavía que te hago un cumplido...
-Oh, muchas gracias Sr. Lennon, es usted todo un caballero.
-No hay de qué agradecer mademoiselle, es un placer - Besó mi mano.
-Bueno, suficiente - Stuart reviró los ojos.

Domingo, 10 de Agosto de 1958.

Ya era otro día, y la fiesta seguía subiendo de "intensidad". Realmente no tenía nada que ver con las fiestas francesas, ahí... la diversión del lugar terminaba en la madrugada y comenzaba en la habitación o algo parecido. Acá... bailaban, bailaban y no se cansaban de ello.

-¿Bailas? - Dije en casi gritando gracias al gran sonido del lugar.
-¿Qué?
-Que si bailas.
-Claro, ¿tú no?
Asentí -¿Quieres bailar...?
-Bien, pero aclaro que no soy bueno en eso.

Sonaba Long Tall Sally de Little Richard en voz de algún vocalista de alguna banda.
Mientras bailábamos, él miraba al suelo tratando de controlar sus pasos, yo lo miraba con una sonrisa... En medio de el baile, pude ver a Paul... y con trabajo observé a la mujer con la que bailaba alegremente... Seguía siendo Dorothy.

-Vaya, bailas muy bien.
Sonreí -Gracias. Tú igual.
-Claro que no, soy un asco...
-Nono, para nada... Sólo mírame para la otra.
Sonrió -Está bien.

Sentados viéndonos el uno al otro, por detrás de Stuart... podía ver toda la fiesta de ese momento... Lamentablemente mis ojos se iban por detrás de él tratando de encontrar a Paul.

Ahí estaba, con una sonrisa de oreja a oreja mientras cargaba a Dorothy en su regazo y compartían una botella de cerveza. Por dos segundos, la escena se quedó en mi mente y el sonido del lugar fue disminuyendo... Supe que eran los malditos celos.

-¿Sally?

Seguía mirándolos hasta que Paul encontró mi mirada directamente por arte de mágica.

-¡Hey, Sally!
Miré a Stuart.
-¿Qué sucede? ¿Estás bien?
-Sí.
-¿Estás llorando?
-No - Reí irónicamente -¿Por qué dices eso?
-Tus ojos están... cristalizados...
-¿A sí? - Asintió -No, para nada... Tengo sed, tomemos algo - Voltee y pedí dos cervezas.
-Espera... Yo no te voy a dejar tomar así.
-Vamos, es sólo una - El que atendía en el lugar llegó con dos botellas en la mano y las colocó en la barra.
-Sally...
-Stuart... - Tomé un sorbo y guiñé un ojo.

En poco tiempo ya no había ninguna gota en mi botella y decidí pedir otra. Todo el tiempo, miraba sigilosamente por detrás de Stu para ver a Paul... Vaya, se veía muy sonriente y feliz al igual que la tipa esa, ¿quién lo diría?

Narra Stuart:

02:13am.
-Esto es la octava maravilla del mundo contemporáneo cariño.
-Sally, ya basta...
-Est pas assez.
-¿Perdón?
Encogió los hombros y sonrió -Míralos, mira a esos imbéciles... Tan felices por la vida.
-¿A qué te refieres? - Voltee en la dirección dónde mantenía su mirada.

Eran Paul y una chica rubia, de estatura baja y algo... Diferente a los gustos de Paul; se encontraban bailando en la pista.

-Que les den...
Reí.
-Tienes razón, Paul es una niña caprichosa... Es un completo adefesio, ¿por qué me tuve que fijar en él?
Encogí los hombros.
-Tú eres otro mundo, otra persona... otra mentalidad, tú me caes bien - Se acercó a mí -Bailemos - Susurró.

Tomé su mano y fuimos con la multitud.
Sonaba una balada lenta y popular provocando que las parejas se acercaran y bailaran formando una sola persona.

Agarró mis manos y las colocó al rededor de su cadera -No muerdo - Mencionó.
Reí -Lo sé.
Sonrió por último y hundió su cabeza en mi pecho.

Podía observar que no quitaba los ojos de aquella pareja que eran Paul y su acompañante.

-La besó... ¡La besó, Stuart! - Gritó en un susurro algo desganado.

Agarré la barbilla de Sally y besé sus labios al instante.

