Capitulo 14.

Viernes 23 de Mayo de 1958.

-Entonces como estás en el equipo, tiene que apetecerte trabajar con nosotros mañana.
-Entiendo.
-Deja de ser tan educada, ¿quieres?
-No lo soy.
-Sí que lo eres, Marcellita - Reí
-Sally...
-¿Dime?
-¿A ti te... gusta Stuart?
-¿Qué cosas dices, mujer? claro que no... es, es un buen amigo, es todo - Contesté nerviosamente
-Ya veo, ¿sabes? creo que le gustas.
Me quedé congelada -¿Crees?
-Claro, ¿has visto como te ve?
-Pues, no he puesto mucha atención.
-Oh bueno, ¿y su comportamiento?
-Es solo un caballero.
-Ay Sally... - Chasqueó la lengua -¿Te veo mañana?
-Claro, nos vemos en el campo de fresa.
-¿Campo de fresa?
-Cierto, que no conoces... está por Woltoon, muy cerca... pregunta y te veo mañana a las 04:00pm junto con Stuart, ¿está bien?
-Bien, nos vemos.
-Hasta mañana - Sonreí

Marcella se desvió y seguí caminando mientras abrazaba algunos libros. ¿Será cierto lo que decía? a veces veía a Stuart viéndome pero... nada de otro mundo y su comportamiento... vaya, sí que era un dulce y caballeroso hombre.

Dejé de perderme en mis pensamientos por el señor cartero que había colocado una carta en el buzón de mí casa... corrí rápidamente hacía este, saqué la dichosa carta y la extendí:

"Sra. Gabrielle Jaucemelt:
           La presente es para informarle que por órdenes del "Liverpool College of Art" la Srita. (alumna del instituto) Sally Gr. Jaucemelt, ha sido suspendida por una semana debido a comportamientos incorrectos, por lo que no debe presentarse desde el Lunes, 26 de Mayo.
Para mayor información, acudir al plantel.
                                                  Atentamente.- La dirección".

¡Una semana sin escuela! vaya... Stuart no estará muy contento con la noticia. Supongo que el trabajo es para después, o al menos eso espero.

Guardé la carta debajo de mi suéter y entré a casa.

-¡Sally!
-¡Gabi, me asustas!
-Déjate de tonterías... ¿ya vas a comer?
-Hmm, no tengo mucha hambre.
-¿Sally, eres tú?
-Sí, soy yo. Tal vez salga a ver a Stuart.
-Ohhhh, Stuart... ya veo, ese hombre te quita el apetito.
-¿Qué? no no, para nada.
-Bien, solo regresa temprano.
-Sí.
-... ¿Qué llevas ahí?
-¿Dónde?
-Ahí... - Señaló mi suéter escondido por mis brazos
-Oh... yo, me duele mi estómago, por eso la falta de apetito - Mentí
-Ven, te daré un té para que se te pase.
-Gracias pero se me hace algo tarde... verás que ya se me pasará.
Encarnó una ceja -Como desees.

Dí media vuelta y suspiré de alivio.

17:39pm.
Estaba sentada en la cafetería esperando a Stuart, en cuestión de segundos, lo que Marcella me dijo hace unas horas, comenzó a invadirme. ¿Tendrá razón? quizá solo dice eso para hacer plática conmigo, aunque no creo... ella es algo callada.

-Juicy.
-Stu, hola.
-Hola, ¿ya pediste algo? - Dijo sentándose
-Sí, una ... hamburguesa.
-Vaya, ¿no comiste?
-No... le inventé un pretexto barato a Gabi y salí sin comer.
Rió -¿Y eso?

Busqué la carta desesperadamente y la saqué de mis bolsillos, Stuart la tomó, extendió y comenzó a leer rápidamente.

-¿Qué fue lo que hiciste?
-Tuve una pequeña discusión.
-¿Qué? ¿con quién? y ¿por qué?
-Muchas preguntas, ¿no crees?
-¿Me vas a decir?
-Bien, fue con John y...
-Juicy, te dije que no...
-Cálmate, por eso no te quería decir nada - Crucé mis brazos
-Perdón, sigue...
-Pues la pelea se tornó a algo "dura" según la directora, y él trató de pegarme después de que yo le diera una bofetada.
-Pero no te pegó, ¿verdad? - Remarcó sus palabras
-No, por suerte llegó Paul.
Dejó la carta en la mesa y soltó un bufido -Por fin sirvió para algo.
-Stuart, él sirve para muchas cosas.
-Oh vamos Sally, no me digas que ya te contentaste tan rápido con él.
-Algo así, tenía que darle las gracias de todos modos, ¿no?
-Pues sí, que bien... supongo. ¿Y ahora?
-¿Ahora qué?
-El trabajo, ¿lo olvidas?
-Ay Stuart, tengo cosas más importantes que pensar... como, ¿qué haré todas las mañanas? ¿qué tal si se entera Gabi?
-Ah, ya veo... el trabajo no importa.
-No no... ¿qué dije? claro que me importa. Mira, seguiré con ustedes, tal que... no se presenta esta semana.
-No te aseguro nada.
-Y bueno ¿tú de qué te quejas? si tienes a Marcella ahí.
-Es... es distinto.
-¿Por qué?
-Porque... porque... a ella no la conozco bien.
-Ya la conocerás.

21:29pm.
Caminaba sola hacía mi casa, Stuart estuviera acompañándome en este momento pero... me limité a aceptar su invitación, además de su chocante comportamiento, tenía varias cosas que pensar a solas. Y como siempre, cuando pienso, mi mente me distrae a la hora de caminar...

-Oye, fíjate.
-... ¿John?






¡Hola! asdfghjk, ¿qué pasará después?
¿De verdad si es muy cursi? bueno, tan siquiera se parece al de la vida real. 
Cuídense mucho.
Las quiero y bienvenidas a mis nuevas lecturas.
Disfruten y besos.
<3