-¡Paul! - Gritó la mujer que lo acompañaba mientras sostenía de su brazo, calmándolo un poco.
-¡Maldito bastardo! - Seguía forzándose para poder golpearme en la cara o algo así.
-Tú eres un asco - Respondí.
-¡Suéltame Dot!
-¿Y si nos vamos? - Susurró Sally mientras me miraba.
-¿A dónde?
-A donde nos lleve la noche.
Miré a Paul por último -Está bien.

Tomó mi mano.

-¡Vuelve acá pedazo de imbécil!
Me despedí con la mano y una sonrisa.

El pub se iba quedando atrás. Ahora las calles de Liverpool invadían mi vista... Oscuridad, humedad y el sonido que provocaban los tacones de Sally al caminar.

¿Qué pasaría esa madrugada? .. Ninguno de los dos lo sabía en ese momento.
















//
¿Qué pasaría esa madrugada? Hmmmmm...
Ahora sí, la fanfiction tomó un cambio radical. Espero que, ¿les agrade? Lamento dejarlas así(?) 
Aclararé sus dudas cuando suba de nuevo, que quizá sea pronto, quizá no, quién sabe(???)
En fin, gracias por leer y comentar y así. A mí igual me gustan sus fics (a las que tienen) muchomucho, y les pido que... ¡Suban pronto, por favor!

Bueno. Las quiero mucho.
Cuídense y que tengan una bonita noche.
<3




viernes, 13 de diciembre de 2013

Capitulo 35.

Sábado, 9 de Agosto de 1958.

11:00pm.
Caminábamos ya por las oscuras calles de Liverpool hacia el famoso pub donde -según Molly- iba a ser una de las mejores fiestas de verano en Londres.

-Escúchame muy bien: nada de hombres con los que no quieras estar, no te detengas, no tomes mucho, y si te llegan a tocar...
-Wow, wow, wow... ¿Cómo que tocar?
-Bienvenida a las fiestas, querida amiga.
-He ido a varias fiestas y...
-Las 'fiestas del té' no cuentan - Interrumpió -¿Entendiste?
Asentí.

El pub parecía verse muy reducido, el sonido se podía escuchar por toda la calle y no dudo que, ahora, por todo Liverpool.

En la entrada se encontraban varios adolescentes tratando de entrar. Faldas pequeñas, tacones altos. Hombres cubiertos de gel con peinados altos y con un cigarro en la boca.

Molly sujetó y mano, y comenzó a empujar gente para poder aproximarnos a la entrada. Después de decir su nombre, pudimos entrar.

Era un ambiente al que no estaba acostumbrada. El lugar contaba con poca luz y mucho desorden.

-Molly.
-Ro-Rory.
-Pensé que no vendrías.
-¿Cómo puedes pensar tan mal de mí? - Sonrió y se miraron por unos segundos -... Eh, mira... Ella es Sally - Tocó mi hombro.
-Con que tú eres la famosa Sally.
-¿Famosa? - Repetí sorprendida.
Asintió.
-No me digas que es por John Lennon...
-¿Quién es John Lennon? - Rió junto con Molly.
-Eso fue sarcasmo, ¿cierto?
-Creo que no.
-Me agradas.
-Oh, gracias... Por cierto, bonito acento.
-Gracias.
-... ¿Vienen para quedarse?
-Pero qué pregunta es esa - Respondió Molly.
-Gracias por la respuesta, cariño - Me miró -Pues, bienvenida seas francesita, disfruta Liverpool - Señaló todo el pub.
Sonreí -¿Alguna recomendación?
-Sólo... diviértete.

Unos segundos después, caminaba lentamente por el lugar mientras conocía mirando a todos lados.

-¿Él era...?
-Alan Caldwell, pero todos le decimos Rory.
-Es muy apuesto... Muy tú.
Sonrió sonrojada.
-Y le gustas.
-¿Tú crees?
-No creo, afirmo.
Suspiró -¿Quieres tomar algo?
-Vamos.

Nos acercamos a la barra.

-¡George!
-Hola Sally.
-Hola - Sonreí -George, Molly. Molly, George.
-Hola George.
-Un gusto Molly - Sonrió.
-¿Vienes solo?
-No, aquí está Ximena - Ximena volteó al escuchar su nombre.
-¿Yo qué? - Me miró -¡Sally! Vaya... Cuánto tiempo.
-Lo sé, es bueno verte de nuevo. Ella es Molly.
-Eres una Caldwell - Mencionó Mo al verla.
Asintió -Tú eres la futura novia de mi hermano... Uy, lo siento, eso no debió salir de mi boca.
Se sonrojó -No te preocupes.

En unos minutos, decidí quedarme con la pareja que eran ahora George y Ximena mientras Molly saludaba a más personas por ahí. Ellos hablaban sin parar... mi cuerpo estaba presente, pero mi mente divagaba por el lugar.

-¿Sally? - George tronó los dedos enfrente de mí.
-¿Qué pasó?
-Te hablan... - Señaló a un chico.

Resulta que el chico era Stuart. Al verlo, esbocé una gran sonrisa, me levanté y lo abracé.

-Wow, pero qué... Sally estás... hermosa.
-Y tú muy apuesto.
Suspiró -De verdad...
Reviré los ojos y me ruboricé.
Sonrió -No esperaba verte aquí.
-Yo sí.
-Necesitaba distraerme un poco, y encontrarte aquí me va a servir de mucho.
-¿Tú crees?
-Sí - Me miró de pies a cabeza -Eres hermosa.

Impulsivamente besé sus labios rápidamente.

-¿Pero... qué es lo que acabo de ver? - Dijo John Lennon que se encontraba detrás de nosotros.









//
Bueno, cómo me lo pidieron; subí pronto. Igual fue algo cortito como el anterior, lo siento. 
Pero a partir de este capitulo ya cambiarán las "cosas" (????) 

En fin, ¡gracias por su apoyo! A las que leen y comentan, de verdad; gracias :)
¡Elena! ¡Ya se te extrañaba por aquí!
Saludos, Xime y Marcela ♥
Las quiero mucho. Y que tengan una bonita noche...
Besos <3456.






miércoles, 11 de diciembre de 2013

Capitulo 34.

Jueves, 17 de Julio de 1958.

-No... Sally.

Tomé asiento al lado de ella.

-Yo también detesto esto, detesto ponerme celoso cada vez que te veo con alguien... Detesto verte sonreír con alguien que logró hacerte sonreír... Y detesto quererte demasiado... Porque, ¿sabes? Mis planes contigo eran diferentes desde que te vi.
-Estúpido - Susurró.
Reí -Pero estos dos meses que pasaron se me han hecho muy eternos, como si te conociera de toda la vida y apenas me estoy... - Pasé saliva.
-Sí sí, lo sé. Aunque nunca afirmamos nada, sinceramente no creo que nada de esto llegue a funcionar McCartney.
-¿A qué te refieres?
-Todo esto. Date cuenta... ¡Actuamos como si fuéramos mayores de edad y estuviéramos casados a punto de un divorcio!
Reí algo desorientado.
-Tenemos dos opciones: la primera es ser unos completos desconocidos.
-¿Qué dices?
-Escucha... Y la segunda es ser amigos, así como yo con George... Yo con John, Marcella o Molly.
-¿Y cómo Stuart?
Asentí.
-Entonces... ¿Te puedo besar?
-Cállate.
-Tercera opción: quedarme contigo.
-Ya... Paul, por favor - Bajé la mirada.
-Bien - Suspiré -Aunque sea como amigos... Prefiero estar cerca de ti.

Decidí borrarle la pequeña sonrisa que formaban sus labios rosas con un beso largo y dulce que comenzó a seguirlo. Al terminarlo, nuestras miradas se encontraron...

-No lo vuelvas a hacer.
-¿Qué?
-Esto - Me besó -Y deja de verme.
-No me pidas imposibles.

Se puso de pie, sacudió su falda por todas partes y salió de la cocina.
Todo había acabado... Lo dejó muy claro.

Algún día de Julio de 1958.

Narra Sally:
Los días siguieron pasando.
John pasaba por alguna depresión que decidió separarse por un momento de la banda y enfocarse más a aprender y conocer en compañía de Marcella. Molly salía a fiestas seguido y no perdía el contacto con ella ningún día. George se hacia cada vez más mi amigo al igual que Ximena. Stuart pintaba cada día y salíamos por las tardes o noches.

Pero a todo lo anterior... ¿Y James Paul McCartney? Quizá en su casa, quizá en la calle... en un bar conociendo chicas. Quizá fuera del país... Realmente no sabía nada de él. Hubo momentos en los que nos encontrábamos por el pequeño Liverpool y sólo nos dedicábamos una sonrisa. Ahora no lo dudaba, no detestaba aceptar que... lo extrañaba.

Sábado, 9 de Agosto de 1958.

-No sé Molly.
-¡Vamos Sally! No está tu tía, puedes llegar a la hora que quieras. Medio Liverpool va a ir.
-Por eso mismo. Prefiero quedarme a cuidar la casa y a pintar o leer un poco.
-Cálmate abuelita.
Reí -¿Sabes a qué hora me dices? Es tarde - Miré el reloj -¡Son las 9:30pm!
-Pero hasta tú dices que la vida es mejor en la noche. Además... comenzó a las 9:00pm, no lleva mucho. Vamos, por favor... ¿Sí?
-No lo sé.
-Un rato no te hará daño.
-Déjame pensarlo.
-¡Eso es un sí! Rápido, ¿tienes algo para la ocasión?
Señalé el armario.

Después de que revisara por un par de minutos, salí con un vestido que eligió para mí; era negro... Algo corto, muy sencillo pero demasiado lindo.

-¿Y... Qué tal me veo?
Sonrió satisfecha -Ese imbécil de McCartney se va a arrepentir de dejarte ir.









/////
Capitulo aburrido, lo siento. Traté de subir pronto.
Juro que los próximos capítulos serán emocionantes puesto que se va a acabar la "primera parte"

¡Gracias por leer y comentar y todo eso! De verdad me hacen muy feliz, siempre leo los comentarios aunque sea sólo uno... El caso es que me emocionan y sé lo que piensan sobre la historia ¬¬
¡Muchas gracias Xime por recomendar! ♥
Las quiero mucho.
Bonita noche.
Besos <3













domingo, 8 de diciembre de 2013

Capitulo 33.

Martes, 15 de Julio de 1958.

Sabía lo mucho que llegó a significar Julia para John aunque lo hubiera abandonado por casi toda su vida... Aunque hubiera actuado como actuó... Sabía también que John tenía un gran corazón.

Lo que no sabía era que decir, en ese instante; las palabras no me salían espontáneamente como acostumbraban. Sólo dejé que humedeciera mi ropa con sus lágrimas.

"-¿Está bien, John?-" -"¿No llores más?" Todo iba a ser inútil.

-Escucha John... - Susurré -Sé que esto no te va a ayudar, ni siquiera sé si te importe pero debo decirlo... - Tomé aire -Tú, siempre has sido muy fuerte... Pude notarlo. Y a pesar de que Julia no estuvo contigo en muchas etapas de tu vida, pudiste crecer y ser un niño muy dulce... Con lados rebeldes pero no te quita la gran persona que eres.
-... Gracias.
Comencé a acariciar su cabello.
-Ella... Ella regresó y se fue de nuevo. ¿Por qué siempre se van las personas que amo? ¿Qué no es suficiente con lo que he pasado?
-Nunca es suficiente John. ¿Sabes? Mi padre se fue cuando tenía 6 años, para siempre también... Pero fuera de eso... Está mi tía que sé que me quiere y tengo a mis amigos también. Tú eres muy fuerte y sabemos que vas a salir adelante, pudiste hacerlo por casi toda tu vida, ¿no? Eres fuerte.
Sonrió desganadamente -Vámonos de aquí.

16:42pm.
-Su madre falleció esta mañana, y necesita descansar... Pensar un poco, ya sabes.
-¿Está durmiendo, entonces?
-¿Qué más crees qué esté haciendo aquí?
-Tranquila, era una pregunta.
Suspiré -Puedes pasar si quieres, después de todo... Es tu amigo.
-Mejor lo dejo así. No creo que tenga ganas de nada.
-Cómo desees.
-Nos vemos.

Me despedí con la mano y cerré la puerta.

-¿Quién era?
-Paul... - Crucé los brazos.

Jueves, 17 de Julio de 1958.

Mañana gris, como de costumbre, cielo despejado, aire frío desacomodando el cabello de las personas que asistirían ese día al funeral y una gran tristeza dentro de la casa de Mimi.

Jugaba con mi dije y la cadena que lo sostenía mientras miraba al suelo. Me encontraba sentada al lado de Stuart. Marcella acompañaba a John, George estaba junto con los de la banda y McCartney ni sus luces.

-No creo que sea apropiado fumar aquí, Stuart.
-Bien, saldré. ¿Vienes?
Asentí.

...

Arrebaté su cajetilla de cigarros -Necesito uno.
-Pe...
-Urgente - Saqué el cigarro y Stuart me compartió de su fuego.
-¿Por qué Paul no vino mañana?

Miré a lo lejos al chico que se aproximaba a la casa y John salió en seguida. Después de ver que discutian un poco, derrepente el puño de John golpeó la cara de Paul.

-¡Paul! .. - Susurré.
Stuart tomó mi brazo antes que me acercara.

Me quedé congelada viendo el acto. Vi como John agarró la mano de Paul y lo levantó recibiéndolo con un abrazo y llorando en su hombro.

-Par de locos... - Stuart le dio una calada al cigarro.
Sonreí algo aliviada.

Decidimos entrar a la casa después de unos cuantos minutos pasados afuera. Entré antes que Stuart y percaté la mirada de Paul enfocaba en mí al mismo instante que volví a pisar la casa de Mimi. Sus ojos siguieron por detrás; miraban a Stuart.

Paul lanzó un bufido después de verlo, sacudió lentamente la cabeza y miró hacia la ventana.

-¿Y Molly? - Susurró Stuart.
-No lo sé, dijo que vendría pero no afirmó. A ella no le gusta mucho este ambiente. Ni a mí... ¿quieres algo de beber?
-No no, gracias.
-Bien... Yo sí, ahora vengo.

Me levanté del sofá.

Narra Paul:
-Ahora vuelvo George - Miré fijamente a Stuart.
-Paul... No...
-Apóyame, ¿quieres?

Seguí a Sally, cuarto tras cuarto hasta llegar a la cocina. Tomó un vaso de agua y al verme, decidió salir de ahí cuanto antes.

-Permiso.

Dijo después de que cubriera la entrada.

-Oh, gracias - Tomé el vaso de agua y le di un sorbo.
-¿Satisfecho?
-No del todo.
-Bien, para que te a completes... Sé muy bien que no me necesitas. ¿Puedes quitarte?
-Puedo pero no quiero.
-¿Qué es lo que quieres?
-Hablar, eso es todo.
-Está bien, pero no...
-Ahora, en este lugar.
-Olvídalo, ten respeto por tu amigo y su madre.
Reviré los ojos -¿Siempre has sido así? ¿O te lo pasó Stuart?
-Siempre he sido así.
-¿De verdad?
Asintió.
-Me asusta pensar que he besado a una chica igual a Sutcliffe.
-Y que te ha gustado, no olvides eso.
-Eh... - Puse un gesto de desagrado y negué.
Rió -Qué imbécil eres.
-Hmmm, así está mejor. Hasta me dan ganas de besarte de nuevo.

Me acerqué a ella y se alejó de mí.

-Eres un asco McCartney.
-¿Qué más?
-¡Eres un patán! ¡Un completo animal! - Comenzó a empujarme.
-Vaya, sí que tienes fuerza...
-¡Te aborrezco!
Sus palabras comenzaban a asustarme.
-¡Te detesto!
-¿De verdad?
Bajó la mirada -Detesto quererte en tan poco tiempo, y... Detesto que me duela lo que hiciste.

Se calmó un poco, y comenzó a desvanecerse poco a poco hasta sentarse en el suelo.

-¡Oye, oye! - La tomé del brazo -¡¿Sally, estás bien?! ¡Hey, Sally!

Tomé asiento al lado de ella y agarré sus mejillas.

-Déjame... - Quitó mis manos.

Al momento de soltarla, sentí un nudo en la garganta al ver que estaba llorando...








//
"If you were Here Today..."




Lo extraño muchísimo igual. Es impresionante la cantidad de amor que le tomamos a una persona que ni siquiera hemos conocido... Nos hace falta.

Quiero escribir que fue una coincidencia, tenía planeado subir el día de hoy y bueno... Este fue el capitulo que tocó, ya los tengo escritos claro... Voy como 5 capítulos adelantada. 
Qué estén muy bien. Las quiero igual.
Besos<3.






miércoles, 4 de diciembre de 2013

Capitulo 32.

Lunes, 30 de Junio de 1958.

Abrí los ojos lentamente asustada por lo que pasaría de ahora en adelante.
Primero noté a Molly sorprendida y con gesto dolido. Después estaba Paul, que me miraba con el ceño fruncido y algo de tristeza.

Mi corazón podía salirse en ese mismo instante, mis piernas temblaban y deseaba desaparecer. Fueron los tres minutos más largos de mi vida -hasta ahora-.

-Eres increíble - McCartney rompió el silencio.
-Eres una... - Molly pasó saliva -¡¿Cómo pudiste?!
-¡Cállense los dos! - Grité y tomé asiento en el sofá más cercano -Si quieren ir a reclamarle algo; más tú Paul... si quieres ir a golpearlo... Te será inútil porque él tiene más fuerza - Señalé a Molly -Y tú, si ya no quieres ser mi amiga, está bien... lo entiendo, pero te recuerdo que lo mismo sucedió por parte tuya en el internado de Francia y nunca abrí la maldita boca.

Los dos me miraban estupefactos.

-¿Qué esperan? Lárguense, y cierren la puerta cuando lo hagan.

Al momento en el que cruzaron la puerta, mi ojos se humedecieron rápidamente. Adiós Paul... Adiós Molly...

-Sally...
Limpié mis lágrimas.
-Discúlpame tú a mí, siempre has sido una gran amiga... Como mi hermana menor. Stuart es un hombre más en la tierra, como tú dirías... No perderé tu amistad por eso - Me abrazó -Y si en verdad lo quieres, pues... ¿Qué importa?
Reí -Siento que Paul me importa más.
-¿Sientes eso?
Encogí los hombros.
-Con el paso del tiempo te darás cuenta a quien quieres de verdad.

Martes, 15 de Julio de 1958.

Bajé del tren con mi maleta en mano y esbozando una sonrisa de lo satisfecha que estaba. Molly me esperaba con emoción ahí mismo.

9:35am.
-Maldita sea, las llaves.
-Revisa bien...
-¡Ya! Y no están. ¿Sabes? Gabrielle tiene un juego - Toqué la puerta desesperada... de nuevo.
-No hay nadie en la casa.
-Entonces está en el hospital. Iré por ellas, ¿vienes?
-Olvídalo, tomaré una siesta en el jardín de atrás si no te importa.
-Bien, no tardo. Te encargo esto... - Le di la pesada maleta.

Caminé rápidamente hacia el hospital. Al llegar me encontré con la tía de John algo desorientada y temblando.

-Mimi.
-Sally, hola.
-Hola, ¿qué sucede? ¿Te puedo ayudar en algo?
-Oh, no cariño... Gracias. ¿A ti te sucede algo?
-No, sólo venía porque mi tía trabaja aquí... - Dije no muy convencida por lo que Mimi afirmó -De verdad... ¿No hay algo en lo que te pueda ayudar?
Negó -Te lo agradezco demasiado, pero no te preocupes.
-Bien, iré por mi tía... Regreso en un momento.
Asintió.

...

-Sally, qué sorpresa... ¿Qué haces aquí?
-Sólo pude pagar una semana en el hotel de Australia.
-Oh...
-Sí... Ammm, ¿me prestarías las llaves de la casa? Molly está afuera esperándome.
-¡Ay Sally! - Buscó en sus bolsillos -Ten.
-Gracias. Nos vemos luego entonces... ¡Ah, espera!
-¿Dime?
-Mimi, la tía de John se encuentra en la sala principal pálida y temblorosa y nadie la ayuda...
-Eh... Sally...
-¿No piensas ayudarla? - Comencé a jalar su brazo.
-Sally...

John entró apresurado al hospital en busca de Mimi y comenzó a preguntarle algo mientras tomaba de sus hombros, su gesto era preocupante y triste. Comencé a acercarme pero Gabrielle me detuvo.

Después de que el doctor saliera a comunicarles algo, John se lanzó sobre él y maldijo en voz alta saliendo en el acto apresuradamente del hospital.

-¡Tengo que verlo!
-Mejor no Sally, tu amigo John ahora está muy mal.
-¡Suéltame!

Logré safarme y corrí persiguiéndolo.

-¡John, John! - Grité desesperada.
Frenó lentamente.
-¿John?
-Ahora no Sally - Apretó sus nudillos.

Me paré enfrente de él y... mis ojos no mentían, John Lennon estaba llorando. En esos momentos sólo se me ocurrió abrazarlo a la fuerza.

-¡Julia se fue de nuevo, Sally! ¡Julia ha muerto!











~
Hola... Después de un ratote, lo siento, lo siento.
Es verdad, esto se está poniendo cada vez más emocionante y ayyasdhfkjl.
Cuídense mucho, Xime y Marcela.
Las quiero.
Bonita noche <3